Son muchas las personas que quieren perder peso para sentirse sanas y saludables, además también de sentirse atractivas. Pero en ocasiones cuando se pierde peso de forma inexplicable una persona puede preocuparse mucho porque no es algo normal y siempre requerirá la valoración médica para saber qué está ocurriendo exactamente. Los problemas de peso son también un problema de salud, adelgazar sin más no es algo normal.
La pérdida de peso se puede ver afectada por varios factores, incluyendo las calorías que se consumen, el nivel de actividad física, las condiciones de salud, la edad e incluso la situación económica también pueden influenciar. Sin embargo, cuando se tiene una pérdida de peso inexplicable puede ser un motivo de que algo no marcha bien en la salud y podría ser perjudicial para el cuerpo, de hecho, existen alimentos para engordar que pueden hacer que ganes peso paulatinamente de una forma sana y sin riego. Adelgazar o tener problemas de peso es algo que se debe tener muy en cuenta.
¿Por qué pierdes peso de repente?
Son muchas las opiniones que hay sobre por qué se puede perder peso de repente, es decir, cuando se convierte en una cuestión que realmente hace que la persona deba preocuparse por adelgazar. La mayoría de los médicos afirman que la pérdida de peso es causa de preocupació n cuando la persona pierde el 5% de su peso en un plazo de 6 meses o un año. Esto significa que si una persona que pesa 72 kg pierde 3'6 kg en seis meses sin hacer dieta ni ejercicio, se considera una pérdida de peso repentina y por tanto se convierte en problemas de peso.
Causas por las que no debes preocuparte
Hay momentos en los que la pérdida de peso sin explicación se debe a condiciones que no son graves ni alarmantes. Por ejemplo, si cambias de un puesto de trabajo, si hay algún evento que te cambia la vida, si estás ligeramente deprimido... todo esto son circunstancias que pueden hacer que las personas bajen de peso sin que les deba afectar demasiado a su vida o salud.
Sin embargo, en este tipo de circunstancias donde se puede perder peso, una vez que la vida vuelve a la normalidad, la mayoría de personas gana peso de nuevo y vuelven a ser quienes eran antes físicamente sin necesidad de tener más problemas de peso.
Tener un trastorno alimenticio también puede causar pérdida de peso en una persona, pero aunque te diga que no es algo grave porque es fácil obtener ayuda al respecto, no hay que escatimar la seriedad de un trastorno alimenticio. Debe ser tratado para poder cambiar los hábitos y volver a tener una buena salud. Un trastorno alimenticio puede hacer que peligre la salud e la persona que lo padece.
Si no has intentado bajar de peso y no hay nada en tu vida que puede hacer que estés bajando de peso de forma temporal, entonces quizá puedes tener una condición de salud subyacente que pueden ser graves y que te afecte seriamente a tu salud. Por eso, será necesario que acudas a tu médico tan pronto como sea posible.
Causas graves de la pérdida de peso inexplicado
Puede haber causas graves de pérdida de peso y es necesario tenerlas en cuenta para poder buscar ayuda médica lo antes posible.
El hipertiroidismo
Esta condición se produce cuando la tiroides está actuando con demasiada rapidez, algo que dará lugar a la pérdida de peso, sin tener en cuenta si una persona puede comer más o menos. Además con esta condición la persona también puede notar otros problemas como aumentos del latido del corazón, sudores, problemas con el estómago, sensibilidad al calor, insomnio, el cabello más debilitado, más nervios e incluso ansiedad. Es un diagnóstico difícil de hacer ya que los síntomas podrían significar otras cosas.
El hipotiroidismo
Esta condición aparece cuando la tiroides está bajo activo, lo que resulta que hay procesos de desaceleración. En muchos casos las personas con esta condición tendrán pérdidas de apetito y otros cambios físicos. Además de la pérdida de peso, existen otros síntomas como mayor sensibilidad al frío, cansancio, estreñimiento, roncar, un cabello más fino, dolores musculares y en las articulaciones. Esta condición puede ser tratada fácilmente con hormonas para ayudar a regular la tiroides y que trabaje correctamente.
Cáncer
Hay varios tipos de cáncer que pueden hacer que la persona tenga una pérdida de peso inexplicable como uno de los síntomas principales. La pérdida repentina de peso se asocia a menudo con el cáncer de ovario, cáncer de colon, cáncer de páncreas y ciertos tipos de cáncer de pulmón.
Diabetes
La diabetes puede afectar a cualquier persona y a cualquier edad, aunque normalmente suelen padecer diabetes personas mayores. Hay momentos en los que la diabetes puede causar pérdida de peso de forma inexplicable, sobre todo en los casos en los que la diabetes no está siendo tratada. La persona puede sentir como si estuviera más nervioso, empieza a adelgazar, como si tuviera siempre hambre, orinará con frecuencia, tendrá visión borrosa y tener infecciones con frecuencia. La pérdida de peso por lo general ocurre aunque la persona esté comiendo más de lo normal. Ante todos estos síntomas es imprescindible acudir al médico cuanto antes.
La enfermedad de Addison
La enfermedad de Addison tiene varias señales de que hay algo que no va bien, por ejemplo incluye un oscurecimiento de la piel, querer tomar sal, tener debilidad en los músculos, sentir fatiga severa, fatiga de apetito, bajada de azúcar en la sangre, presión arterial baja, depresión, dolores en los músculos y en las articulaciones, problemas de estómago... Debido a los problemas de estómago y que no tienen hambre a causa de esta enfermedad la persona puede empezar a perder peso rápidamente, algo que hará que salten todas las alarmas.
Otros problemas
Pero además de las causas comentadas más arriba que pueden explicar la pérdida de peso repentina en las personas (y que todas ellas necesitan atención médica inmediata para poder encontrar el tratamiento adecuado dependiendo de las características de cada uno), existen otras posibles causas que pueden hacer que una persona pueda bajar de peso.
Algunas de estas causas que se convierten en problemas pueden ser: cambios en la dieta, problemas dentales, cambios en el apetito, abusos de sustancias como las drogas, infecciones del cuerpo, problemas en los intestinos, problemas psicológicos (ansiedad o depresión), efectos secundarios de medicamentos, problemas neurológicos, insuficiencia renal, enfermedad pulmonar crónica o el mal uso de los medicamentos.