Cuando nos planteamos llevar un estilo de vida saludable o cuando queremos perder ese par de kilos que nos sobran siempre vamos directos a buscar qué dieta hacer. Creemos que el hecho de tener un menú confeccionado con alimentos sanos y que estén libres de grasas e hidratos de carbono es suficiente. Hay veces que no es necesario pasar por una dieta estricta, que puede hacernos desfallecer de nuestro propósito en unos días, basta con cocinar de otra manera.
Tendemos a creer que hay algunos alimentos que engordan y que están prohibidos para una persona que quiere adelgazar o simplemente seguir una alimentación más saludable. Pero no siempre es así, hay veces que lo único que necesitamos es cambiar nuestras costumbres a la hora de cocinar para comprobar que la ropa que antes nos quedaba apretada ahora nos queda algo holgada. Además, esto nos ayudará con los problema de colesterol, y también será una vía para prevenir futuras enfermedades.
Las patatas, los huevos o la pasta entran dentro del grupo de alimentos prohibidos para quienes quieren perder peso, cuando no tiene porqué ser así. Lo que está prohibido son las patatas fritas, los huevos fritos -acompañados de su inseparable pan- y la pasta con salsa, sobre todo si es comercial. Si lo que hacemos es consumir estos productos al horno, cocidos o sin un aderezo excesivamente calórico podemos incluirlos en nuestra dieta sin mayor problema.
La clave está en saber cómo se han de cocinar los alimentos para que resulten saludables. Para ello huiremos de cosas como rebozados, aceites y grasas en exceso, y las ya comentadas anteriormente salsas. Antes de entrar en faena, deciros que el horno y los productos para cocinar al vapor se convertirán en vuestros mejores amigos si seguís un estilo de cocinar saludable.
En el artículo de hoy desde Bekia nos hemos propuesto realizar un ránking con los modos más saludables de cocinar los alimentos. Iremos del más sano al menos sano, para que no haya lugar a dudas, aunque hay que tener en cuenta que determinados alimentos no admiten una u otras formas de ser cocinados, por lo que debéis tenerlo en cuenta.
Consumir alimentos crudos
Consumir los alimentos crudos, tras haber sido pertinentemente lavados, es lo más sano. De este modo los nutrientes permanecen inalterables y llegan directamente a nuestro organismo. No cabe duda de que es la forma más saludable de comer, pero que tampoco se puede aplicar a todos los productos.
Así, es aplicable a las hortalizas, determinadas verduras y las frutas. Aprovecha para crear ensaladas o acompañamientos con todo lo que puedas imaginar y sin preparar ninguno de los alimentos. Introduce en ellos las frutas o tómalas como postre.
Sin embargo si lo que vamos a comer es carne, pescado e incluso huevos la opción de hacerlo en crudo no es del todo saludable. Y no a todo el mundo le gusta, por lo que es algo a tener en cuenta. No merece la pena comer algo cuando lo rechazamos, sobre todo existiendo otras formas saludables de cocinarlo.
El pescado o la carne cruda pueden contener parásitos que no son nada recomendables para el organismo. Sin embargo, esto no quiere decir que no se puedan consumir. Es bien conocido el éxito de algunas recetas como el sushi o el carpaccio, así que no existe un riesgo tan elevado como se pudiera pensar.
Y es que "matar" esos parásitos es fácil. Se consigue cocinándolos, pero si es precisamente lo que no queremos hacer, basta con no consumirlos frescos. Es decir comprar el pescado y la carne ya congelados o hacerlo nosotros en casa. El proceso de congelación acaba con esos parásitos.
El horno, lo más saludable
Si de lo que hablamos es de formas saludables de cocinar alimentos no cabe duda que la mejor es el horno. Al preparar los alimentos en el horno los podemos cocinar sin incorporarles grasas extras y manteniendo sus sabores. Numerosos productos como carnes y pescados se asan en el horno al tiempo que segregan su propia grasa o jugo, lo que también los hace más deliciosos.
El horno admite diversas formas de cocinar desde asado, papillote o con alguno de los nuevos útiles de silicona que podemos encontrar en el mercado. Todas ellas son formas que nos permiten mantener casi inalterables los nutrientes y conservar el sabor.
Hervido o al vapor
Los alimentos hervidos o cocinados al vapor son igual de saludables que aquellos que están preparados en el horno, pero hay diferencias. Para empezar, los nutrientes son menores cuando más tiempo se cocinan, por lo que si se hierven unas verduras durante un par de horas, prácticamente habrán desaparecido.
Además, al cocinar al vapor o hervir los alimentos éstos pierden parte de su sabor. Éste se vuelve algo más insípido para algunos paladares. Sin embargo esto puede salvarse condimentándolos de una forma saludable, con hierbas aromáticas, por ejemplo.
A la plancha y frito
Freír los alimentos es el modo menos saludable que existe de cocinarlos. Pero dentro de freír existen diversas vertientes, ya que no es lo mismo pasar un filete por la plancha que rebozarlo y freírlo en abundante aceite para que quede crujiente.
La plancha es una opción muy saludable, en la que las grasas están limitadas. Se debe tratar de sustituir por el modo tradicional de freír siempre que sea posible. Con una plancha adecuada bastará apenas un poco de aceite para cocinar los alimentos y que no se peguen y queden suculentos.
Un truco para no pasarnos con el aceite a utilizar es no volcarlo directamente de la botella a la sartén, sino usar una cuchara y en ella depositar el aceite, que después pasaremos a la sartén o la plancha. De este modo sabremos de verdad cuánta cantidad usamos para cocinar. Otra posibilidad es hacerse con un vaporizador de aceite. Con aplicar un par de vaporizaciones sobre la plancha bastará para preparar los alimentos.
Aunque uno puede pensar que solo se hacen a la plancha los filetes de carne o pescado lo cierto es que llega a sorprender la cantidad de alimentos que pueden freirse sin apenas utilizar aceite. Además de buena cantidad de carnes y pescados también está el marisco e, incluso, los huevos.
Aunque un wok no es lo mismo que una sartén, es otro de los instrumento que nos será de utilidad cuando buscamos cocinar de una manera saludable. Sirve para saltear verduras y fídeos sin apenas añadirles grasas. Podemos usar unas gotas de aceite de oliva o de soja -igual de recomebable- para evitar que se peguen los alimentos y queden deliciosos.