El estrés puede perjudicar muy seriamente tu salud. Es posible reducir el estrés que tienes cada día si eres capaz de tener pensamientos positivos acerca de las cosas que te suceden en la vida diaria. Es posible que alguna vez hayas querido pensar en positivo o ver el lado positivo de las cosas pero te haya costado demasiado conseguirlo.
En realidad, merece la pena intentarlo hasta conseguirlo ya que el pensamiento positivo puede reducir tu nivel de estrés y ayudarte a sentirte mejor contigo mismo, con la situación que estás viviendo, mejorar tu bienestar, la perspectiva de la situación, y si es necesario, a encontrar soluciones al problema que te atañe con mayor rapidez.
El único problema es que no siempre es fácil ser positivo y algunas circunstancias lo hacen más difícil que otras. La buena noticia es que, con un poco de trabajo para cambiar tus pensamientos negativos, puedes convertirte en una persona optimista con una mejor salud y un menor estrés.
Actitudes optimistas y pesimistas
Los beneficios del optimismo y del estado de ánimo positivo son enormes para todas las personas. Los optimistas disfrutan de mejor salud, relaciones más sólidas, son más productivos y experimentan menos estrés, entre otras muchas cosas. Esto es porque los optimistas tienden a tomar más riesgos. También culpan a las circunstancias externas si fallan, manteniendo una mentalidad de 'intentar nuevamente'. Solo eso hace que un optimista tenga más probabilidades de triunfar en el futuro y enfadarse menos por el fracaso en general.
Los pesimistas, por otro lado, tienden a culparse a sí mismos cuando las cosas van mal y se vuelven más reacios a intentarlo de nuevo con cada experiencia negativa en la vida. Empiezan a ver los eventos positivos en sus vidas como "casualidades" que no tienen nada que ver con ellos y esperan lo peor siempre, haciendo que sientan estrés y por tanto, que enfermen más.
De esta manera, tanto los optimistas como los pesimistas crean profecías autocumplidas... pero de maneras muy diferentes.
La percepción de las cosas negativas
Cuando entiendes cómo ambas perspectivas perciben las circunstancias, queda claro cómo el optimismo y el diálogo interno positivo pueden afectar tus niveles de estrés, al igual que el pesimismo y el diálogo interno negativo.
Con un pensamiento positivo, las cosas que te ocurren negativas son menos estresantes cuando los ves como "no es mi culpa" y es menos probable que se repitan. De manera similar, los eventos positivos son incluso más buenos cuando los ves como evidencia de que más cosas buenas vendrán y te verás a ti mismo como el maestro de tu propio destino.
Además, debido a la diferencia en el comportamiento, los que practican habitualmente el pensamiento positivo tienden a experimentar más éxito, lo que puede dar lugar a una vida menos estresante.
Puedes aprender a ser más optimista
El optimismo puede ser tu mejor aliado para poder combatir el estrés ya que puedes modificar tu diálogo interno (que es lo que realmente necesitas). También podrás mejorar las formas en qué procesas y percibes las experiencias vividas. Si no sabes cómo conseguirlo, ¡apunta!:
- Autoprueba del optimismo Descubre si eres optimista o pesimista y hasta qué punto. Quizá creas que eres optimista pero no lo eres, o a la inversa. Piensa en un problema, ¿qué soluciones puedes darle?
- Trata de ser positivo. Una vez que entiendas cuál es tu forma de ver las cosas, puedes hacer un esfuerzo consciente para hacer las cosas diferentes a medida que se presenten nuevas situaciones. El optimismo se debe practicar diariamente con tu diálogo interno positivo.
- Utiliza afirmaciones positivas. Puedes reprogramarte a ti mismo y a tu forma de pensar, usando afirmaciones positivas de manera regular. Esto te ayudará a que el pensamiento positivo se vuelva más automático. Con el tiempo, tendrás que pensar de forma consciente a medida que una nueva situación surja.