Si eres mujer seguramente no le des demasiada importancia al tipo de mama que tienes. Sin embargo el conocer el tipo de mama es clave a la hora de detectar a tiempo alguna clase de patología como es el caso del cáncer. Acto seguido te hablamos más detalladamente de las clases de mamas que hay y de cómo saber la que tienes.
Cómo son las mamas
Las mamas están en su gran totalidad por dos tipos de tejidos:
El tejido graso que se compone de células que acumulan lípidos. Dicho tejido tiene la principal función de proteger los senos.
El otro tejido es el mamario y está formado por lóbulos que se encargan de producir leche materna y de esta manera poder alimentar al bebé.
La gran mayoría de los tumores de mama se forman en la glándula mamaria y se clasifican según en el lugar de la mama en el que se hayan creado u originado.
Cómo conocer el tipo de mama
Una mujer puede conocer el tipo de mama que tiene gracias a una mamografía. Si la grasa del tejido es negra, la mama es de tejido graso mientras que si la grasa es blanca el tejido es mamario. Es por ello que es esencial el hacerse controles de la mama cada cierto tiempo. En función de la cantidad de grasa que se tenga, hay cuatro tipos de mama:
- En el tipo A la mayoría de grasa es negra y el tejido es adiposo.
- En el tipo B la mama tiene una buena cantidad de grasa aunque hay partes con tejido fibroso.
- En las de tipo C predomina el tejido mamario aunque puede haber pequeñas zonas de grasa.
- En el tipo D, el tejido es prácticamente mamario y se ve blanco.
Al realizarse una mamografía, se puede observar una escala que va del negro al blanco. Cuanto más negra es la mamografía, más grasa tiene la mama. Si por el contrario es más blanca, más densa es la mama.
Las mamas cambian con el paso de los años
Conforme la mujer va cumpliendo años, la mama se va volviendo cada vez más grasa y las mamografías salen cada vez más negras. Es por ello que los tipos A y B son mucho más comunes en las mujeres de avanzada edad, mientras que por el contrario los tipos C y D son más comunes en las mujeres jóvenes o de poca edad.
Por otra parte hay que recalcar que las mujeres con mamas densas del tipo C y D tienen muchas más probabilidades de sufrir un cáncer de mama que aquellas mujeres que tienen las mamas con más tejido graso. Por si esto no fuera suficiente, si las mamas son densas cuesta mucho más trabajo el detectar si hay un tumor.
Controles según el tipo de mama
El tipo de controles que se va a hacer la mujer va a variar en gran medida según sea la clase de mama. En el caso de tener la mama demasiado densa sin casi nada de grasa, la mujer en cuestión debe hacerse una mamografía y una ecografía. En el caso de tener una mama del tipo A o B, basta con hacerse una mamografía para observar que todo va perfecto y sin problema alguno.
Los expertos aconsejan el hacerse una mamografía al año a partir de los 40 años y completarla con una ecografía en el caso de que las mamas sean demasiado densas.
Como has podido ver, saber el tipo o clase de mama es muy importante para cualquier mujer. Es esencial a la hora de realizar una mamografía y poder detectar de esta manera posibles patologías como es el caso de los tumores de mama.