El miedo es una parte normal y saludable de la vida de las personas, de hecho, el miedo tiene un papel importante para evitar que realices situaciones peligrosas, también te ayudará a decidir a cuándo salir de situaciones que no son buenas para ti. En circunstancias normales, el miedo puede manejarse a través de la razón y la lógica, no se apodera de nuestras vidas ni nos hace volvernos irracionales... Pero si no se controla, entonces las consecuencias sí pueden ser bastante graves para la persona que lo padece.
Sin embargo, una fobia tuerce la respuesta normal del miedo en algo que es persistente y difícil o imposible de controlar... L a persona que siente una fobia tiene gran ansiedad y no es capaz de controlar sus propios impulsos.
Respuesta normal al miedo
Es fácil asustarse de casi cualquier cosa. El miedo generalmente se basa, aunque no siempre, en una experiencia negativa con el objeto en cuestión. Por ejemplo, si de pequeño fuiste atacado por un perro, ahora puede que tengas miedo de los perros. A veces, el miedo se aprende de otra persona, como un niño que le teme a las cucarachas al ver las reacciones de su madre al verlas.
Cualquier cosa que dé miedo puede hacer que te sientas angustiado o incómodo siempre que te debas enfrentar a eso. Si tienes miedo a volar, sentirás gran ansiedad antes de subirte a un avión... Pero lo harás. Si tienes una fobia a volar no querrás entrar ni en el aeropuerto. Cuando no es una fobia y solo es miedo, entonces serás capaz de hacerle frente y así continuar con tu vida... harás las cosas con miedo, pero las harás.
Respuesta fóbica
Como has podido comenzar a valorar en el punto anterior, si tienes una fobia diagnosticable de un objeto o situación específica, tu respuesta será más extrema. Usando el ejemplo del miedo a volar, si puedes subir al avión, sudará, te moverás mucho, llorarás o tendrá otras respuestas fisiológicas bastante serias, como sudar, descomposición de estómago o vómitos. Es probable que te sientas muy mal durante todo el vuelo, ya que cada turbulencia te hará entrar en pánico.
Si tu fobia aún es más grave, entonces son podrás subirte al avión por nada del mundo e incluso, ver un avión puede generarte pánico. Harás todo lo posible por no volar, aunque signifique cancelar unas vacaciones o un viaje de negocios importante para tu carrera si no tienes un método de transporte alternativo. Es posible que no quieras ni acercarte a un aeropuerto o que sientas ansiedad al ver un avión volando por el cielo.
Diferencias entre fobia y miedo
Además de la gravedad de tu miedo, es importante considerar su origen. Si tienes un miedo simple, no pasarás mucho tiempo pensando en ese miedo. Solo te afectará cuando te veas obligado a enfrentarlo, como en realidad subir a un avión. Sin embargo, si tienes una fobia, es probable que desarrolles un miedo al miedo en sí mismo.
Puedes comenzar a preocuparse de que algo pueda suceder para desencadenar el miedo. Puedes comenzar a cambiar tu rutina diaria para evitar cualquier posible desencadenante. Si sabes que tienes una próxima confrontación con el objeto de tu miedo, es probable que te detengas en él, quizás de manera obsesiva. Puedes tener problemas para dormir o concentrarte en otras tareas importantes, especialmente a medida que se acerca el día de la confrontación.
Busca ayuda
Las fobias son altamente individualizadas en síntomas y gravedad y no pueden tener un autodiagnóstico. Las anteriores son algunas pautas para ayudarte a decidir si necesitas o no buscar ayuda , pero es importante que te des cuenta de que esos síntomas pueden variar ya que no habrán dos personas iguales en el mundo. Si piensas que puedes tener una fobia, es muy importante que veas a un profesional de salud mental inmediatamente. Solo éste profesional podrá darte un diagnóstico preciso y desarrollarán un plan de tratamiento adecuado para ti.