Una mordedura de perro supone un accidente al que muchas personas están expuestas, y más cuando se tiene a este animal como mascota. Las causas que llevan a un perro a atacar de esta forma son muy variadas y, a pesar de que de primeras se pueda pensar en una mala educación, lo cierto es que el animal puede actuar agresivamente simplemente porque se siente intimidado o porque ese día está de mal humor. Si todos los días tratas con perros, bien por trabajo o porque son tus mascotas, aprender todo lo posible sobre su raza, carácter y personalidad te ayudará mucho a conocer el temperamento y comportamiento del animal.
Saber que un perro es un animal que actúa por instinto no garantiza que uno sepa en todo momento como va a actuar. Los sustos o accidentes desagradables pueden suceder igualmente así que lo recomendable es estar preparado para saber cómo actuar y mantener en todo momento la mente fría. Un can, a la hora de atacar, lo que utiliza es la boca y sus dientes así que una mordedura es lo primero ante lo que se debe actuar. Para saber qué hacer ante esta situación, a continuación se detallan los pasos a seguir y cómo prevenir que un momento de tensión así vuelva a suceder.
Una mordedura de perro supone un accidente al que muchas personas están expuestasCómo actuar durante el ataque
Lo primero y quizá lo más difícil que uno ha de hacer cuando un perro le está mordiendo es mantener la calma. Para nadie será fácil evitar el nerviosismo que la situación pueda causar pero es importante ser consciente de que, cuanto más nerviosa se ponga la persona, más tenso y confuso se volverá el asunto. Empezar un forcejeo con el perro y con la intención de soltarse solo hará que este genere más presión en la mordida y, por tanto, haga más daño. Tampoco lo golpees pues el animal interpretará este gesto como otro ataque y solo conseguirás empeorar la situación.
Evita la tensión y saca tranquilidad de donde sea para que el animal vea que tu intención no es hacerle daño ni atacarle. Prueba a hablar pausadamente, sin gritos ni cambios bruscos de entonación y, mientras, busca algo que puedas introducir a modo de palanca entre los dientes del perro y tu cuerpo para poder separarte. Si consigues liberarte de las fauces del animal, no hagas movimientos bruscos ni salgas corriendo. Lo mejor es que, con paso decidido, te alejes del perro y sin darle la espalda.
Curas y primeros auxilios
Una vez consigas liberarte del animal, es importante en este punto conocer la procedencia del perro. Si es tuyo, deberás conocer todas sus vacunas y estado médico para poder comunicarlas a la hora de recibir tratamiento. Si por el contrario, el perro es de otra persona, necesitarás hablar con el dueño para conocer estos datos: si está vacunado contra la rabia, si padece alguna enfermedad o si tiene todas las demás vacunas en regla. Por último, también te puede ocurrir que el ataque proceda de un perro callejero y en este caso tendrás que comunicárselo a tu médico y, una vez te cures, acudir al departamento de protección animal de tu ciudad para informar del caso.
Una vez reúnas toda la información necesaria que pudieras necesitar para que el médico que te atienda pueda tratarte debidamente, has de acudir con urgencia a tu centro de salud u hospital más cercano. No escatimes en detalles a la hora de darle a conocer cómo fue el ataque, el tipo de perro que te mordió y si este tenía vigente todas las vacunas. Es muy importante esto último pues una mordedura de perro, el cual esté sano, puede quedarse solamente en un susto, a diferencia de si esta proviene de un perro callejero.
Aunque la herida pueda parecer superficial y curable con algún antiséptico, siempre se recomendará la visita al médico. Existen muchos factores que determinarán la gravedad no solo de la herida sino también de su evolución si esta no se trata adecuadamente así que, para evitar infecciones graves, acude siempre ante los servicios médicos.
Acciones legales tras la mordedura
En caso de que el animal que te ha mordido sea un perro callejero sin dueño, el primer paso que has de seguir es el de informar a las autoridades del peligro que supone el can. Aunque este haya sido su primer ataque, has de actuar como buen ciudadano e informar al gobierno correspondiente del riesgo que se corre, pues puede que este animal no esté vacunado o padezca alguna enfermedad.
Si el perro que te ha atacado tiene dueño, independientemente de que quieras presentar una denuncia ante él o no, el ataque traerá consigo acciones legales. La mordedura de un perro siempre la causa algo así que de ti dependerá valorar los factores que se sucedieron para que el ataque tuviera lugar. Si consideras que ha sido una agresión, podrás presentar la correspondiente denuncia en la comisaría de policía más cercana, con datos del perro y el dueño, para que posteriormente se estudie la situación global y un médico forense valore los daños recibidos.
El sacrificio de un can tras una mordedura solo se lleva a cabo si el animal presenta algún tipo de trastornoPor otro lado, el propio centro de salud al que acudas para recibir las curas y un posible tratamiento también se encargará de iniciar un protocolo de ataque de animales. Lo que sucede una vez se pone en marcha esta actuación es que se cubre un parte de lesiones donde figurarán todos tus datos personales, así como los del dueño y su perro. El método de actuación en estos casos es que el organismo competente visitará al animal y a su responsable para examinar el estado de salud del can y también para comprobar su cartilla de vacunación.
Si esta primera revisión se pasa con éxito, se sucederá una segunda, pero si no, lo más probable es que las autoridades se lleven al perro para evaluarlo más detenidamente. En caso de que estuviera todo correcto, el animal entrará en un período de cuarentena, con salidas al exterior limitadas. Si todo siguiera bien y se certificara que el ataque fue aislado, tanto el perro como su dueño volverían a su vida normal.
El sacrificio de un can tras una mordedura solo se lleva a cabo si el animal presenta algún tipo de trastorno o enfermedad que lo haga actuar de esa forma tan agresiva, como la rabia. Por eso es importante tener siempre un registro de vacunación y mantenerlo al día para evitar sustos como estos.
