La hiperosmia es cuando una persona tiene un sentido del olfato muy desarrollado o más sensible de lo normal. Esta mayor capacidad para percibir los olores suele ocurrir a causa de una condición, pero también puede ocurrir sin más en algunos casos.
Síntomas de la hiperosmia
Si tienes hiperosmia es posible que comiences a experimentar con más intensidad los olores, y que cuando lo percibas, las personas de tu alrededor no lo hagan de la misma manera. Este sentido del olfato puede hacer que sientas malestar por culpa de algunos olores. Los olores que pueden activar la hiperosmia varía de una persona a otra.
Algunos de los olores que pueden desencadenarte molestias agudas son: los olores químicos, los perfumes, los productos de limpieza, velas perfumadas o cualquier otro elemento que tenga algún tipo de olor característico, incluso el olor de algunas flores.
Complicaciones
La hiperosmia puede tener complicaciones a causa de otras afecciones subyacentes. Aunque cuando la persona sufre demasiado con la alteración de los olores, puede padecer dolores de cabeza, náuseas e incluso puede experimentar vómitos por sentir aversión hacia ciertos olores que le resultan desagradables. En algunos casos incluso, esta condición puede hacer que la persona que lo padece tenga depresión o ansiedad.
Causas
Aunque no se sabe por qué ocurre la hiperosmia se piensa que puede haber una razón genética, aunque hay algunas personas que pueden tener más probabilidades a desarrollar esta condición que otras. Aunque a día de hoy no se sabe bien por qué ocurre y el vínculo genético que existe y así poder desarrollar tratamientos adecuados.
Existen algunas causas subyacentes que pueden provocar esta condición. Algunas de estas causas son:
-El embarazo. Los cambios hormonales en el embarazo pueden provocar cambios en el sentido del olfato. La mayoría de las mujeres embarazadas experimentan una sensibilidad mayor en el olfato durante el primer trimestre de embarazo. En estos casos las mujeres pueden desarrollar también náuseas y vómitos. Desaparece cuando el nivel de hormonas se regula.
-Trastornos autoinmunes. Puede ocurrir cuando los riñones no funcionan bien, con la enfermedad de Addison (un trastorno de la glándula suprarrenal).El lupus eritematoso sistémico también afecta el sentido del olfato, principalmente debido a su impacto en el sistema nervioso.
-Enfermedad de Lyme. El 50% de las personas que tienen esta enfermedad (transmitida por garrapatas) pueden desarrollar esta enfermedad. La forma en que esta enfermedad afecta al sistema nervioso puede contribuir a que se produzca el cambio en el olfato.
-Afecciones neurológicas. Existen algunas afecciones neurológicas que pueden causar hiperosmia, como por ejemplo: padecer epilepsia, Alzheimer, esclerosis múltiple, pólipos, tumores en la nariz o en el cráneo, la enfermada de Parkinson.
-Medicamentos recetados. Algunos medicamentos también pueden afectar al sentido del olfato. La mayoría de los medicamentos pueden hacer que se sientan los olores más fuertes. Si cuando te estés tomando un medicamento experimentas que hablar con tu médico y explicarle qué te pasa.
-Diabetes. En algunos casos la diabetes de tupo 1 puede causar hiperosmia, esto ocurre cuando la diabetes no está bien tratada.
-Deficiencias nutricionales. Algunas deficiencias nutricionales como la falta de B-12 pueden afectar al sentido del olfato y dañar seriamente el sistema nervioso.
Diagnóstico y tratamiento
Si has experimentado un cambio en el sentido de tu olfato deberás valorar si tienes síntomas añadidos, pero en cualquier caso deberás acudir a tu médico. Te realizará un examen físico completo y si la causa no está clara, es posible que te haga más pruebas hasta encontrar lo que te ocurre exactamente. Puede que te pida hacer un análisis de sangre y resonancia magnética.
El tratamiento de la hiperosmia depende en gran medida de la causa. En muchos casos, el mejor tratamiento para la hiperosmia es evitar los olores que lo causan. Los olores desencadenantes pueden variar de una persona a otra, pero pueden incluir olores químicos fuertes y determinados alimentos. Cuando no es posible evitar el olor, una persona puede encontrar que es útil masticar chicle de menta o chupar caramelos hasta que pueda alejar de la causa del mal olor.
Un médico puede recetar medicamentos para tratar las afecciones subyacentes que causan hiperosmia. A veces se necesita cirugía si la causa son quistes o tumores en la nariz o en el cráneo.