La muerte fetal asusta y cuando ocurre deja a los padres un grave sentimiento de pérdida. Es importante conocer los síntomas, las señales de advertencia y las causas. Una muerte fetal (también conocido como muerte fetal intrauterina) se define con más frecuencia como la pérdida de un bebé que ocurre después de la semana 20 de embarazo en la cual un bebé muere antes de nacer. Una pérdida que ocurre antes de las 20 semanas generalmente se considera un aborto espontáneo.
Muerte fetal o mortinato
Desafortunadamente, las muertes fetales ocurren con demasiada frecuencia, en aproximadamente 1 de cada 160 embarazos. Alrededor del 80% de los mortinatos son prematuros (se producen antes de las 37 semanas de gestación), y la mitad de los mortinatos ocurren antes de las 28 semanas.
Factores de riesgo
Las muertes fetales pueden ocurrir sin ninguna causa aparente y no se pueden identificar. Algunos factores de riesgo asociados con un mayor riesgo de muerte fetal incluyen:
- Edad de la madre mayor de 35 o menor de 20 años .
- Condiciones de la madre: hipertensión y/o diabetes. Las afecciones como el lupus, la enfermedad renal, algunos trastornos de la coagulación sanguínea y otras afecciones médicas también aumentan el riesgo.
- Preeclampsia (hipertensión inducida por el embarazo).
- Obesidad
- Embarazos múltiples
- Fumar
- Tener historia de muerte fetal, aborto espontáneo o muerte neonatal (muerte durante los primeros 28 días de vida). Tener un historial de parto prematuro, toxemia o retraso del crecimiento intrauterino en un embarazo anterior también puede aumentar el riesgo.
- Falta de atención prenatal.
- Consumo de alcohol o uso de medicamentos durante el embarazo.
- Traumatismo abdominal (relacionado con accidentes de coche, caídas o violencia doméstica.
- Posición para dormir: aunque todavía es incierto, algunos investigadores creen que dormir en posición supina (boca arriba) puede estar asociado con un mayor riesgo de muerte fetal.
- Retardo del crecimiento intrauterino.
- Embarazos después de término.
Causas de la muerte fetal
Una variedad de factores puede hacer que los bebés nazcan muertos, pero algunas causas de muerte fetal incluyen:
- Defectos de nacimiento (anomalías cromosómicas)
- Problemas con el cordón umbilical (nudo en el cordón o que esté enrollado en el cuello del bebé)
- Desprendimiento de la placenta
- Infecciones
Del 25 al 60% de las muertes fetales no se pueden explicar y nadie tiene la culpa de que ocurra.
¿Se puede prevenir?
En ocasiones se puede prevenir pero en otras no se puede hacer nada. Los médicos están atentos a las primeras señales de problemas tanto en el bebé como en la madre. Cuando existen factores de riesgo, como la presión arterial alta, un médico a veces puede tomar medidas para reducir el riesgo. Por eso es tan importante buscar atención prenatal. Para las mujeres que corren un mayor riesgo de muerte fetal, se debe considerar consultar con un perinatólogo o un obstetra que se especialice en embarazos de alto riesgo. Se intentará reducir al máximo las probabilidades de la muerte fetal. Desde los suplementos de probióticos hasta la posición para dormir, es importante buscar un médico que pueda ayudar a conocer las últimas consideraciones sobre cualquier cosa que pueda hacer para disminuir su riesgo. Sin embargo, en el caso de problemas con el cordón umbilical, afecciones cromosómicas u otros problemas imprevisibles, puede ocurrir una muerte fetal sin previo aviso y, por lo tanto, no siempre se puede prevenir.
Si ocurre una muerte fetal es muy importante que la madre no se sienta culpable porque además de ser un momento muy duro para ella y sus familiares, nadie tiene la culpa de que ocurra. La muerte de un hijo no nacido es sin duda una causa de estrés en las madres, quienes deben pasar el duelo por la pérdida de su pequeño no nacido. En cualquier caso, cuando ocurre no se puede recriminar a nadie lo sucedido siempre que no haya habido negligencia médica.