A pesar del avance de nuestra sociedad, es increíble que aun perduren las mismas creencias que atormentaban a nuestras madres, abuelas y otras mujeres de antiguas generaciones. Y es que es bien sabido que una mentira que se repite una y otra vez finalmente se llega a creer, aunque solo sea por desgaste. Si tienes suerte los siguientes mitos te darán risa. Sin embargo, seguro que más de una se sorprende al leer estas líneas.
8 mitos sobre la menstruación que aun se creen ciertos
1. No puedo quedarme embarazada con la regla
Es el mito por excelencia sobre la regla, por eso lo ponemos en primer lugar. Incluso con toda la información sexual que poseemos hoy en día es increíble que aun se siga pensando esto. Vamos a aclararlo. Es cierto que cuando se tiene la regla es más difícil quedarse embarazada porque se está eliminando el óvulo no fecundado y el revestimiento del útero. Sin embargo, ¡siguen existiendo posibilidades!
Cuando ovulamos segregamos una sustancia blanquecina que tiene la función de guiar y nutrir a los espermatozoides a través del útero, digamos que es como un oasis en medio del desierto. Es la secreción cervical fértil. Cuando tenemos la regla la mayoría de las veces también producimos este líquido solo que queda mezclado con la sangre y no lo notamos. Si se introducen espermatozoides pueden fácilmente sobrevivir y fecundar al óvulo en el futuro.
2. El sexo no es mejor durante la regla
Este mito nace a raíz de otro anterior : es mejor evitar el sexo durante la menstruación. Antes muchas mujeres transmitían este consejo a sus hijas porque las relaciones tienden a ser más incómodas durante estos días. Después se hicieron estudios que afirmaron que tener relaciones sexuales durante la regla era muy sano y recomendado porque aliviaba los dolores menstruales de la mujer y mejoraba su estado de ánimo. Sin embargo, es una verdad a medias. Si bien es cierto que mejora tanto el humor como el dolor no es del todo cierto que sea más sano. Durante estos días el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual es significativamente mayor, por eso si vas a realizarlo utiliza preservativo con el fin de no contraer ninguna (recuerda que otros métodos anticonceptivos como la píldora, anillo o parche no te protegen frente a ETS).
3. El tampón es la mejor opción para la regla
No nos dejemos engañar por campañas publicitarias. El tampón es muy cómodo pero no es sano utilizarlo siempre como primera opción, meramente por temas higiénicos. Cuando usamos una compresa la sangre cae hacia el exterior y es recogida, al haber una segregación continua nuestro canal se mantiene más "limpio" porque la sangre desechada se va eliminando al exterior paulatinamente. Con un tampón la sangre queda retenida durante horas, por eso no es recomendable mantenerlo más de 4 horas en el interior y mucho menos dormir con él.
Por otro lado, aunque hay diferentes tamaños (dependiendo de como es de abundante nuestra menstruación y en el momento del ciclo en el que nos encontremos) no siempre podemos coordinarnos con lo que necesita nuestro cuerpo en ese momento y la extracción puede ser dolorosa. Por ejemplo, puedes pensar que necesitas un tampón grande pero por los motivos que sean pasan las horas recomendadas y el tampón no está lo suficientemente húmedo, por lo que puedes dañar las paredes de la vagina al sacarlo.
Sin embargo, es un gran aliado para los días en los que vas a practicar deporte. Por eso, la mejor opción es compaginar ambos según lo que tengas planeado.
4. Las mujeres vírgenes no deben usar tampones
Relacionado con el anterior. Se cree que las adolescentes que aun no han mantenido relaciones no deben utilizarlo porque se les puede romper el himen. Nada más lejos de la realidad. Todo dependerá de la mujer y del tipo de membrana que forme su hímen. Es muy raro que se rompa, tendría que ser un tampón muy grande. Por otro lado, si que es cierto que en algunas chicas puede producir molestias pero eso ya no es tanto por si se es virgen o no, si no por el tipo de persona. Hay mujeres que ya han tenido relaciones y aun así sentir dolor al utilizar uno.
5. Si te bañas se te puede cortar la menstruación
Uno de los mitos más extendidos es que es preferible bañarse que ducharse porque la regla se te puede detener al contacto del agua fría y ya no vuelve hasta el siguiente ciclo. Es otra verdad a medias. Cuando nos bañamos en agua fría o incluso templada la menstruación baja en menor cantidad porque los vasos sanguíneos se estrechan debido a la temperatura. Sin embargo, en cuanto vuelvas a tu temperatura basal la regla te seguirá bajando como de costumbre.
6. El perejil como aliado contra el dolor de la regla
Este mito está más difundido entre los pueblos pero aun hay mujeres que se lo creen. Se dice que el perejil es bueno para aliviar los síntomas del síndrome premenstrual. No es cierto, no tiene nada que ver una cosa con la otra. Puede ser incluso contra producente porque altas cantidades pueden incluso llegar a ser tóxicas
7. No debes hacer ejercicio mientras tienes la regla
Este consejo normalmente es dado por abuelas que vivían en una zona rural y que debido a los dolores premenstruales evitaban realizar tanto esfuerzo durante esos días. En aquella época no había mucho tiempo para hacer ejercicio como hobbie, el único ejercicio venía asociado al trabajo físico. Sin embargo, es bien sabido que un ejercicio suave con los descansos adecuados es muy beneficioso incluso para aliviar los calambres menstruales porque liberamos endorfinas endógenas que actuarán como inhibidores temporales del dolor.
8.Enfermas con más facilidad
Muchas mujeres creen que cuando tienes la regla estás baja de defensas e incluso puedes tener anemia porque pierdes sangre. No está científicamente mostrado que tus defensas bajen, tampoco el que sufras anemia. La sangre que se elimina es el endometrio que recubre el útero, no proviene de otras partes de tu organismo y mucho menos tiene nada que ver con las defensas que tengas. Te vas a sentir más débil y tal vez mareada pero eso forma parte del síndrome premenstrual, no es debido a que sufras anemia.
Por último, eso es todo, esperamos que te haya sido de utilidad conocer la verdad que se esconden tras estos mitos, ahora ya sabes un poco más sobre tu cuerpo y puedes tirar por tierra aquellas mentiras que creías ciertas.