De nuevo la población se despierta con el temor ante una nueva alerta sanitaria, en este caso, producida por la toxina botulínica que se ha encontrado en unas latas de conserva que distribuye una importante cadena de supermercados en España.
Cuando todavía no se ha resuelto la crisis por la listeriosis, que cada día afecta a más personas en todo el país y la cuál está produciendo graves consecuencias entre la población. De nuevo saltan todas las alarmas, y es que, según ha informado la Agencia Española de Sanidad Alimentaria y Nutrición (AESAN), se han producido varios casos de intoxicación por toxina botulínica entre varios miembros de una familia.
¿Qué es la toxina botulínica?
Quizá estás más acostumbrado a escuchar la palabra bótox, ya que desde hace décadas, celebridades, famosas e incluso personas no tan famosas, hacen uso de este producto para disimular el paso del tiempo en su piel. Pero, ¿ alguna vez te has preguntado cómo se produce el bótox ?
Pues bien, el bótox no es ni más ni menos que el nombre comercial que se utiliza en la medicina estética a la toxina botulínica. Esta toxina, está producida por una bacteria llamada "Clostridium botulinum". Se trata de una neurotoxina muy peligrosa, pues no en vano es conocida como el veneno más peligroso que existe. Al tratarse una neurotoxina, sus efectos se centran en el sistema nervioso central, lo que afecta a todas las funciones neurológicas del organismo.
A pesar de ser una sustancia tan peligrosa, se utiliza frecuentemente en el tratamiento de algunas enfermedades que afectan al sistema nervioso central. Además del mencionado uso estético, puesto que una de las propiedades de la toxina botulínica es la de producir parálisis muscular.
El principal problema de la toxina botulínica se encuentra al ser ingerida, sus efectos en el organismo pueden ser muy graves
, incluso letales en muchos casos. Ese efecto tan agresivo que produce la parálisis muscular, puede producir la incapacidad para respirar con normalidad, lo que puede causar la muerte en algunos casos.
La bacteria que produce el botulismo puede llegar a los alimentos de diversas formas, ya que se encuentra presente en las aguas no tratadas o en el suelo. Además, los alimentos que se encuentran en mal estado o que no siguen las normativas exigidas en cuanto a su producción, pueden contaminarse gravemente, produciendo un importante brote entre la población.
Los efectos de la toxina botulínica en el organismo
El botulismo e s una enfermedad considerada grave, puesto que aunque la persona afectada ingiera una mínima cantidad de la toxina botulínica, los efectos pueden resultar muy graves.
La bacteria que produce el botulismo, puede acceder al organismo a través del consumo de ciertos alimentos que no se han conservado de forma correcta, pero también a través de heridas y lesiones producidas en la piel.
En el caso de los alimentos, la bacteria se reproduce como consecuencia de un mal proceso de conservación, lo que afecta principalmente a los productos que se comercializan enlatados, como es el caso de las latas de atún vendidas por el mencionado supermercado que distribuye sus productos no solo en España. Esta cadena de supermercados tiene tiendas y franquicias repartidas por todo el país, además de Portugal, Argentina, Brasil y China.
La intoxicación producida por la toxina botulínica es realmente grave, puesto que se trata de un importante veneno que puede causar la muerte si no se trata con rapidez. Los síntomas generalmente se manifiestan pasadas unas horas después de haber ingerido el alimento contaminado, pudiendo aparecer entre las 8 y las 36 horas después.
Estos son los síntomas producidos por una intoxicación por toxina botulínica:
- Cólicos abdominales, vómitos y diarrea
- Fatiga, falta de energía y la sensación de debilidad física
- Problemas para hablar o tragar los alimentos con normalidad
- Visión borrosa
- Problemas para respirar
- Parálisis que puede presentarse en cualquier parte del cuerpo
Los bebés y los niños pequeños también pueden intoxicarse con la toxina botulínica. Al ser tan pequeños no consumen alimentos enlatados, como los que han causado el reciente brote de botulismo en España. No obstante, esta bacteria está presente en otros alimentos que pueden resultar gravemente venenosos para los niños más pequeños.
La toxina botulínica está presente en productos como la miel, por lo que nunca debes darle este alimento a tu bebé. No obstante, tu hijo puede intoxicarse con esta toxina de otras formas, por lo que debes estar alerta ante los siguientes síntomas :
- Babeo
- Respiración lenta o muy débil
- Problemas para mamar o succionar con normalidad
- Llanto muy débil, poco frecuente en bebés que generalmente lloran con mucha intensidad
- Debilidad muscular
Si observas estos síntomas en ti mismo o en cualquiera de los miembros de tu familia, especialmente en bebés y personas de la tercera edad, acude inmediatamente a los servicios de urgencia. Quizá se trate de cualquier otro problema común, como una gastroenteritis.
Sin embargo, los recientes brotes de enfermedades tan graves causados por intoxicación alimentaria como el caso del botulismo o la listeriosis, deben ser tratados con la mayor rapidez.
Cómo ves, a pesar de que en España existen grandes medidas en cuanto a la fabricación y el proceso de los alimentos y productos de alimentación, aún es posible que existan problemas como los surgidos en los últimos días. Por ello, es esencial que las fábricas cuenten con todas las medidas exigidas, ya que al no hacerlo, una simple lata de atún puede convertirse en un veneno letal.
Incluso, muchas personas realizan conservas de forma casera y ello también supone un grave riesgo para la salud si no se toman todas las medidas de seguridad. Si te gusta producir tus propias conservas en casa, es esencial que sigas todos los consejos sobre los distintos métodos de conservación caseros. Extremando siempre las medidas de higiene, de todos las herramientas que utilices, de los propios alimentos y de tus manos que manipulan los alimentos.