Muchas veces se recurre a la inyección intramuscular cuando se quiere aplicar un medicamento. En este caso, éste se introduce en el músculo directamente, favoreciendo que sea absorbido por el torrente sanguíneo de una forma más rápida. Esto es así porque el tejido muscular tiene una irrigación sanguínea tan buena que favorece que, tras ser absorbido pronto, el medicamento haga un efecto más rápido y eficaz.
¿En qué partes se pone una inyección intramuscular?
Ya sabemos que cuando se recurre a una inyección intramuscular es porque la absorción del medicamento va a ser mucho más rápida y eficaz, pero, aun así, hay algunas zonas del cuerpo que son más apropiadas para realizar el pinchazo. Escoger una u otra dependerá de la persona que vaya a recibir la inyección, ya sea por su edad o por su complexión física.
Asimismo, la forma de colocar a la persona será distinta dependiendo la zona de su cuerpo que se escoja para aplicar la inyección intramuscular. En caso de que se tengan que realizar las inyecciones con asiduidad, será recomendable ir cambiando de zona para que no haya problemas de cicatrices y cambios en la piel.
Glúteos
Cuando se escoge esta opción hay que tener en cuenta que no es la más recomendada para menores de tres años. En el caso de estos, los músculos de esta zona del cuerpo no están lo suficientemente desarrollados como para que sea la mejor opción. En el resto de las personas, se trata de una de las ubicaciones que mayor cantidad de medicamento admite.
Para inyectar el medicamento en esta zona habrá que trazar una cruz imaginaria, con una línea en vertical y otra en horizontal, en uno de los glúteos. La inyección se pondrá en la parte superior externa, debajo del hueso curvado para evitar el contacto con el nervio ciático. Esto supondría una sensación de dolor durante varios días.
Hombro
El músculo deltoides del brazo es otro lugar donde se puede poner una inyección intramuscular. Cuando se escoge esta opción hay que tener en cuenta que la persona no esté demasiado delgada o que tenga el músculo más pequeño de lo normal. En esta zona se deben de inyectar medicamentos de menos de tres mililitros. Para saber dónde poner la inyección, es necesario dibujar un triángulo invertido imaginario y hacerlo en el centro de éste.
Cadera
Para escoger esta opción, es necesario que la persona a la que se le va a poner la inyección intramuscular esté tumbada de lado. Es la más indicada para los adultos y los bebés que tengan menos de siete meses. Además, es una de las más seguras ya que no tiene nada cerca que pueda verse afectado.
Para saber dónde realizar la inyección hay que colocar la palma de la mano en la parte superior externa del mundo. Allí se forma una 'v' con los dedos que mire hacia la cabeza de la persona. En el centro de esa 'v' es donde se debe poner la inyección.
Muslo
Es una de las zonas más sencillas donde saber aplicar una inyección intramuscular. Asimismo, es la más indicada para niños que tengan menos de tres años. Para saber dónde debe de ser aplicada, será necesario dividir el muslo en tres partes iguales. Una vez que se ha hecho esta división, se aplicará la inyección en el tercio que se encuentra en medio.
¿Cómo se aplica una inyección intramuscular?
Una vez que ya hemos decidido dónde vamos a aplicar la inyección intramuscular, toca el momento de pasar a la acción. Para ello, antes deberemos preparar todo lo necesario. En primer lugar, y aunque no es estrictamente necesario, utilizaremos unos guantes desechables. Por otro lado, tener dos algodones. Uno de ellos seco y otro impregnado en alcohol. En caso de que sea una vacuna, se utilizará suero fisiológico. Por último, habrá que tener listo el medicamento que se va a inyectar y una jeringa con aguja nuevas del tamaño correcto. Una vez que ya se tienen todos los materiales listos, ya se puede proceder a aplicar la inyección intramuscular. Para ello, habrá que seguir los siguientes pasos:
- Prepara todo el material en un lugar accesible y que esté limpio para prevenir cualquier tipo de infección.
- Lávate las manos con abundante agua y jabón y, en caso de que tengas guantes desechables, póntelos una vez te hayas secado las manos.
- Coloca a la persona que va a recibir la inyección en la posición adecuada dependiendo de la zona donde la vayas a aplicar. Además, intenta que esté relajada para que todo sea mucho más sencillo.
- Una vez que tengas colocada a la persona que va a recibir la inyección, localiza la zona en la tienes que realizar el pinchazo.
- Limpia la zona donde se va a aplicar la inyección con una gasa impregnada en alcohol. Para limpiar, debes de realizar movimientos circulares que vaya de dentro hacia fuera.
- Llega el momento de introducir el medicamento en la jeringa. Antes, aspire aire y expúlselo en su totalidad. Hecho este paso, tocará meter el medicamento. A veces, en este paso se puede romper la aguja, por eso es recomendable tener dos.
- Una vez que el medicamento ya está dentro, se le dan unos pequeños golpes a la jeringa para remover el aire y las burbujas.
- Pon la jeringa en tu mano hábil entre el dedo pulgar y el índice, de tal forma que el cilindro quede sujeto con el dedo del medio.
- Haz un pliegue en la piel en el lugar apto para la inyección e inserta la aguja en un ángulo de 90º. Mantén el pliegue hecho hasta que la aguja se haya introducido por completo. En ese momento, lo sueltas.
- Ahora toca inyectar el medicamento. Para ello, vete empujando el émbolo suavemente. Algunos medicamentos pueden ser dolorosos, por lo que, de esta manera, se disminuye el daño.
- Una vez que ya se ha introducido todo el medicamente, toca sacar la aguja. Se hará lentamente y, una vez fuera, se pasará una gasa por el lugar del pinchazo. Algunas veces, se coloca una especie de tirita para evitar los roces en caso de que salga una pequeña costra.