Muchas personas cuando quieren perder peso, se centran exclusivamente en los números de la báscula. Solo quieren ver cómo cada semana van bajando de numeración, pero hacer esto con hábitos poco saludables no es la opción porque a la larga será peor para tu salud y encima, tendrás el temido efecto rebote.
Cuando se quiere perder peso se debe trabajar en la dieta y tener unos hábitos alimenticios saludables, no es correcto obsesionarse con los kilos que hay que perder. El proceso de perder peso eficazmente es lento y para evitar el efecto rebote no habría que perder más de 400 o 500 gramos por semana. Además de esto, es importante también un estilo de vida activo, es decir, hacer ejercicio o moverse más, es decir, evitar a toda costa llevar un estilo de vida sedentario.
También es muy importante cómo te encuentres emocionalmente puesto que si no estás bien con tu estado de ánimo será más difícil llevar una estilo de vida saludable. Perder peso corporal debe ser algo que tengas en tu mente a largo plazo y olvidar eso de perder 10 kilos en tres meses o pensar únicamente en perder peso rápido con las típicas dietas milagro. No tienes que pensar en perder peso solo de cara al verano, si no que tiene que ser un estilo de vida saludable para ti.
Si intentas perder peso en poco tiempo estarás poniendo al límite tu cuerpo, y el cuerpo recuerda... si cree que pasas épocas de hambruna retendrá más grasas en el futuro pensando que lo necesitas para poder sobrevivir. Por este motivo las dietas 'milagro' son tan peligrosas y poco efectivas a largo plazo. Puedes poner en riesgo tu salud innecesariamente.
Cómo perder peso sin fijarte en los kilos
Si quieres perder peso con garantías que no lo vas a volver a recuperar deberás tener presente algunas recomendaciones necesarias que deberás implementar en tu vida diaria.
Cuida tu estado emocional
Esto es lo más importante. Tus emociones te ayudarán a hacer las cosas mejor o peor. En este sentido, antes de empezar un estilo de vida saludable piensa qué es lo que quieres conseguir y qué es todo lo que te va a aportar para sentirte motivado/a a conseguirlo.
No te fijes en los kilos que quieres perder, solo establece pequeña metas en períodos cortos de tiempo para que así puedas motivarte poco a poco. Sin darte cuenta irás llegando a objetivos más grande sin tener el riesgo de tirar la toalla solo por no conseguir un objetivo más grande e irreal en un corto período de tiempo.
Recompensa tus pequeños logros
Si tienes pequeños logros merece la pena que te recompenses para poder sentir más motivación reforzarte a ti mismo/a. Si por ejemplo durante una semana has perdido peso, el domingo puedes permitirte comer algo que te guste aunque no sea del todo saludable.
Debes tener más en cuenta lo que quieres conseguir tú contigo mismo/a que lo que otros puedan pensar. Olvida lo que otros piensen de ti y comienza a valorar más tus propios pensamientos, porque esos, son los que realmente importan para ti.
Acepta los kilos que pone en la báscula
No te enfades si en la báscula no pone el peso que quisieras. El peso y los kilos solo son una parte más de ti, pero tu peso no eres tú, no te define como persona, no dicta quién eres en realidad.
Perder peso es una batalla diaria en la que tu estado de ánimo, tu actitud y tus decisiones diarias marcarán la diferencia en conseguir tus objetivos o no conseguirlos. Ese número no eres tú, lo que haces cada día... sí te define.
Es más, debes entender que has llevado mucho tiempo siguiendo malos hábitos alimenticios y que ahora ha llegado el momento de corregirlos. Si es necesario pide ayuda a un profesional sobre la nutrición para que te ayude a huir de los productos perjudiciales para ti y para reconocer las dietas que pueden poner en riesgo tu salud. Recuerda también que hay muchos alimentos que parecen sanos y que realmente no lo son, pero las fuertes campañas de publicidad solo te harán creer lo contrario, ¡no caigas en la trampa para su lucro económico!