La condromalacia rotuliana es una lesión frecuente de la rodilla. Fue descrita por primera vez por Koenig en 1924, aunque algunos autores indican que este término ya se había usado en Alemania desde 1917; etimológicamente significa reblandecimiento del cartílago articular de la rótula. La condromalacia patelar o condritis rotuliana es una enfermedad que se caracteriza por la degeneración de la superficie del cartílago, constituyendo la cápsula posterior de la rótula. Un término más preciso para la condromalacia rotuliana es el síndrome de dolor patelofemoral.
Esta enfermedad es bastante común entre adultos jóvenes, especialmente deportistas como jugadores de baloncesto, voley, fútbol, ciclistas, karatecas, tenistas, remeros, bailarines de ballet y corredores. Alpinistas y jugadores de rugby son propensos a sufrir esta enfermedad debido a los esfuerzos y pesos que realizan las rodillas en esas actividades.
Causas
Su origen se debe a varios factores. Puede generarse a partir de:
- una lesión aguda de la rótula
- la fricción crónica entre la rótula y la articulación del fémur al mover la rodilla
- alteraciones en la alineación de la rótula
- procesos de tipo degenerativo
- traumatismos
- sobrepeso
- sinovitis de larga duración
- pronación del pie
- antecedentes genéticos.
Síntomas
Las personas que padecen esta enfermedad refieren un dolor mal definido, sordo, en la parte delantera de la rodilla, por detrás de la rótula, que empeora al bajar escaleras y con una flexión prolongada. Otro síntoma común es la crepitación o sonido que produce la rodilla al flexionarla. Algunas personas describen un bloqueo de la rótula, la sensación de roce al mover la rodilla o presentan inflamación.
En la condromalacia rotuliana existen varios grados para determinar la evolución de la misma:
- Grado 1: en el que existe edema y el cartílago rotuliano ya está reblandecido.
- Grado 2: Fibrilación o alteración en la superficie del cartílago. Esto se ve en las artroscopias.
- Grado 3: fisuración, existiendo ya hendiduras que alcanzan las capas más profundas.
- Grado 4: ulceración, agravándose las hendiduras anteriores.
- Grado 5: eburnación, debido a la profundización de la ulceración se llega a afectar el hueso subcondral que tenderá a hipertrofiarse como en la artrosis.
Tratamiento
El médico hará un examen físico para buscar signos de condromalacia rotuliana, comparando la rodilla sana con la rodilla con lesión, buscando hinchazón o deformidad; puede pedir estudios como Rayos X, Tomografía Computarizada o Resonancia Magnética para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento de esta enfermedad comienza con tratamientos muy sencillos hasta llegar a los más complejos en casos extremos.
Farmacología
Inicialmente, el tratamiento incluye analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos para el dolor, como la aspirina o el ibuprofeno. El Condrosan es un medicamento específico que también nos recomendarán para regenerar el cartílago.
Terapia
El médico de cabecera puede derivarle al fisioterapeuta, quien trabajará con:
- Ejercicios de rehabilitación: estos ejercicios específicos fortalecerán los músculos que sostienen las rodillas y la alineación de la misma, tales como los cuádriceps, los isquiotibiales y los músculos alrededor de sus caderas.
- Aparatos de apoyo: Los refuerzos en las rodillas ayudarán a proteger la articulación y mejorar la alineación de la rótula.
- Hielo: la aplicación de hielo sobre la rodilla después del ejercicio evitará una inflamación y el agravamiento de la lesión.
- Deportes suaves con la rodilla: durante la recuperación, es recomendable no practicar deportes o actividaes agresivas con las rodillas, sustituyéndolas por otras más suaves como el ciclismo y la natación.
Cirugía
Cuando la terapia no funciona en casos extremos, se realiza la cirugía:
- Artroscopia: durante este procedimiento, el médico inserta un artroscopio, un dispositivo de lápiz delgado equipado con una lente de la cámara y la luz, en la rodilla a través de una pequeña incisión. Los instrumentos quirúrgicos se hacen pasar a través del artroscopio para eliminar los fragmentos de cartílago dañado.
- Realineación: en los casos más graves, puede ser necesario operar en la rodilla para realinear el ángulo de la rótula o aliviar la presión sobre el cartílago.
Prevención
Descansar las rodillas tanto como sea posible y evitar las actividades agresivas que pueden provocar lesiones en la rótula son los puntos de partida para prevenir esta enfermedad.
- Calentamiento: realizar un calentamiento y estiramiento antes de hacer actividades deportivas evita que se produzcan lesiones.
- Aumentar de manera gradual la intensidad: en los programas de entrenamiento se recomienza aumentar la intensidad del mismo para no sobrecargar músculos y articulaciones desde el comienzo, evitando nuevamente lesiones.
- Usar calzado adecuado: usar calzado cómodo y que se ajuste a bien a los pies y al deporte a realizar evita problemas con la alineación del pie disminuyendo el riesgo de lesiones de rodilla.
- Usar protectores de rodilla: si se realiza habitualmente movimientos en los que la rodilla tiene mucha actividad o soporta una carga importante de trabajo o peso es importante el uso de rodilleras acordes con el uso y protección requeridos.