Cuando quieres quedarte embarazada pero no puedes y alguien de tu alrededor sí lo está, es posible que sientas celos y envidia. No te sientas mal por esto, es bastante normal que te ocurra. La envidia es una emoción normal. No eres una mala persona, amigo o familiar por sentir las punzadas de los celos.
Comprender los pensamientos subyacentes que alimentan los sentimientos celosos puede ayudarte a comprenderte mejor a ti mismo e incluso a reducir estos sentimientos incómodos. ¿Por qué quedan embarazadas las mujeres que "ni siquiera lo intentaban"? ¿Por qué tu. compañera de trabajo se queda embarazada accidentalmente cuando tú no puedes quedar embarazada deliberadamente durante meses o años? ¿Por qué tu vecina, que crees que es una madre terrible, puede tener a los niños con facilidad, pero tú, que crees que serías una madre asombrosa, no puedes concebir sin importar cuánto lo intentes?
¿Cómo se atreve a quejarse?
Que te quedes embarazada no depende de cuanto lo intentes, ni de si serías un buen padre o no. Nada despierta más los celos e ira que cuando un amigo afortunado comienza a quejarse de las náuseas matutinas... O tener que despertarse con el bebé a media noche... ¡tú darías lo que fuese por estar en su piel? ¿Cómo se atreve a quejarse cuando tú harías eso gustosamente?
Pero bueno, es necesario tener en cuenta que si te quedas embarazada, también querrías quejarte. El embarazo y la paternidad/maternidad temprana no son fáciles. Mantener las luchas en secreto no es bueno para la salud mental y por eso muchos padres se quejan habitualmente. De hecho, haber experimentado infertilidad lo pone en mayor riesgo de desarrollar depresión postparto.
Cuando escuches a tu amigo quejarse, recuerda que hacerlo sobre el embarazo y el período del recién nacido también es parte de la experiencia. No es que no aprecien lo que tienen, lo hacen. Ellos también les encanta hablar sobre ello. Además, piensa que el embarazo y la nueva maternidad son tanto una bendición como una experiencia difícil de atravesar.
Quejarse no es una señal de que no lo aprecien, es parte de la realidad del embarazo y la crianza de los hijos.
¿Por qué ella y no yo?
Esta pregunta es la tristeza de lo que viene detrás de los celos. La envidia se presenta como ira y la pena es el disfraz oculto. En muchos sentidos, es más fácil sentir envidia y dirigir tus sentimientos difíciles hacia el exterior con rabia que mirar hacia adentro y reconocer la tristeza que sientes en tu interior.
Los celos son menos sobre el embarazo de tu amigo o miembro de la familia, y más sobre tu propio dolor por la infertilidad. La infertilidad es una enfermedad frustrante y difícil de enfrentar. Sentir tristeza, enfado, pena y miedo es común y normal.
La ira especialmente es una emoción que le gusta un objetivo. Si te sientes enfadado por la infertilidad, dirigir esa rabia a una compañera de trabajo que se queda embarazada puede ser más fácil que dirigirte al universo para no repartirte las tarjetas de embarazo que esperabas.
Puedes protegerte de los celos
Cuando estás en medio de los celos del embarazo, a veces necesitas tomar medidas para disminuir tu exposición a los desencadenantes y evitar pasarlo tan mal. Algunas cosas que puedes tener en cuenta son:
- Ocultar todos los mensajes del estado de Facebook de tu amiga embarazada
- No ir a la invitación del baby shower
- Pídeles que no hablen sobre el embarazo delante de ti
También debes aprender a dejar marchar esa envidia para sentirte mejor. Es posible que tengas que volver a dejarlo marchar de tu mente una y otra vez. Pero ser capaz de hacerlo es importante para tu salud mental. Llega un momento en que te aíslas para evitar el embarazo de otros. Los celos crearán más daño que bien en tu interior. Los celos pueden:
- Hacer que no seas la mejor tía
- Aislarte de las personas que quieren
- Que te sientas sola
- Que sientas vergüenza
- Que necesites asesoramiento profesional para poder enfrentarte a tu tristeza interior
Para hacer frente a estos sentimientos:
- Habla con alguien de confianza
- Escribe tus penas en un diario
- Trabaja en el pensamiento positivo