Muchos padres cuando sus hijos comienzan a alimentarse con alimentos sólidos tienen muchas preguntas. Lo ideal es ir al pediatra para que pueda solventar todas las dudas sobre alimentación que tengas en cuanto a tus hijos pequeños, pero si quieres saber si tu hijo puede o no tomar queso, entonces, sigue leyendo.
El queso no solo es leche espesada, condensada, sino que es un producto de leche fermentada. Incluso aquellos que son intolerantes a la lactosa pueden comer queso porque, como está hecho, la cantidad de lactosa se reduce, por lo que queda muy poco en el producto final. Además, las proteínas de la leche se descomponen y se hacen más fáciles de digerir. Los niños desde los 6 meses de vida que comienzan a comer sólidos pueden comenzar a comer queso si tienes cuidado con lo que hay en los ingredientes de la marca que compras.
Todos los quesos no son iguales
Intenta comprar queso que tenga la menor cantidad de ingredientes posibles. Los ingredientes que debe tener un queso son: leche, sal, cuajo y enzimas. También deberás asegurarte de que esté hecho con productos lácteos pasteurizados para evitar las posibles bacterias dañinas que pueden causar enfermedades como la listeria.
Los quesos más duros como el parmesano, también tienen menos probabilidades de tener riesgo de contaminación por listeria. Además, los niños pequeños necesitan los lácteos grasos pueden ofrecer en este momento, así que no escojas quesos light o bajos en grasa para tus hijos, es mejor que escojas la opción de queso que tenga toda la grasa. La buena noticia es que este tipo de quesos son fáciles de encontrar en cualquier supermercado.
Intenta comprar queso que tenga la menor cantidad de ingredientes posiblesPara que le des a tu hijo el queso, es buena idea que los ralles o lo desmenuces en trozos pequeños para evitar posibles atragantamientos o asfixias. No cortes trozos grandes para ofrecerle a tu hijo. Derretir el queso sobre una tostada de pan también es una forma de comer queso que a los niños pequeños les encanta... ¡y a los adultos también! De cualquier modo, busca las maneras de que tu hijo coma queso que le guste y que pueda disfrutar, pero si ves que no le gusta no le obligues a comerlo.
Lo ideal es que el queso que le ofrezcas tenga un sabor suave para que pueda disfrutarlo. Los quesos con sabores más fuertes no suelen ser los más aceptados por los niños pequeños. Por ejemplo, los quesos suaves de cabra pueden ser una buena opción para comenzar a introducir el paladar de tu hijo al queso.
Busca las maneras de que tu hijo coma queso que le guste y que pueda disfrutarPosibles reacciones alérgicas
Si el pediatra dice que tu hijo ya puede tomar lácteos, y ha podido tomar la leche de fórmula derivada de la leche de vaca, entonces sabrás que tu pequeño no es alérgico a la leche. Aún y así, la leche no es el único ingrediente que tiene el queso y por lo tanto, podrían haber reacciones alérgicas a los demás que hay.
Los niños que han sido amamantados exclusivamente o que han estado usando una fórmula hecha con algo que no sea leche de vaca también deben estar atentos a los signos de una reacción alérgica. Estas señales o signos pueden incluir: urticaria, dificultad para respirar o síntomas de asma, hinchazón de la boca o garganta, vómitos o diarrea y pérdida del conocimiento.
Antes de introducir el queso en la dieta de tu hijo, si nunca antes ha tomado leche de vaca, será buena idea que hables con tu pediatra para que te diga cómo introducirlo sin riesgo. Permite que tu hijo pruebe una pequeña cantidad y si ves que no tiene reacción, prueba una cantidad algo más grande. Si cuando consuma queso tiene algunos de los síntomas de alergia, entonces tendrás que acudir rápidamente a urgencias para que traten la alergia de forma inmediata.
