La música ha sido utilizada como una herramienta terapéutica durante siglos y se ha demostrado que afecta a muchas áreas del cerebro, especialmente las áreas relacionadas con la emoción, la cognición, la sensación y el movimiento. Por este motivo la música puede ser muy efectiva en el tratamiento de muchos problemas físicos y mentales como la depresión, la ansiedad o la hipertensión.
Desde la Antigüedad se conoce el poder de la música en las personas y se ha introducido en la cultura popular en frases y dichos como la famosa expresión " La música amansa a las fieras ". Este dicho tiene su origen en una leyenda que tiene a Orfeo como protagonista. Orfeo era hijo de un rey de Tracia y de la musa Calíope, y fue poeta y músico. Se decía que el canto de Orfeo y su forma de tocar la lira podía detener el infierno y apaciguar la furia de las más temibles fieras. Este conocimiento antiguo sobre el poder de la música en las almas y la salud de las personas se ha conservado hasta la actualidad.
Hoy en día, la música es una parte importante para la vida diaria de muchas personas, tan importante que la tarea de configurar una lista de reproducción se convierte en algo fundamental que requiere tiempo de dedicación. Tenemos listas de reproducción para estudiar, para hacer ejercicio, para relajarnos, para momentos íntimos o para divertirnos, para bailar o para llorar... La gente escucha música mientras cocina, cuando va a trabajar, dándose una ducha o haciendo la colada... Cualquier momento resulta idóneo para escuchar música.
A menudo la música está asociada al estado de ánimo. Una canción puede hacernos sentir felices, tristes, relajarnos o darnos una descarga de energía. Debido a que la música tiene un impacto tan grande en la mente y en el bienestar de una persona, no puede sorprender que la musicoterapia haya sido estudiada para el manejo de numerosas afecciones médicas.
¿Para qué sirve la musicoterapia?
La música puede usarse con imágenes guiadas para producir estados alterados de conciencia que ayudan a descubrir respuestas emocionales ocultas y estimulan ideas creativas. También se puede usar la música para ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades de lectura y lenguaje. La música implica escuchar y responder de alguna manera, no importa que se trate de música en directo o grabada. Se cree que discutir sobre esas respuestas ayuda a las personas a expresarse en formas socialmente aceptadas y a examinar problemas personales.
La musicoterapia se ha estudiado especialmente en relación a cinco condiciones que vamos a ver a continuación.
Autismo
El autismo es un trastorno cerebral que se asocia con una amplia gama de problemas de desarrollo, especialmente aquellos relacionados con la comunicación y la interacción social. Las personas que tienen trastornos del aspecto autista a menudo muestran un mayor interés y respuesta a la música. Esto ayuda a los profesionales en la enseñanza de habilidades de comunicación verbal y no verbal y en el establecimiento de procesos de desarrollo normales.
Demencia
La demencia se refiere a una pérdida de la función cognitiva, un proceso intelectual que resulta en una comprensión, percepción o conocimiento de los pensamientos e ideas de uno. La demencia puede ser causada por cambios en el cerebro relacionados con enfermedades o traumas. Los cambios pueden ocurrir de manera gradual o rápida. La cognición es el acto de pensar, percibir y aprender. Las funciones cognitivas que se pueden ver afectadas por la demencia incluyen la toma de decisiones, el juicio, la memoria, la orientación espacial, el pensamiento, el razonamiento y la comunicación verbal. La demencia también se puede presentar como cambios de comportamiento y de personalidad, dependiendo del área o áreas del cerebro afectada.
Se ha descubierto que la musicoterapia aplicada a personas mayores con enfermedad de Alzheimer, demencia y otros trastornos mentales reduce el comportamiento agresivo o agitado, reduce los síntomas de la demencia, mejora el estado de ánimo y mejora la cooperación con las tareas diarias. La musicoterapia también puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas o cerebrales en pacientes ancianos con demencia.
Depresión
La depresión o el trastorno depresivo es una enfermedad que afecta el cuerpo, el estado de ánimo y los pensamientos. Generalmente la depresión se considera un trastorno del estado de ánimo, pero afecta a todo su ser. Afecta la forma en que la persona come y duerme, la forma en que se siente cerca de sí mismo y la manera en que se piensa sobre las situaciones de la vida. A diferencia de las emociones normales de tristeza, pérdida o estado de ánimo pasajero, los trastornos depresivos son persistentes y pueden interferir con los pensamientos, el comportamiento, el estado de ánimo, la actividad y la salud física de la persona.
Existe evidencia de que la musicoterapia puede aumentar la capacidad de respuesta a los medicamentos antidepresivos. La musicoterapia en el hogar puede llevar a reducir la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la presión arterial y el estado de ánimo depresivo.
Desarrollo infantil
Hay evidencias de que poner música cuando los fetos se encuentran en el útero de su madre hace que los niños respondan mejor a la música después del nacimiento. La música relajante puede ayudar a los recién nacidos a estar menos agitados. Los recién nacidos prematuros se alimentan mejor con música por lo que aumentan de peso con más velocidad, también se reducen los días de hospitalización y son más tolerantes ante las estimulaciones. Su frecuencia cardíaca puede reducirse también, y su sueño será más profundo después de la terapia.
Calidad del sueño
El insomnio es una dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido y despertarse muy temprano por la mañana. Es un problema de salud común que puede causar somnolencia diurna excesiva y falta de energía. El insomnio a largo plazo hace que una persona se sienta cansada, deprimida e irritable. Una persona con insomnio normalmente tiene problemas para prestar atención, aprender y recordar información, por lo que su rendimiento académico y/ o laboral puede disminuir notablemente. El insomnio severo prolongado durante un tiempo largo de tiempo puede provocar cambios neuroquímicos que pueden causar problemas como la depresión y la ansiedad, lo que agrava el problema de insomnio del paciente.
La música puede mejorar la calidad del sueño, así como la mayor duración del mismo, mayor eficiencia y menor tiempo necesario para conciliar el sueño. Por lo tanto, la terapia con música puede reducir los trastornos del sueño y mejorar el rendimiento del paciente durante el día.
¿Cómo es una sesión de musicoterapia?
Los métodos de intervención empleados en la musicoterapia pueden ser:
- Técnicas activas. Cuando una persona hace música, ya sea cantando, tocando instrumentos musicales, componiendo o improvisando música.
- Técnicas receptivas. Cuando una persona escucha y responde a la música, como a través de la danza o del análisis de las letras de las canciones.
Las técnicas activas y receptivas a menudo se combinan durante el tratamiento, y ambas se utilizan como puntos de partida para la discusión de sentimientos, valores y metas.
La musicoterapia puede realizarse de manera individual o grupal, y la música puede ser elegida por el terapeuta o por la persona o las personas en terapia. El musicoterapeuta se asegurará de que el tipo y el modo de la música elegida, así como el momento de la intervención musical, sean adecuados para satisfacer las necesidades y los objetivos de la terapia.
Cuando los terapeutas introducen la música en la terapia, a menudo basan sus selecciones en el principio de Iso, es decir, que la música elegida se parezca todo lo posible al estado de ánimo del paciente porque así tendrá más influencia en él. Por tanto, el terapeuta trata de garantizar que la letra y la melodía de la pieza musical escogida coincidan con el estado de ánimo y psicológico de la persona en terapia.
La composición de canciones es una práctica común en la musicoterapia. Implica escribir canciones originales o modificar canciones existentes. Una persona puede modificar una canción cambiando algunas palabras o líneas, agregando nuevos versos o cambiando la letra completamente pero manteniendo la melodía existente. En el caso de las canciones originales, el terapeuta puede proporcionar una emoción o tema para servir como punto de partida.
La musicoterapia no vale para todos
La musicoterapia generalmente produce resultados positivos, pero no se recomienda como tratamiento independiente para problemas médicos y psiquiátricos graves. Si bien la música puede ayudar a aliviar algunos síntomas de diferentes afecciones, otras formas de tratamiento pueden ser necesarias, como la toma de medicamentos, la terapia física o la psicoterapia.
Así como cierta música puede ayudar a inducir a la relajación y los estados de paz interior, otro tipo de música puede causar agitación mental. La música que refleja las preferencias personales del paciente es más probable que tenga los efectos deseados.
Es recomendable que durante la terapia el oyente no utilice auriculares pues estos interfieren con la cooperación del paciente con los procedimientos terapéuticos. Además, escuchar música con el volumen alto puede dañar los oídos y provocar una pérdida auditiva no deseada.
La música no debe usarse como único tratamiento para solventar las condiciones médicas o psiquiátricas potencialmente peligrosas del paciente. Tampoco debe usarse si al paciente no le gusta especialmente la música, pues puede provocarle el efecto contrario, es decir, crearle agitación o estrés.
Como en todos los temas relacionados con la salud, es recomendable que lo consultes con tu médico de confianza antes de comenzar una terapia complementaria o alternativa. Hablar con un profesional médico te ayudará a elegir el tratamiento más efectivo para tus necesidades.