La muerte súbita en el deporte es una gran preocupación para los deportistas del siglo XXI aunque hace ya muchos lustros aparecían las primeras sombras: "Se dice que fue Filípides, el corredor, el primero que usó esta expresión... por el final de la batalla: ¡Alegraos, vencemos! Y al decir esto, murió, exhalando su último suspiro junto con la noticia y el saludo".
Así explicada Luciano de Samosata la proeza de Filípides el soldado que recorrió la distancia de Maratón hasta Atenas y que posteriormente dejó dos grandes hitos para la posteridad del deporte moderno: la carrera de fondo mas famosa hoy en día llamada Maratón y la primera muerte súbita descrita relacionada con el deporte.
El ejercicio físico hoy en día
Hoy en el siglo XXI el ejercicio físico que realizamos no es por necesidad de desplazarnos o cazar sino que se realiza por motivos de salud, recreacionales o competitivos. Se relaciona con un hábito de vida saludable ya que ha demostrado beneficio para la prevención de múltiples enfermedades cardiovasculares y no cardiovasculares, beneficio psicológico y hasta un buen hábito socializador entre participantes.
Digamos que en los últimos tiempos el ejercicio ha pasado a ser una necesidad como cepillarnos los dientes o comer, debe ser realizado diariamente. Pero el ejercicio en un uso indebido o en ciertas situaciones también puede llegar a ser perjudicial dado que ponemos a nuestro cuerpo en una proceso de estrés capaz de lesionar si se realiza de una forma brusca o mantenida a una alta intensidad.
La muerte súbita en el deporte
La muerte súbita en el deporte es cada vez más conocida y parece que a nuestro alrededor existe un aumento de su frecuencia entre los practicantes de ejercicios como el running, tan de moda en nuestro medio u otros deportes como el triatlón, ciclismo, natación... en general deportes de resistencia.
Es paradójico que una actividad que debe ser saludable pueda costar tan caro en número de vidas. Pero no olvidemos que la aparición de la muerte súbita en cifras absolutas siempre es menor en número total de muertes con respecto a otras actividades como puede ser el mero hecho de conducir, cosa que hacemos incluso más que las actividades deportivas.
El problema de la muerte súbita en el deporte es que la publicación de competiciones profesionales o populares producen un impacto muy alto en la población general con un efecto altavoz en los medios convencionales y en redes sociales que hace parecer un problema más serio. Esto sumado a el hecho de que estas muertes suelen aparecer en personas aparentemente sanas y jóvenes agravan más la preocupación en la percepción del problema. En la mayoría de los casos se sospecha que la muerte súbita se origina en alguna cardiopatía desconocida o una tendencia al infarto para el deportista que al situarlo en un alto nivel de estrés como es una competición se desencadenen arritmias o trombosis coronarias capaces de provocar un paro cardiaco.
La importancia de los reconocimientos médico-deportivos
Desde el punto de vista legal la obligación de los reconocimientos médico-deportivos tienen variabilidad en Europa. Italia es un país muy avanzado en este campo estableciendo por ley la obligación de un reconocimiento con electrocardiograma cosa que ha demostrado ser eficaz en la detección de cardiopatías silentes potencialmente mortales.
Al no tener en nuestro país una cultura de la prevención en deporte casi ni siquiera de deportes de alta competición (en muchos casos no se realizan casi pruebas), en el deporte amateur donde el coste de la valoración médico deportiva es asumido por el deportista suele estar ausente el no percibir la necesidad de realizarlo.
En países como Francia son obligatorios los reconocimientos médico-deportivos para participar en carreras amateur como por ejemplo la cicloturista "Quebrantahuesos" pudiendo exigir a los participantes el certificado médico a lo largo del recorrido. En España los reconocimientos son obligatorios en deportistas federados aunque dichos reconocimientos recomiendan realizar un electrocardiograma aunque sin obligación ninguna por ley.
Otro problema es que el apto de un reconocimiento médico-deportivo lo puede realizar cualquier médico licenciado o graduado, cosa que no se ha actualizado desde la última legislación de salud y deporte. Esto ha llevado en algunos casos a unos reconocimientos médicos de muy bajo nivel por personal no cualificado en el terreno del deporte, la cardiología o ambos. Dentro de la cardiología y la medicina deportiva sería necesaria la evaluación por médicos subespecializados en Cardiología deportiva.
Solución y prevención de la muerte súbita del deporte
Y bien, ¿Cuál es la solución a la muerte súbita en el deporte? La solución en muchos casos pasa por hacer las cosas bien desde el principio. Los reconocimientos médico-deportivos son actos médicos con una doble misión: por un lado valorar el estado del deportista en todas sus esferas (psicológica, locomotor, cardiovascular...) para establecer su salud y por otro lado los esfuerzos del médico van encaminados a mejorar el rendimiento del deportista para que pueda llegar a sus límites sin sufrir daño alguno.
Hay consenso en Europa que además de una visita médica con exploración física, historia clínica y control de tensión arterial es necesaria la realización de un electrocardiograma en reposo interpretado por personal especializado. Aparte de esta valoración básica también es recomendable la realización de una ecocardiografía doppler-color para descartar una cardiopatía silente y en algunos casos una prueba de esfuerzo para analizar tanto el comportamiento cardiovascular en esfuerzo intenso como el rendimiento.
¡Ojo! Con esto no estamos diciendo que al realizar estas pruebas médicas estemos exentos de sufrir una muerte súbita ya que pueden existir causas no cardiacas de la misma(hemorragia cerebral): las condiciones de competición de una carrera no son las mismas a una prueba de esfuerzo, pueden aparecer situaciones nuevas tras la valoración que favorezcan una muerte súbita... Con una valoración óptima medico-deportiva estamos descartando la mayor parte de causas de muerte súbita pero el riesgo cero no existe.
Causas de la muerte súbita en el deporte de resistencia
¿A quién y a cada cuánto tiempo es necesario realizarlo? En general hay que aplicar el sentido común conociendo cuál es el perfil del deportista, qué deporte realiza y con qué intensidad. En deportistas profesionales y olímpicos es necesaria una evaluación anual completa dado que su práctica de alto nivel pone su corazón a su máximo nivel.
En deportistas amateur menores de 35 años las causas de muerte súbita suelen ser enfermedades genéticas y no dependientes de infarto de miocardio por lo tanto una valoración completa con ecocardiografía al menos en la vida y si la práctica deportiva habitual es intensa, cada 2 años es recomendable.
En deportistas mayores de 35 años las causas de muerte súbita suelen ser por infarto de miocardio por lo que habrá que valorar el riesgo cardiovascular teniendo en cuenta si es hipertenso, diabético, fumador...
También es muy necesario tener en cuenta el tiempo que lleva practicando ejercicio ya que suelen ser sujetos de escaso entrenamiento que comienzan a realizar deportes como el running los que pueden sufrir con mayor frecuencia una muerte súbita. En este grupo de pacientes además de la ecocardiografía, la prueba de esfuerzo es recomendable ya que si existe una predisposición a la angina de pecho podrían aparecer dichos síntomas durante un esfuerzo intenso en la prueba.
En resumen los reconocimientos médico-deportivos para prevención de la muerte súbita deben ser realizados en población adulta al menos una vez en la vida y periódicamente en función del nivel de competición e intensidad. Siempre es recomendable buscar médicos del deporte especializados en cardiología o cardiólogos con perfil deportivo ya que la valoración en algunos casos puede ser compleja en la interpretación de las pruebas.