A continuación te contamos en qué consiste la lesión de desgarro del manguito rotador. Es importante conocerla ya que es una de las lesiones más comunes del hombro. Cuánto más sepamos sobre ella más fácil será identificarla y acudir a un profesional sanitario que nos proporcione el tratamiento adecuado.
¿Qué es el manguito rotador?
Antes de saber en que consiste la lesión de desgarro del manguito rotador debemos saber cómo se conforma esta estructura.
El manguito rodador está integrado por 4 músculos o tendones que rodean la cabeza del húmero y conforman gran parte de la articulación del hombro. Al estar estrechamente limitadores por estructuras óseas a la larga la constante fricción que producen los movimientos de los tendones bajo el hueso puede provocar el daño.
¿Cómo se puede producir el daño?
Como ocurre en otro tipo de lesiones el daño puede producirse fundamentalmente de dos formas.
En primer lugar, de forma aguda o traumática. Por ejemplo, una caída sobre el hombro puede hacer que nuestro hombro ascienda de forma abrupta y al chocar contra el hueso se produzca el desgarro del músculo. También es posible el daño al coger un peso excesivo o secundario a una luxación de hombro.
En segundo lugar, y la forma más frecuente, es la crónica. Esta lesión tiene unas características determinadas que son importantes de identificar para saber que tienes una lesión.
El daño que se produce no es siempre el mismo. No siempre será una rotura o desgarro completo. En su espectro más leve podemos encontrarnos con una tendinitis o inflamación.
¿Cuáles son los síntomas de la lesión?
Es característico de una lesión de desgarro del manguito rotador es un dolor en la zona del hombro que se irradia por la parte externa del brazo hacia abajo o bien hacia la zona del pectoral. Que sea proyecto más al interior o al exterior dependerá de los tendones que estén afectados en cada caso.
Además de este tipo de dolor, son aún más comunes el dolor nocturno y el dolor asociado al movimiento de la articulación. Estos tipos de dolor llevan asociadas otro tipo de limitaciones. Por un lado, alterarán el descanso lo que provocará fatiga, dificultará la recuperación y llevará a otras molestias cotidianas. El dolor asociado al movimiento del hombro conllevará que se limiten los movimientos que la persona puede hacer.
Tanto el impacto sobre el sueño como sobre el movimiento puede suponer una fuente extra de estrés y frustración. Si hablamos de una lesión crónica significa que son personas con una edad adulta tardía que podrían tener otros problemas de salud. La acumulación de problemas de salud supone un carga psicológica importante que retroalimenta toda la problemática física.
Nos encontraríamos ante una lesión algo más difícil si escuchamos un chasquido o crepitación a la hora de mover el hombro. Eso puede deberse a una rotura de los tendones o por una artrosis.
Además de la pérdida progresiva de movimiento, esta lesión puede provocar la pérdida de fuera aguda o progresiva del brazo en el que el hombro está afectado.
¿Cómo es la exploración corporal?
A veces, antes de acudir al profesional nos preocupa cuáles serán las pruebas necesarias para el diagnóstico. En el caso de la lesión de desgarro del manguito rotador lo principal es un análisis del movimiento:
- Exploración visual superficial de la posición del hombro. Es importante recordar que la posición adecuada del hombro es hacia atrás. Muchos tendemos a encorvarlos hacia adelante pero para un examen adecuado es importante una postura adecuada.
- Análisis de la movilidad. Si esta es completa y si existe dolor durante la misma. Durante las rotaciones siempre se comparará con el hombro sano.
- Posiciones específicas para detectar el lugar específico de la lesión.
Según la gravedad de la lesión la exploración puede resultar más o menos molesta. En el caso de duda puede que el especialista pida alguna otra prueba como una ecografía o una resonancia magnética nuclear.
¿Cuál es el tratamiento?
Este dependerá de la gravedad. No será igual de invasivo el tratamiento para una tendinitis o inflamación que para una lesión de desgarro del maguito rotador o rotura completa.
En la mayoría de los casos, que son los de menor gravedad, el tratamiento consistirá en una corrección de la actividad postural y la práctica de ejercicios para fortalecer y recuperar la musculatura lesionada.
El objetivo será buscar la mejor movilidad del hombro lo que puede que requiera en un primer momento disminuir su actividad y mantener un tiempo de reposo que permita que se produzca la recuperación.
Un tratamiento a considerar cuando la lesión es algo más importante y, en consecuencia el dolor, son las infiltraciones generalmente de anestésico local y corticoides que ayudan a disminuir la inflamación. Cuando la intensidad del dolor es alta e impide el sueño es necesario buscar vías que permitan iniciar la recuperación.
Existen riesgos ante el uso de estos fármacos que exceda ciertos límites. Por lo que los profesionales recomiendan no dar más de dos o tres inyecciones. En caso de que no mejoren las situación será necesario buscar una alterantiva de tratamiento.
El tratamiento quirúrjico se reserva para aquellos casos en los que no hay respuesta a tratamientos menos invasivos o se sabe que va a ser peor para el paciente.