Hay quienes hasta se encuentran mal el domingo por la noche cuando saben que al día siguiente tienen que trabajar de nuevo... Porque otra vez es lunes. Este sentimiento puede aumentar y convertirse en algo generalizado durante toda la semana. Si tu trabajo no te hace sentir bien, entonces es que hay algo en tu vida que no encaja como debería y si no tienes cuidado, podría afectar a tu salud gravemente.
Si son demasiados días en los que odias a tu trabajo y pensar en volver a ese lugar te estremece... no dejes de lado esos sentimientos porque son mucho más profundos de lo que te imaginas. Esos sentimientos te indican que algo va mal en tu vida y que antes de que te afecte a tu salud deberás hacer algo.
No odies
No tienes que trabajar en algo que odias porque a la larga afectará a tu salud gravemente... ni siquiera tienes que cambiar de trabajo para dejar de trabajar en algo que odias. Hay cosas más simples que puedes hacer para encontrar una mayor satisfacción en tu trabajo actual.
Primero tendrás que comprender qué es lo que te hace odiar a tu trabajo. Quizá te sientas agotado, ten en cuenta todo lo siguiente:
- Falta de coincidencia de habilidades. Si te sientes sobrecualificado para tu puesto de trabajo es probable que te sientas aburrido y si las expectativas que tienen sobre ti son demasiado altas para las habilidades que tienes actualmente, es posible que te estreses demasiado.
- No tienes el control. Las personas necesitan que de algún modo, tienen el control sobre sus vidas. Esto también se aplica al mundo laboral. Si sientes que no tienes el control de lo que sucede en tu puesto de trabajo sentirás mucho estrés y esto puede hacer que enfermes.
- Presión demasiado alta. Si existen consecuencias demasiado graves si cometes un error en el trabajo es probable que te sientas muy agotado y estresado. Tanto estrés puede hacer que al final, puedas caer enfermo.
- No te reconocen como te mereces. Si no te recompensan por tu trabajo duro y ni tan siquiera eres reconocido por ello, entonces es difícil mantener la motivación en un trabajo. Todo el mundo necesita sentir que el trabajo que realiza es importante.
Si te das cuenta que te ajustas a todos o casi todos los criterios más arriba mencionados, y realmente tienes la sensación de que odias tu trabajo sean las razones que sean, entonces es probable que estés padeciendo estrés crónico por ir a trabajar. Quizá dejar el trabajo no sea la mejor opción a hora mismo, sobre todo si te preocupa mantener el trabajo porque necesitas el dinero para poder vivir. A pesar de esto, existen algunos pasos que puedes hacer para que ese estrés que sientes no te afecte a tu salud ni a corto ni a largo plazo. Ten en cuenta lo siguiente:
- Incorpora tus fortalezas. Si quieres disfrutar de tu trabajo debes tener el desafío justo, ni mucho ni nada. Lo ideal es que te desafíes con cosas que realmente te gusten y que potencien las fortalezas en las que sobresales de manera natural.
- Mejora tu trabajo. Puedes hablar con tu jefe para intentar mejorar el trabajo en el que te encuentras ahora mismo modificando ligeramente las responsabilidades que tiene. Aceptando nuevos desafíos que ayuden a la empresa y que disfrutes haciéndolas puede ser un bien motivador para ti.
- Que no te falten recompensas. Cuando las cosas se pongan algo complicadas, debes recordarte que estás haciendo esto por algo más importante aunque el trabajo debe ser gratificante para ti también. Puedes añadir recompensas adicionales como hacerte un regalo por tu trabajo duro, este regalo puede ser una relajante sesión de música, salir con los amigos o darte un baño de espuma.
- ¡Ríe! La risa es la mejor cura para el alma, así que no dudes en encontrar humor en cualquier situación para que lo que podría ser estresante se convierta en un calmante para ti.