La adolescencia es una etapa realmente importante para cualquier persona ya que supone una serie de cambios tanto físicos como emocionales que marcarán la vida de dichas personas. Uno de los grandes problemas de dicha etapa de la vida es el torrente de emociones que sufren dichos adolescentes y que pueden dar lugar a que haya cierto descontrol de la ira. A continuación te hablo de la ira en la adolescencia y de cómo es posible controlarla para evitar futuros problemas.
La ira y la agresividad
Según los expertos en el tema la ira se puede mostrar de dos maneras totalmente diferentes:
- La ira inhibida es aquella que se da en una situación de tensión y la persona no es capaz de expresar lo que opina o piensa. Ello provoca que la autoestima baje en exceso y el problema se vaya hinchando hasta que explota y aparece la temida ira.
- La ira explosiva se da en una situación de tensión y la persona explota hasta el punto de volverse muy violento tanto física como verbalmente.
Como has podido ver la presencia de la ira se debe entre otros factores a una gran agresividad por parte de la persona que sufre dicho episodio de ira.
La importancia de la relajación
La pérdida de control es uno de los factores que hacen que muchos de los adolescentes tengan diversos ataques de ira. Dicha pérdida de control es progresiva y va en aumento hasta que se llega a la violencia física o verbal. Para evitar llegar a tal extremo para luego arrepentirse lo mejor es contar hasta diez y realizar diversas técnicas de relajación que ayuden a apaciguar la ira.
Cada persona debe utilizar la técnica de relajación que mejor le vaya y que le permite enterrar la ira. Puede ser desde escuchar música hasta salir a hacer un poco de deporte. Todo vale con tal de relajarse y evitar que todo se descontrole hasta que sea demasiado tarde. Los expertos recomiendan el coger papel y lápiz y escribir todo lo que se pase por la cabeza en ese momento de tanta ira. Es una buena forma de plasmar por escrito todo lo que uno piensa y siente.
Consecuencias de no controlar de la ira
El no saber controlar la ira puede provocar en los adolescentes diversos problemas que pueden llegar a afectar muy seriamente a su salud además de perjudicar gravemente a la hora de relacionarse con otras personas. A nadie le gusta estar cerca de una persona que está en permanente estado de ira.
Otra de las consecuencias de no controlar la ira es que dicha explosión de violencia va a generar mucha más ira, lo que perjudica seriamente la vida del adolescente además de dañar al entorno más cercano del joven. Si el problema va a más y la ira está presente de manera habitual, es aconsejable el pedir ayuda a un especialista con el fin de que pueda tratar al adolescente. Lo primero que hay que hacer es descubrir el origen de tal ira y partir de ahí enseñarle diversas técnicas para poder relajarse. Es importante el ayudar al adolescente y evitar que haga más daño a los demás y a su persona.
Por desgracia se trata de un problema bastante actual y que cada vez afecta más a los adolescentes. La ira está presente a todas horas y es un problema más grave de lo que realmente pueda parecer. Recuerda que si tu hijo o algún conocido tienen continuos ataques de ira debes acudir lo más rápido posible a un especialista para evitar que el problema se agrave y sea demasiado tarde para actuar.