Hay personas que no descubren hasta que son adultos que son intolerantes a la lactosa... Los niños no saben explicar qué les ocurre cuando comen. Quizá a ti te haya ocurrido y hasta la edad adulta no supiste que tenías este tipo de intolerancia a pesar de que notabas malestar estomacal después de ciertas comidas. Es importante saber cuáles son los síntomas para reconocer en los niños si realmente son intolerantes a la lactosa y poder cambiar su dieta para evitar malestares. Si quieres saber si tus hijos son intolerantes a la lactosa deberás tener en cuenta lo siguiente.
La intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa ocurre cuando el cuerpo no es capaz de descomponer de forma correcta la latosa. La lactosa es un azúcar y requiere una cantidad específica de una enzima, llamada lactasa, para poder ser utilizada en el cuerpo. La edad de dos años también es cuando el cuerpo comienza a producir menos lactasa, la enzima necesaria para descomponer la lactosa, por lo que los signos de intolerancia a la lactosa pueden ser especialmente evidentes en los niños pequeños.
Señales de intolerancia a la lactosa en niños pequeños
Existen algunos síntomas o signos que son más comunes en la intolerancia a la lactosa que los padres deben estar pendientes:
- Gases
- Hinchazón del vientre
- Mal aliento
- Diarrea
- Malestar estomacal
- Náuseas
- Dolor de estómago
En un niño pequeño estas señales pueden ser difíciles de detectar porque cuando son pequeños no pueden decirte exactamente que se siente hacinado o que tiene gases. Pero sí puedes hacer un seguimiento de su dieta y saber si cuando toma productos lácteos se pone algo más irritable. Además es necesario tener en cuenta los siguientes puntos:
- Hace heces sueltas y malolientes. El azúcar de la lactosa no se descompone adecuadamente, por lo que literalmente se fermenta en el intestino grueso.
- Llanto o irritabilidad después de comer productos lácteos. No te lo podrá decir verbalmente pero su comportamiento te dejará bastante claro cómo se siente físicamente. Puede quejarse más o estar más irritable que de costumbre. Puede incluso que tenga el vientre algo más abultado.
- Tiene mal aliento. Aunque por la mañana el aliento suele tener mal olor de manera habitual, si por la noche tomó lácteos olerá aún peor que de costumbre.
¿Se puede comprobar?
Las pruebas de intolerancia a la lactosa en un niño pequeño pueden depender de la preferencia de su pediatra. Algunos pueden diagnosticar la intolerancia a la lactosa basándose solo en los síntomas, y más específicamente si esos síntomas mejoran cuando se eliminan los lácteos de la dieta de su niño pequeño, mientras que otros pueden solicitar que se realicen algunas pruebas.
Vivir con intolerancia a la lactosa
Si tu hijo tiene intolerancia a la lactosa, tendrás que evitar los productos lácteos en su dieta. Existen muchas opciones en la actualidad debido al gran numero de personas que tienen intolerancia en la sociedad actual. Aunque ser intolerante a la lactosa no es una ciencia exacta, quizá tu hijo no soporte beberse un vaso de leche grande pero sí pueda tomar un poco de queso para cenar o un vaso pequeño de leche.
Es útil eliminar primero los productos lácteos de la dieta de tu hijo, para permitir que su sistema se libere completamente de la lactosa y luego reintroducir lentamente los tipos específicos de productos lácteos, uno a la vez. También puede familiarizarse con los tipos comunes de alimentos altos y bajos en lactasa. La leche, por ejemplo, tiene alrededor de 5 a 8 gramos de lactasa por vaso, mientras que una porción de mantequilla tiene una cantidad menor de lactasa.
Vivir con intolerancia a la lactosa es muy factible y, lo que es más importante, puede estar seguro de que tu hijo estará mucho más cómodo después de comenzar una dieta que no volverá a alterar su estómago.