Los medicamentos antimicóticos son aquellos que se toman con el fin de tratar aquellas infecciones causadas por los hongos. Su uso cada vez está más extendido entre la población y se puede adquirir de manera libre aunque hay algunos de estos medicamentos que solo se pueden administrar a través de prescripción médica. Los expertos en el tema desaconsejan el uso de dichos medicamentos debido a los innumerables efectos secundarios que tienen. Acto seguido te hablo un poco más de dichos medicamentos antimicóticos.
Los medicamentos antimicóticos
Estos medicamentos son conocidos también con el nombre de antifúngicos y son esenciales a la hora de combatir diversas afecciones de tipo infecciosas. El problema de dichos medicamentos es que suelen provocar numerosos efectos secundarios a la persona que los toma. Es por ello que los expertos en el tema aconsejan el tomar dichos medicamentos de una manera moderada y acudir a los mismos en caso de gran necesidad. 7
El fin de los medicamentos antimicóticos no es otro que el de frenar las infecciones provocadas por los hongos y reparar el daño celular que han podido causar dichos hongos. Cada medicamento es diferente y según la gravedad de la infección se consumirá uno u otro totalmente diferente.
Clases de medicamentos antimicóticos
Hay varios tipos de medicamentos antimicóticos que se van utilizar según la gravedad y la clase de infección a tratar:
- Los antimicóticos tópicos se usan para combatir infecciones propias de la piel como pueden ser los hongos en los pies. También son usados a la hora de tratar infecciones que se reproducen en la zona de la vagina. Entre los medicamentos tópicos más conocidos y utilizados cabe destacar entre otros el Clotrimzol o el Miconazol. Lo bueno de los antimicóticos tópicos es que no suelen provocar efectos secundarios importantes.
- Los antimicóticos orales se administran a la hora de tratar infecciones mucho más graves de la piel. En este caso cabe destacar el fluconazol que es usado para combatir la infección de la vagina o el ketoconazol que es utilizado para combatir infecciones graves en diversas zonas del cuerpo. A diferencia de los antimicóticos tópicos, los orales cuentan con el debe de que causan importantes efectos secundarios a la persona que los toma. De esta forma pueden sufrir vómitos, pérdida del apetito o problemas digestivos.
- Los antimicóticos por vía intravenosa son los menos conocidos de todos pero se usan con bastante frecuencia a la hora de tratar infecciones invasivas como puede ser el caso de aquellas personas que han sido sometidos a un trasplante de médula ósea. El uso de dichos medicamentos sólo se lleva a cabo cuando se sabe a ciencia cierta que los beneficios van a ser mayores a los riesgos y a sus efectos secundarios. Entre los efectos secundarios hay que destacar los fuertes dolores de cabeza, los vómitos o un cierto malestar general.
Alternativas naturales a los medicamentos antimicóticos
Como ya te he explicado anteriormente, los expertos no aconsejan el uso de dichos medicamentos a no ser que sea de urgente necesidad. Para evitarlos, hay una serie de productos naturales que pueden tener la misma eficacia de los antimicóticos y ayudarte a combatir las infecciones causadas por los hongos. Es el caso del aceite de citronela, el aceite de coco o el pachuli. No dudes en usar este tipo de productos naturales a la hora de tratar diversas infecciones provocada por hongos y evitar los efectos secundarios de los antimicóticos.
Los medicamentos antimicóticos no son aconsejables debido a los numerosos efectos secundarios que provocan por lo que hay que evitar la automedicación y acudir al médico para usarlos bajo prescripción médica. Recuerda que en el caso de utilizarlos es aconsejable el hacerlo de una manera moderada.