Uno de los mayores problemas o apuros al que muchas personas se enfrentan en verano es a las picaduras de mosquito. Ya sea porque las altas temperaturas propician su aparición hasta en el sitio más hermético o porque te has dejado abierta la ventana de cualquier habitación, despertarse o darse cuenta de que tu cuerpo está lleno de ronchas gracias a estos insectos no es nada agradable.
Normalmente, y a pesar de que se tenga algún tipo de alergia o que este insecto traigo consigo el contagio de alguna enfermedad, las picaduras del mosquito común no suponen riesgo alguno para la salud y simplemente desaparecen por sí solas al cabo de unos días.
Una escena que se repite bastante cuando varias personas se encuentran en un mismo espacio y descubren que tienen picaduras de mosquito es compararse entre sí y descubrir que a alguien le han picado más que a los demás. La razón más comentada y que siempre suele darse ante una situación así es porque los mosquitos se sienten más atraídos por aquellas personas que tienen una sangre más dulce de lo habitual. Esta creencia tan extendida es completamente falsa y en realidad lo que influyen son otros muchos factores. Si los desconoces y quieres saber un poco más acerca de las verdaderas razones, a continuación encontrarás todas las respuestas.
Un nivel elevado de dióxido de carbono
A diferencia de lo que mucha gente piensa sobre la creencia de que los mosquitos se sienten atraídos por el dulzor de la sangre, en realidad a estos insectos lo que les llama la atención es la cantidad de dióxido de carbono (CO2) que una persona emana a través de su respiración. Según la naturaleza humana, una exhalación ocurre un total de 13 veces por minuto y en cada una de dichas espiraciones de aire, el cuerpo emite un total de 100 ml de dióxido de carbono.
Las personas adultas y las mujeres embarazadas son quienes más niveles de CO2 emiten, siendo por este motivo la razón por la que un mosquito siempre tiende a picar antes a un adulto que a un niño. Ahora bien, ¿cómo este insecto es capaz de detectar este gas? Pues gracias a su palpo maxilar, un apéndice sensorial situado su armadura bucal que les permite oler el dióxido de carbono a una distancia de hasta 50 metros.
El ácido láctico y úrico presente en el sudor
Otro de los factores que explicarían por qué hay personas a las que los mosquitos pican más que a otras es por su sudoración. El ácido láctico se trata de un componente del sudor que, a cuanto más ejercicio o actividad física se tenga, más de produce. Es por ello que todas aquellas personas deportistas o que practican deporte regularmente son más propensas a sufrir picaduras de mosquito.
El calor desprendido por el cuerpo de un atleta unido a la evaporación de sustancias tales como el ácido láctico o el ácido úrico, hace de este un blanco perfecto para los mosquitos hembra. Una buena forma de protegerse contra las picaduras es siempre ducharse ante de meterse en cama, pues de esa forma se conseguirá eliminar cualquier rastro de sudor y así se evitará despertarse con el cuerpo lleno de ronchas.
Presencia de bacterias en la piel
Otro de los motivos por el que un mosquito puede sentirse atraído por una determinada persona es por la presencia de bacterias que esta tenga sobre su piel. El revestimiento cutáneo del ser humano está habitado por una gran variedad de organismos bacterianos y esto, lejos de ser perjudicial para la salud, es muy beneficioso y saludable. Por desgracia, la presencia de ciertas bacterias es lo que atrae a muchos insectos.
Zonas con una mayor afluencia bacteriana, como los pies o las axilas y brazos, son siempre el blanco de las picaduras de mosquito. Por otro lado, aparte de la propia atracción de estos insectos por ciertas bacterias, el olor que se desprende por la presencia de dichos microorganismos supone también otro importante factor atrayente. Lamentablemente, contra este aspecto no hay ducha ni baño que valga.
Alcohol y producción de etanol
Otro de los motivos más populares por el que se sabe que los mosquitos pican más a unas personas que a otras es por el consumo de alcohol que los primeros lleven a cabo. Aunque actualmente no se ha emitido una justificación científica que responda a por qué una persona que ha bebido alcohol tiene más probabilidades de sufrir una picadura, lo cierto es que sí existe una correlación entre ambos factores. Una de las razones que respaldan esta teoría es el aumento de la temperatura corporal al que una persona se somete después de tomar varias copas.
Los mosquitos se sienten atraídos por el calor, de ahí que se sufran más picaduras durante el verano, y además también por el sudor, como consecuencia de las altas temperaturas. Si a esto se le suma el hecho de que el alcohol provoca un aumento de etanol en el cuerpo haciendo que este lo expulse a través de la piel, entonces el combo no puede ser más idóneo para los mosquitos.
¿Qué mitos hay acerca de las picaduras de mosquito?
Una vez aclarados cuáles son los motivos reales por los que este insecto suele picar más a unas personas que a otras, es importante también conocer qué mitos circulan alrededor del tema y qué justificaciones son totalmente mentira. La razón más extendida que pretende explicar el porqué de las picaduras de mosquito es la del dulzor de la sangre.
Para desmentir este mito, primero de todo hay que destacar el hecho de que estos insectos no tienen ningún apéndice olfativo que les permita captar el olor de la sangre a través de la piel humana y segundo, la sangre no es dulce sino todo lo contrario por la presencia de cloruro sódico en su composición. Aunque es cierto que una persona con diabetes puede presentar una sangre más dulce que otra que no padece dicha enfermedad, actualmente no existe ninguna evidencia científica que respalde la correlación entre el sabor de la sangre y las picaduras de mosquito.