Aunque ninguna mujer lo piensa cuando está en su edad fértil, a todas les llegará la menopausia. Puede que llegue antes o después, pero siempre llega. La menopausia es el fin de la edad fértil de una mujer, es decir, que ya no podrá tener más hijos de manera natural porque sus óvulos ya no podrán ser fecundados.
La menopausia describe el final de la menstruación y el ciclo reproductivo en las mujeres. Es un proceso que generalmente ocurre entre las edades de 45 y 55 años, típicamente a la edad de 50 años. También puede ocurrir debido a la extirpación quirúrgica de los ovarios. Aunque el proceso de que ha llegado la menopausia es variable y las mujeres pueden experimentarlo de maneras muy diferentes, existen algunas señales comunes que pueden advertir a una mujer de que la menopausia ha llegado a su vida.
La menopausia puede ser tardía cuando llega después de los 50 años, pero siempre llega. Por este motivo, si crees que estás teniendo estos cambios en tu vida o en tu cuerpo y que la menopausia ha llegado para quedarse, no te asustes ni tampoco te preocupes demasiado. Es un proceso natural y simplemente estás comenzando una nueva etapa en tu vida. Acepta esta transición con alegría puesto que significa que todo marcha bien en tu salud.
Cambios menstruales
Aunque la menstruación está terminando, rara vez se detiene abruptamente. Lo más probable es que la duración del ciclo se vuelva más irregular o variable. El ciclo menstrual podría acortarse de cuatro a tres semanas antes de que los intervalos entre ciclos se expandan y eventualmente predominen o se acaben.
Esto lo notarás mucho más si tu regla ha sido siempre muy regular, ya que estos cambios menstruales los notarás de forma más rápida. Si tus menstruaciones siempre han sido irregulares entonces esta señal no la notarás demasiado puesto que estarás acostumbrada a que tu regla vaya y venga entre ciclos poco regulares.
Sofocos
Cambiar los niveles de estrógeno puede alterar los vasos sanguíneos, un mecanismo, que conduce a los sofocos. Tu cuerpo puede sentirse incómodamente caliente, la cara y el cuello pueden enrojecerse visiblemente y aumentar el sudor. Puedes sentir incluso que parece que tengas fiebre.
Hasta el 75% de todas las mujeres menopáusicas experimentan este síntomas. La sensación puede durar de segundos a varios minutos y puede ocurrir en cualquier momento del día o de la noche. Los sofocos pueden interferir con el sueño profundo y también provocar sudores nocturnos. Estas molestias son bastante incómodas para las mujeres e incluso pueden sentirse asustadas al no saber exactamente qué les está pasando.
Sequedad vaginal
A medida que disminuyen los niveles de estrógeno, el revestimiento de la vagina se vuelve más delgada y seca, lo que provoca molestias durante las relaciones sexuales y un mayor riesgo de infección.
También se puede experimentar un aumento de la piel irritada y con picazón, lo que aumenta la incomodidad. Para disminuir las molestias durante el coito, es necesario usar lubricantes con base de agua o consultar con tu médico para obtener cremas o supositorios de estrógenos. De cualquier modo, si sientes molestias en tus relaciones sexuales a causa de la sequedad vaginal, no sientas vergüenza de ir al médico para explicarle lo que te ocurre y si te ayuda a encontrar una solución para mejorar tus relaciones sexuales y hacerlas más placenteras, mejor que mejor.
Cambios de humor
Experimentar cambios importantes en la capacidad reproductiva, combinados con molestias físicas y falta de sueño, puede conducir a cambios de humor en las mujeres menopáusicas. Los cambios emocionales pueden incluir irritabilidad, depresión y ansiedad. Más allá de una mayor volatilidad, las mujeres pueden experimentar olvido o incapacidad para concentrarse.