Siempre se ha sabido de los beneficios de la miel de abeja, pero hoy ya se conocen otros productos que fabrican estos animales y que pueden tener tantas o más propiedades interesantes para nuestra dieta. El polen de abeja es uno de ellos.
El polen de abeja es la mezcla entre el polen de las plantas, el néctar de las flores, la miel y la saliva de las abejas que convierten esta sustancia en pequeños granos. Estos granos son los que se comercializan y a pesar de su pequeño tamaño, contienen muchos componentes beneficiosos para nuestra salud. Cada vez conocemos más sustancias beneficiosas del polen de abeja. Es el alimento de origen animal o vegetal con más contenido en vitaminas y aporta muchos de los nutrientes que necesitamos.
¿Qué nos puede aportar el polen de abeja?
Entre otras cosas, contiene distintas vitaminas como: A, B1, C, D, E, K. También minerales como el fósforo, el calcio, el hierro, el potasio y el magnesio, entre otros. Posee distintas enzimas: amilasa, láctica y fosfatasa entre otras, necesarias para la formación de las proteínas que son imprescindibles para nuestras células y el funcionamiento de nuestro cuerpo. Todo esto lo hacen un complemento muy interesante para nuestro sistema inmunológico, funciona como antioxidante y nos ayuda con nuestra digestión, entre otros beneficios.
Ya hemos visto que consumir el polen de abeja nos puede resultar un complemento aliado en nuestra alimentación, puede aportarnos muchos beneficios y ayudarnos a prevenir algunas carencias o incluso enfermedades.
Siempre debemos consultar con el especialista si es apropiado o no y en qué cantidades, consumir cualquier complemento alimenticio y lo mismo ocurre con el polen de abeja. El consumo adecuado varía según la edad y peso, pero también del objetivo que queramos lograr o que estamos intentando corregir. No obstante, debemos saber que nunca se debe abusar de su consumo.
Beneficios del polen de abeja
Está compuesto de glucósidos y al no necesitar apenas digestión, pasa del estómago a la sangre muy rápidamente por lo que sus efectos también son visibles muy rápidamente. Son muchos los beneficios que puede aportarnos su consumo. Podemos tomarlo a cualquier hora del día y puede mezclarse con otros alimentos como el yogurt, cereales, zumos, etc.
Entre los muchos beneficios que tiene, nos puede ayudar para engordar, pero también para adelgazar según su uso y dosis, como siempre nuestro nutricionista o endocrino debe ser el que determine esta cuestión. Es una importante fuente natural de fibra por lo que mejorará posibles problemas de estreñimiento, entre otras cosas cuestiones relacionadas con el sistema digestivo.
Es muy adecuado para reponer fuerzas después de enfermedades, astenias primaverales, anemias y otras situaciones de cansancio en general. Suele ayudar con las molestias de la menstruación y con la menopausia, pero también parece que aumenta la concentración con lo que en ocasiones se recomienda tanto para el rendimiento en el estudio de niños y jóvenes, como para las personas de mayor edad. Parece que contribuye a tener mayor ánimo por lo que algunos expertos lo aconsejan en casos de ansiedad e incluso depresión. Esto parece que está unido principalmente a ese aporte rápido de energía que hace que lo notemos casi de inmediato y nos sintamos mejor.
Vistas sus propiedades y posibles aplicaciones podemos decir que el polen de abeja es muy beneficioso para nuestro organismo y podemos caer en la tentación de convertirlo en un sustituto de algunos alimentos y de medicamentos que nos hayan recetado. Esto es un error y puede acarrearnos problemas que en algunos casos pueden llegar a ser muy serios.
El consumo debe ser moderado, controlado en el tiempo y supervisado por especialistas que nos indiquen si es conveniente en nuestro caso ese consumo, qué dosis debemos tomar, durante cuanto tiempo y cómo debemos hacerlo.
¿Qué peligros puede tener consumir de polen de abeja?
No se conocen muchas contraindicaciones, pero sí sabemos que en algunos casos no está recomendado. No hay información clara sobre el consumo durante el embarazo, la lactancia y para los lactantes, por lo que los profesionales no lo aconsejan para evitar riesgos que pueden ser muy graves. También puede producir reacciones asmáticas y dolor de estómago en algunas personas. Otros problemas que podemos encontrarnos son diarrea, fatiga, reacciones en la piel como ampollas, erupciones o hinchazón.
Al ser la propia abeja la que fabrica este compuesto y posteriormente es almacenado, puede contener polen de otras plantas y otros organismos no convenientes en algunos casos concretos. Es importante conocer la procedencia y todo el proceso que ha seguido hasta llegar hasta nosotros para que esté garantizado que es apto para nuestro consumo.
Por otro lado, puede provocar alergias, sobre todo en personas que son alérgicas al veneno de abeja. Este caso puede llegar a tener consecuencia mayores e incluso graves. La mayoría de nosotros no conocemos los riesgos que conlleva consumir ciertas sustancias o incluso alimentos que podemos denominar comunes. Se han dado casos de personas con alergias estacionales, muy comunes entre la población que, sin tener antecedentes de alergias a alimentos, medicamentos o insectos, ha sufrido una reacción anafiláctica.
Esto puede ser especialmente peligroso, el choque anafiláctico es potencialmente mortal ya que la garganta, al inflamarse, puede llegar a cerrarse a la vez que puede provocar otros fallos orgánicos. Esto puede suceder tras consumir alimentos o por una picadura de insecto y se debe reaccionar rápidamente para evitar consecuencias serias ya que es la reacción alérgica más grave que conocemos. Las señales son muy rápidas y los síntomas aumentan en pocos minutos. Lo aconsejable en estos casos es acudir o avisar con urgencia al médico. Una llamada al 112 nos puede ayudar a seguir unas pautas correctas ante esta emergencia mientras esperamos o nos desplazamos para que nos atiendan.
Por todo lo dicho, son evidentes los grandes y diversos beneficios que puede aportarnos el polen de abeja, pero, a su vez, aunque no sean muchas sus contraindicaciones, puede resultar nocivo o incluso muy peligroso consumir este compuesto. Es siempre necesario que sea el especialista el que nos aconseje si debemos o no tomarlo y así no correr riesgos innecesarios y disfrutar en su caso de los beneficios.