Los mecanismos de defensa son habituales en las personas con ansiedad y es buena idea conocer cuáles son los más comunes para identificar si a ti te ocurre y si es así, poder lidiar con ello y buscar las mejores formas de tratar tu ansiedad.
1. Desplazamiento
¿Alguna vez has tenido un mal día en el trabajo y luego te has ido a casa y has descargado tu frustración con familiares y amigos? Entonces has experimentado el mecanismo de defensa del ego del desplazamiento. El desplazamiento implica eliminar las frustraciones, sentimientos e impulsos sobre personas u objetos que son menos amenazadores para nosotros.
La agresión desplazada es un ejemplo común de este mecanismo de defensa. En lugar de expresar el enfado de manera que pueda llevar a consecuencias negativas (como discutir con el jefe), en cambio, se expresa el enfado hacia una persona u objeto que no representa una amenaza (como la pareja, los hijos o las mascotas).
2. Negación
La negación es probablemente uno de los mecanismos de defensa más conocidos, usado a menudo para describir situaciones en las que las personas parecen incapaces de enfrentar la realidad o admitir una verdad obvia. La negación es una negativa total a admitir o reconocer que algo ha ocurrido o está ocurriendo actualmente.
Los drogadictos o los alcohólicos a menudo niegan que tengan un problema, mientras que las víctimas de eventos traumáticos pueden negar realmente haya ocurrido. La negación funciona para proteger al ego de las cosas que el individuo no puede hacer frente. Si bien esto puede apaciguar la ansiedad o el dolor, la negación también requiere una inversión sustancial de energía. Las personas pueden negar las cosas porque sienten gran incomodidad como para poder enfrentarlo.
La negación puede implicar un rechazo total de la existencia de un hecho o realidad. En otros casos, podría implicar admitir que algo es cierto, pero minimizar su importancia. Algunas veces las personas aceptarán la realidad y la gravedad del hecho, pero negarán su propia responsabilidad y, en cambio, culparán a otras personas u otras fuerzas externas.
La adicción es uno de los ejemplos más conocidos de negación. Las personas que sufren un problema de abuso de sustancias a menudo niegan rotundamente que su comportamiento sea problemático. En otros casos, pueden admitir que consumen drogas o alcohol, pero afirman que este abuso de sustancias no es un problema.
3. Represión y supresión
La represión es otro mecanismo de defensa muy conocido. La represión actúa para mantener la información fuera de la conciencia consciente. Sin embargo, estos recuerdos no desaparecen y siguen influyendo en el comportamiento. Por ejemplo, una persona que ha reprimido los recuerdos de abuso sufrido de niño puede tener dificultades para formar relaciones con otras personas.
A veces lo hacemos conscientemente al eliminar la información no deseada de nuestra conciencia, que se conoce como supresión. En la mayoría de los casos, sin embargo, se cree que esta eliminación de los recuerdos que provocan ansiedad de nuestra conciencia ocurre inconscientemente.
4. Sublimación
La sublimación es un mecanismo de defensa que nos permite actuar ante impulsos inaceptables al convertir estos comportamientos en una forma más aceptable. Por ejemplo, una persona que experimenta una ira extrema puede comenzar a practicar el kick-boxing como un medio para descargar la frustración. Freud creía que la sublimación era una señal de madurez que permite a las personas funcionar normalmente de manera socialmente aceptable.
5. Proyección
La proyección es un mecanismo de defensa que implica tomar las propias cualidades o sentimientos inaceptables y atribuirlos a otras personas. Por ejemplo, si tienes un fuerte disgusto por alguien, en lugar de eso, puedes creer que no le gustas. La proyección funciona al permitir la expresión del deseo o impulso, pero de una manera que el ego no puede reconocer, por lo tanto, reduce la ansiedad.