La levofloxacina es un medicamento que se suele recetar para tratar diversas afección. Realmente, la levofloxacina se trata de un antibiótico de amplio espectro, es decir, que actúa contra un gran número de bacterias. Este antibiótico pertenece concretamente a los medicamentos del grupo de las quinolonas, y más concretamente de las fluoquinolonas. Debido a sus posibles efectos secundarios, la levofloxacina suele ser utilizada para tratar ciertas infecciones solo en el que caso de que no haya otras opciones disponibles.
Para qué sirve la levofloxacina
Como hemos dicho antes, la levofloxacina es un medicamento que se utiliza para diversas enfermedades, sin embargo, se utiliza sobre todo para combatir infecciones leves, moderadas o en algunos casos más graves. Algunas de las infecciones más comunes cuyo tratamiento suele requerir el consumo de lovofloxacina son:
- Neumonía : La neumonía es la enfermedad para la que más se suele recetar la levofloxacina. Se trata de una infección causada por un virus o una bacteria que ataca a los pulmones y causa una inflamación en los mismos. Además, la neumonía se caracteriza por la presencia de fiebre alta, escalofríos, dolor intenso en el costado afectado del tórax, tos y expectoración. Con la levofloxacina se intenta eliminar la inflamación de los pulmones debido a la infección de un virus o una bacteria y así acabar con los síntomas que esto provoca.
- Bronquitis : La bronquitis es la inflamación de los conductos bronquiales, es decir, de las vías respiratorias que llevan oxígeno a sus pulmones. Esta afección suele causar tos con mucosidad abundante, dificultad para respirar, jadeo, fiebre baja y presión en el pecho. En los casos en los que la bronquitis se vuelve crónica, se suelen recurrir a la levofloxacina en su tratamiento ya que reduce la inflamación permitiendo abrir las vías respiratorias y eliminar la mucosidad.
- Sinusitis aguda : la sinusitis aguda es una infección bacteriana que ataca a las nariz. Suele estar causada por un resfriado y provoca una inflamación de los senos paranasales, lo que impide la correcta respiración e interfiere en el drenaje y provoca la acumulación de la mucosidad. Otros de los síntomas comunes de la sinusitis aguda puede ser la hinchazón de la zona de alrededor de los ojos y la cara, dolor facial o incluso dolor de cabeza. La levofloxacina se suele recetar para tratar la sinusitis aguda ya que este medicamento ayuda a la eliminación de la infección y por tanto a reducción de la inflamación que impide o dificulta la respiración.
- Infecciones del tracto urinario : la levofloxacina es un medicamento que se utiliza también para tratar diferentes enfermedades relacionadas con el tracto urinario y concretamente con la vejiga, riñones, uréteres y uretra. En el caso de este tipo de infecciones, la levofloxacina se suele recetar cuando se trata de infecciones bastante complicadas que no han mejorado con otros medicamentos.
- Ántrax : el ántrax es una grave infección causada por el Bacillus anthracis, un microbio que vive en la tierra. Aunque esta suele ser una enfermedad que afecta más a los animales, también puede afectar a las personas quienes pueden infectarse por vía cutánea afectando a la piel, gastrointestinal afectando al sistema digestivo o por inhalación afectando a los pulmones. Uno de los medicamentos que suele utilizar para combatir el ántrax es la levofloxacina.
- Infecciones de piel y tejidos blandos : aunque es menos común, la levofloxacina también puede ser recetada para tratar infecciones de la piel o de tejidos blandos como pueden ser el caso de algún absceso, furúnculos, heridas infectadas o pioderma, entre otras. Este tipo de infecciones suelen ser menos agresivas por lo que no se suele utilizar un medicamento tan fuerte como la levofloxacina pero todo dependerá de la gravedad y de cómo reacciones el organismo de cada persona.
Cómo tomar levofloxacino
Al igual que se debe hace con todos los medicamentos, antes de consumir levofloxacina hay que acudir a un médico o especialista y seguir las pautas que este dicte para el consumo de dicho medicamento. La levofloxacina se puede consumir por vía oral, intravenosa u oftálmica, la más común es la vía oral a través de comprimidos de 500 mg. La dosis recomendada en adultos suele ser de 1 a 2 comprimidos diarios durante 7 o 14 días, el tiempo lo estimara el médico dependiendo de la gravedad de la infección pero en ningún caso es recomendable que el consumo de levofloxacina supere los 14 días.
Es consejable tomar la dosis de levofloxacina a la misma hora todos los días, de esta forma, se empezará a notar cierta mejoría durante los primeros días del tratamiento. Es muy importante que se sigan las pautas marcadas por el médico y que no se suspenda el tratamiento sin consultar con este a menos que presente algunos de los efectos secundarios que puede producir en el organismo el consumo de este medicamento.
Posibles efectos secundarios
La levofloxacina es un antibiótico que suele presentar un gran número de efectos secundarios y por ese motivo no suele ser recetado a menos que no haya otra opción. Eso sí, el hecho de que su consumo pueda conllevar un gran número de efectos secundario no significa que cumpla peor con su función o que sea menos efectivo que otros medicamentos de su mismo grupo. Algunos de los efectos secundarios más comunes que puede presentar el consumo de levofloxacina son:
- Náuseas.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Dolor de estómago.
- Estreñimiento.
- Acidez.
- Picazón vaginal o secreción vaginal.
Si se presenta algunos de los síntomas anteriores y estos persisten durante el consumo de levofloxacina es necesario informar al médico. Además de dichos síntomas se pueden presentar otros efectos secundarios, menos comunes pero más severos, ante los cuales sería necesario cesar la toma del medicamento y buscar ayuda médica enseguida. Algunos de esos efectos secundarios son:
- Diarrea intensa que pueda ocurrir con o sin fiebre y calambres estomacales.
- Sarpullido.
- Descamación o ampollas en la piel.
- Inflamación de los ojos, el rostro, la boca, los labios, la lengua, la garganta, las manos, los pies, los tobillos o la parte inferior de las piernas.
- Sed o hambre intensa.
- Desmayos o pérdida del conocimiento.
- Convulsiones.
- Sangrado o moretones inusuales.
- Dolor repentino en el pecho, el estómago o la espalda.
- Hinchazón o desgaste de un tendón, especialmente si se toma algún medicamento esteroide, o si tiene un trasplante de riñón, corazón, o pulmón.