Los plátanos son un alimento sólido ideal para los bebés. De hecho, las bananas son un excelente alimento para bebés, niños y adultos en todas las edades y etapas: naturalmente dulce, lo suficientemente suave como para hacer puré con un tenedor y maduro con muchos nutrientes clave. Sigue leyendo para saber por qué los plátanos tienen tanto atractivo para la salud de tus hijos.
El plátano es dulce y tiene muchos nutrientes
Un plátano mediano (que pesa alrededor de 126 gramos) tiene solo 110 calorías y 19 gramos de azúcar: los bebés tienen una afinidad natural con las cosas que tienen un sabor dulce y las bananas son fácilmente aceptadas por un bebé que se empieza a alimentar más allá de la leche materna o de la fórmula.
Los plátanos tiene mucho potasio, un mineral que ayuda a regular la presión arterial, protege contra los cálculos renales y ayuda a prevenir la pérdida ósea que puede ocurrir con el envejecimiento. Muchos alimentos contienen potasio, por lo que es probable que un niño que come una dieta saludable no tenga deficiencia de este nutriente (una condición llamada hipopotasemia).
Los plátanos también cuentan con una variedad de otros minerales, así como ciertas vitaminas, incluidas las vitaminas A, B6, B12 y ácido fólico.
Los plátanos tiene mucho potasioLos plátanos tienen mucha fibra
De hecho, tres gramos por fruta, lo que los convierte en un importante contribuyente a la ingesta diaria total de fibra. Sin embargo, es mejor no darle bananas a un niño con estreñimiento. Esto se debe a que hay dos componentes de los plátanos que en realidad pueden exacerbar el estreñimiento, los taninos y el almidón resistente a la amilasa. Las mejores frutas para ayudar a un niño a tener movimientos intestinales regulares son el kiwi verde y las ciruelas.
Almacena los plátanos sin pelar a temperatura ambienteLos plátanos son muy convenientes
Una de las mejores cosas de los plátanos para bebés es que se puede hacer un puré fácilmente en cualquier sitio y lugar. Solo tendrás que pelarlo y con un tenedor chafarlo. Además lo puedes guardar con la piel en cualquier sitio y no hace falta que esté en frío porque a temperatura ambiente también se come muy bien. Cuando lo pelas no necesita ser lavado ni nada.
Cuando compres plátanos o bananas, escoge la fruta que sea totalmente de color amarillo y que se separen fácilmente del tallo. Esto indica que está maduro y listo para consumir. Si te gusta también puedes comprar plátanos y bananas que estén un poco más verdes y permitir que maduren en u n recipiente fuera de la nevera si prevés que vas a tardar unos días en consumirlos.
Almacena los plátanos sin pelar a temperatura ambiente, no en la nevera. Si eliges hacer puré con unos cuantos lotes de plátanos, es mejor que los dividas en tamaños de porciones y que los congeles . Puedes notar que el puré se vuelve marrón, pero esto no es malo, es natural y no significa que no sea seguro comerlo, simplemente se ha oxidado un poco pero sigue siendo perfecto para comer. Sin embargo, si esto te molesta, puedes sumergir las rodajas en un poco de zumo de limón. El ácido ascórbico en los cítricos contrarrestará el proceso que lleva a un color marrón y no debería afectar el sabor de la fruta.
A medida que tu hijo vaya creciendo, puedes seguir haciendo que el plátano sea una pieza central de su dieta. Eso sí, es importante que el plátano se lo des de manera que lo pueda tomar sin peligro de asfixia. Siendo bebé es mejor dárselo en puré o en batido y cuando sea más mayor, puedes darle pequeños trozos, hasta que cuando sea más mayor y ya coma sólidos sin problemas, le des los plátanos para que se los tome a bocados.
