Las piedras en la vesícula también se conocen como cálculos biliares, litiasis biliar o colelitiasis. Se refiere a la acumulación de material sólido de los fluidos digestivos en la vesícula biliar, formando cálculos, que son similares a una piedra y por ello adquieren también ese nombre. Pueden ser más grandes o más pequeños, y se pueden formar varios cálculos a la vez, o solamente uno.
Para entender mejor qué es la colelitiasis o las piedras en la vesícula, tenemos que conocer un poco la localización y función de la vesícula biliar. Se trata de un órgano que forma parte del aparato digestivo, y se encuentra en la zona del abdomen derecho, debajo del hígado. Es un saco en forma de pera de 5 a 7 centímetros de tamaño, y su función es almacenar la bilis, fluido fabricado por el hígado, y éste lo secretada a la vesícula. Durante el proceso digestivo, este órgano se contrae y expulsa la bilis hacia el intestino delgado, con el que está conectado en la región del duodeno, y así este fluido ayuda a la digestión de las grasas, además de favorecer los movimientos intestinales.
A veces, el exceso de algunos componentes de los fluidos gástricos, como el colesterol o la bilirrubina, provocan que haya acumulaciones de los mismos, formando las piedras. Las personas más afectadas por las piedras en la vesículas suelen ser mujeres (se da cuatro veces más en el sexo femenino que el masculino), a partir de los 40 años, especialmente cuando se dan algunos factores.
Los cálculos acumulados pueden ser de dos tipos: cálculos compuestos de colesterol, que es el tipo más común, y los cálculos pigmentarios, que están compuestos principalmente por bilirrubina, que es un pigmento biliar que se crea a partir de la degradación de los glóbulos rojos.
Síntomas que indican que tenemos piedras en la vesícula
Muchas personas que tienen piedras en la vesículas no presentan ningún síntoma, incluso es frecuente que éstas se encuentren de manera casual durante la realización de pruebas médicas, como radiografías, para diagnosticar otro tipo de patologías. No obstante, un alto porcentaje de las personas que las tienen y no han presentado ningún síntoma, los desarrollen con el paso del tiempo.
El síntoma más comunes es un dolor fuerte y continuado (puede durar desde 30 minutos hasta varias horas) en la zona superior derecha o en la zona media del abdomen. Esto es lo que se conoce como un cólico biliar, y se debe a que una piedra o cálculo ha obstruido uno de los conductos de salida de la bilis de la vesícula. El dolor puede, a veces, extenderse hacia la espalda y/o el hombro derecho. También puede ir acompañado de náuseas, vómitos, intolerancia a los alimentos grasos, gases e indigestiones. En caso de presentar, fiebre, escalofríos, decoloración amarillenta en la piel, o heces de color arcilla, se deberá acudir a un médico.
Si se producen complicaciones derivadas de los cálculos, se desarrollan síntomas derivados de las mismas. Estas complicaciones ocurren cuando un cálculo o piedra se desprend e y obstruye diferentes conductos. Entre ellas se encuentran: inflamación de la vesícula o colecistitis, inflamación del páncreas o pancreatitis, y también coledocolitiasis, que es un aumento brusco de la bilirrubina.
Causas de la acumulación de piedras en la vesícula
Las principales causas por las que se desarrollan piedras en la vesículas son el exceso de colesterol, el exceso de bilirrubina y si al vesícula tiene problemas para vaciarse completamente. La bilis suele contener componentes que hacen el colesterol soluble, pero si éste se acumula de forma excesiva, hay más del que la bilis puede disolver y se dan las condiciones propicias para que el colesterol empiece a cristalizarse y formar los cálculos. Respecto a la acumulación excesiva de bilirrubina, esta se suele deber a otras patologías, algunas hepáticas (que afectan al hígado), como la cirrosis, o también infecciones del tracto biliar y algunos trastornos de la sangre.
En caso de que la vesícula no se vacía correctamente, la bilis se acumula y también favorece la formación de sedimentos de este tipo. No obstante, para que se desarrollen las piedras en la vesícula han de darse varios factores a la vez, así que estas condiciones son necesarias pero no suficientes para que se desarrollen cálculos.
Hay ciertos factores de riesgo que favorecen el desarrollo de piedras en la vesícula. A los principales se les denomina The Four F o Las 4 Efes : Fat (obesidad), Female (mujer), Forty (edad en torno a los 40 años), Fertility (en edad fértil). Los anticonceptivos orales, la terapia hormonal con estrógenos, el tener antecedentes familiares de esta misma dolencia, o la pérdida rápida de peso también favorece la acumulación de cálculos, así como algunas enfermedades, como la Diabetes Mellitus o la enfermedad de Crohn.
Tratamiento de las piedras en la vesícula
El tratamiento depende de cada caso: edad, historial médico, salud, el estado de la vesícula, etc. Hay varios tipo de tratamientos: En algunos casos se administran medicamentos orales con compuestos que disuelven los cálculos, aunque este es un proceso que lleva varios meses o incluso más de un año. También existe el tratamiento de Litotricia Extracorpórea por Onda de Choque, que consiste en utilizar ondas de choque que rompen las piedras en otras diminutas que puedan pasar sin problemas a través de los conductos biliares.
Con menos frecuencia se emplean compuestos químicos que se introducen o inyectan directamente en la vesícula biliar para disolver los cálculos. Por último, en algunos casos es necesaria la cirugía, que consistirá en la extirpación de la vesícula, lo cual se conoce como colecistectomía, que puede hacerse por cirugía abierta (abrir mediante una incisión grande) o por cirugía laparoscópica (se hacen pequeñas incisiones por las que se introduce una cámara y los instrumentos para actuar dentro del cuerpo). La vesícula biliar no es necesaria para vivir, s in ella la bilis pasa del hígado directamente al intestino delgado, siendo el efecto secundario más común en estos casos la diarrea, debido a que la bilis ya no tiene un lugar donde almacenarse. Este órgano nunca se extirpa en personas que tienen piedras en la vesícula pero no presentan síntomas.
¿Cómo podemos prevenir la acumulación de cálculos biliares?
Para reducir el riesgo de desarrollar piedras en la vesícula o cálculos biliares se recomienda no saltarse ninguna comida, evitar el sobrepeso y el exceso de comidas con grasas saturadas, que aumentan el nivel de colesterol. En cambio, las comidas ricas en grasas insaturadas, entre las que se encuentran aceites como el de oliva y de girasol, algunos frutos secos como las almendras, avellanas, pistachos, y pescados como el salmón, el atún y la caballa, disminuyen la presencia del llamado colesterol malo, y además ayudan al buen funcionamiento de la vesícula biliar. La avena, la cebada, la soja, las verduras (especialmente la berenjena) y algunas frutas, como la manzana, la uva, la fresa, el aguacate, el coco y los cítricos, ayudan a controlar el colesterol.
Evitaremos el sobrepeso, y en caso de querer adelgazar, lo haremos poco a poco (de 0.5 a 1 kilos por semana) y no de manera brusca. Para no dañar el hígado y evitar patologías como la cirrosis hepática, también controlaremos la ingesta de grasas, además del alcohol.