La polisomnografía es el registro simultáneo de las variables fisiológicas durante el sueño, lo que permite diagnosticar si se padece algún trastorno del sueño.
El ser humano pasa aproximadamente una tercio de su vida durmiendo, y contrario a lo que pueda parecer, el sueño no es un proceso pasivo. Mientras dormimos nuestro cuerpo pasa por distintos estadios de manera cíclica. Cada fase tiene una importancia biológica y fisiológica diferente, y es importante que pasemos por todas ellas de manera satisfactoria para que nuestro descanso sea el adecuado. Si esto no sucede, estaremos ante lo que los neumólogos denominan una enfermedad del sueño. Todos conocemos personas que roncan al dormir de manera muy sonora, o hemos oído hablar de la apnea del sueño, la narcolepsia o el síndrome de piernas inquietas. Todos ellos son distintos trastornos del sueño que se diagnostican a través de una polisomnografía o estudio del sueño.
Polisomnografía o estudio del sueño
La polisomnografía o también llamada estudio del sueño, es una prueba inocua e indolora que se realiza para diagnosticar distintos trastornos del sueño relacionados principalmente con trastornos respiratorios, siendo el más común el Síndrome de Apnea Hipoapnea Obstructiva del Sueño o SAHOS.
El sueño fisiológico, tiene distintos estadios que se suceden de manera cíclica a lo largo de la noche, y en cada uno de ellos se producen distintos cambios en la actividad cerebral, cardiaca y respiratoria principalmente. A través de un polisomnográfo, aparato que permite registrar de manera simultánea la actividad cardiaca y la cerebral, así como variables respiratorias, los movimientos oculares y la actividad de los músculos, se llevará a cabo un registro de todos estos datos durante una noche de sueño normal, es decir, no inducido con fármacos. Este registro es posteriormente analizado por un neumólogo especialista que determinará si sufrimos algún trastorno del sueño y el tratamiento a seguir.
Unidad del sueño, lugar donde se realiza la polisomnografía
La polisomnografía se realiza en lo que se denomina Unidad del sueño, una planta del hospital preparada con el material adecuado y personal sanitario formado para ello. Estas unidades deben tener una características específicas, como monitores, cámaras... La polisomnografía puede realizarse también de manera ambulatoria, en el domicilio, pero los resultado son menos fiables.
Una vez que el paciente llega a la unidad, se procede a la colocación de los electrodos y máquinas que registrarán todos los parámetros durante el sueño. Para ellos se limpia la piel y se fija el electrodo a la superficie. Se colocan dos electrodos en la frente y otros dos más a los lados de los ojos. Dos en el músculo tibial anterior y dos más en el cuello, además de otros dos en el pecho. Posteriormente se instalan el resto de sensores cardiorrespiratorios, compuestos por una pinza en el dedo, oximetro, que mide la saturación de oxígeno, y una banda abdominal. El proceso dura cerca de 45 minutos. Tras lo cual se realiza una comprobación del equipo. Se pedirá al paciente que parpadee, que sin abrir los ojos ni mover la cabeza mueva los ojos, apretar los dientes, respirar hondo, hablar y que mueva las piernas. Una vez que todo esté listo, se deja a la persona en la habitación para que comience el registro.
Para que la prueba sea satisfactoria debe registrarse al menos tres horas de sueño con todas sus fases. Por ello se recomienda que la persona esté relajada, la prueba es indolora, pero los cables, la cama diferente y el lugar pueden dificultar que el persona se quede dormida. A las siete se despertará al paciente, que podrá continuar con su vida normal incluso ir a trabajar.
L
a polisomnografía para diagnosticar trastornos del sueño
La polisomnografía se solicita cuando se sospecha de algún trastorno del sueño. Los principales trastornos que se someten a un estudio del sueño son:
- Síndrome de Apnea Hipoapnea Obstructiva del Sueño, se conoce también por las siglas SAHOS. Es uno de los trastornos del sueño más frecuentes. Estas personas dejan de recibir oxígeno durante el sueño de manera parcial o total, como consecuencia de un problema anatómico o funcional del aparato respiratorio, lo que provoca que el cerebro mande una señal de alarma al cuerpo para despertarle, lo que se conoce como microdespertares, de manera que el sueño no es reparador. Es frecuente que estas personas presentes somnolencia diurna, se quedan dormidos durante el día sin poder evitarlo, sensación de haber descansado mal durante la noche. Los ronquidos son otro síntoma.
- Síndrome de las piernas inquietas.
- Narcolepsia. Personas que de manera abrupta y sin tener control sobre ello, entran en la fase REM del sueño, la más profunda de todas las fases del sueño. Pueden quedarse dormidas en cualquier sitio o haciendo cualquier cosa, mientras están hablando con otra persona, por ejemplo. Para estas personas las polisomnografía permiten estudiar las alteraciones cerebrales que se producen.
- Alteraciones del ritmo cardiaco nocturno. En aquellas arritmias que se presentan con más prevalencia mientras dormimos. Pues pueden tener relación con los niveles de oxígeno que llega a la sangre durante la noche.
- Epilepsia, para comprobar si existen ataques epilépticos nocturnos.
- Alteraciones del sueño en la fase REM.
- Insomnio.
- Sonambulismo.
- Excesiva somnolencia diurna.
- Ronquidos.
- Si se sufre sueño no reparador, la persona se levanta por las mañanas cansada, como si no hubiera dormido bien, con mucha frecuencia.
La polisomnografía no tiene ninguna contraindicación, incluso puede realizarse durante el embarazo o la lactancia. Sin embargo en pacientes en estado de agitación o falta de colaboración, no debe realizarse pues el registro no será válido.
Lo que hay que hacer antes de una polisomnografía
No es necesario el ingreso hospitalario para realizar una polisomnografía, pues se hace de manera ambulatoria en el hospital, en lo que se denomina Unidad del sueño. Allí deberá estar sobre las 22 o 23 horas del día señalado. Es importante seguir una serie de recomendaciones y seguir las indicaciones del personal de enfermería para que el registro se realice de manera apropiada.
- Alrededor de 10 días antes se debe suspender determinados medicamentos que pueden alterar el registro de la polisomnografía de manera indirecta como son: barbitúricos, hipnóticos, antihistamínicos, relajantes musculares, barbitúricos, preparados a base de cafeína, antiepilépticos... En cualquier caso será el médico quien determine que pastillas debe suspender en caso de ser necesario.
- No dormir la siesta el día de la polisomnografía.
- No consumir alcohol, sustancias estimulantes ni bebidas excitantes como café, refrescos con sustancias estimulantes, té... horas antes de la polisomnografía.
- El pelo debe estar limpio sin lacas, gominas, ni otros productos capilares que dificulten la sujeción de los electrodos.
- Mejor nada de joyas, maquillaje o las uñas pintadas.
- No es necesario acudir en ayunas, pero tampoco es aconsejable una cena copiosa, que puedan dificultar dormir placenteramente.
- El paciente se quedará a dormir toda la noche, y no se suele permitir acompañantes, excepto ene le caso de menores que se solicitará a uno de los padres que se quede con el niño.