Desde hace unos años se empezaron a poner de moda los alimentos con Bífidus Activos y demás de esas sustancias que aportan un gran beneficio para el organismo. Llegó hasta el punto de que la mayoría de los alimentos que se consumían de forma habitual en los hogares llevaban este tipo de componentes. Así que, antes de seguir tomando según que productos, es importante averiguar qué es realmente el Bífidus y si las personas entiende realmente su función y el beneficio que aportan.
El "Bifidobacterium", como indica su nombre en latín, es uno de los mayores géneros de bacteria saprófitas de la flora itestinal que residen en el colon. Éstas ayudan a la digestión y están asociadas a una menor incidencia de alergias y crecimiento de ciertos tumores. Algunas de éstas se usan como probiótico, y desde hace poco, se han descubierto que convierten el chocolate en el estómago en un potente antiinflamatorio, con un beneficio especial para el corazón.
¿Cómo funcionan en nuestro organismo?
Son considerados una parte importante de la salud intestinal y en la infancia, sobre todo en los pequeños consumidores de leche materna, se detecta una fuerte concentración de Bífidus en el organismo que ayudan a mantener una buena salud intestinal en estos pequeños individuos. A medida que las personas crecen, se van perdiendo, por ello se considera de crucial importancia seguir consumiendo leche y demás alimentos que aporten una pequeña dosis de esta bacteria que son tan necesarias para la digestión y el buen funcionamiento de la flora intestinal, ya que una de sus funciones es mantener una correcta salud y funcionamiento de esta parte del aparato digestivo.
Nunca se debe olvidar que es en esta zona del cuerpo donde se procesan y asimilan los diferentes alimentos que se ingieren en la alimentación, y por ellos se considera muy susceptible de ser afectado por bacterias o virus dañinos que acaben, finalmente, perjudicando el organismo. El ingerir una cierta cantidad de Bífidus, ayuda a conseguir mantener unos agentes de emergencia que eviten que se produzcan este tipo de "malos ataques" en el proceso.
Entre su mejor beneficio destaca el mantenimiento de una flora intestinal sana que mejorará la asimilación de nutrientes y la eliminación de residuos, lo que consigue una buena salud y bienestar del organismo en general. Ésto se consigue a través de una encima que produce el propio Bífidus, encargada de digerir la leche y hacerla más tolerante; aumentando la reciptividad de las vitaminas y nutrientes.
Todo esto lo consigue segregando diferentes sustancias antibacterianas que protegen de los ataques de otras bacterias, virus u hongos. También es muy bueno el Bífidus para prevenir reacciones alérgicas que pueden venir derivadas por una alimentación incorrecta; también evita otro tipo de alteraciones del aparato digestivo.
Cuando el organismo detecta la falta de este tipo de bacteria, las personas pueden notarlo en su cuerpo porque puede provocar malestar general, cansancio, diarreas, malas digestiones y una gran facilidad para contraer enfermedades víricas, como catarros o resfriados comunes.
Alimentos ricos en Bífidus
Los yogures y demás productos compuestos por leche fermentada, destacan como uno probiótico más conocido y consumido. Pero también existen la forma de producirlos a partir de vegetales, éstos se componen a través de la fermentación que cumple dos importantes objetivos: aumentar el tiempo de conservación de los alimentos y potenciar su valor nutricional.
El consumo de este tipo de vegetales, como pueden ser los pickles o encurtidos, son una fuente natural muy rica en lactobacilus o Bífidus. Por todo esto es muy recomendable su consumo habitual, sobre todo en niños y ancianos que suelen ser más propensos a enfermedades. También vienen muy bien su uso cuando se consumen antibióticos, dado que los más usados son de amplio espectro y combaten todo tipo de bacterias, y por considerarse un probiótico natural muy bueno para la salud intestinal.
También existe la forma de elaborar Lactobacilus de forma natural. Éstas son las verduras y hortalizas que, por la forma de fermentación al que han sido sometidos, son una fuente muy original de Bífidus.
Parte de la colonia de lactobacilus que se ingieren al consumir pepinillos no sobreviven cuando entran en contacto con el medio ácido del estómago. Una dieta rica en carbohidratos y pobre en proteína animal también favorece mucho en este sentido al intestino. Esto pasa porque la parte no digerible de los carbohidratos, son fermentados por la flora intestinal que produce una parte de esta bacteria. Sin embargo, el enorme beneficio que el consumo de pepinillos producen al organismo, se notan al poco tiempo de introducirlos en la dieta cotidiana y, es por ello, que se aconseja comer una cucharada en cada comida.
¿Por qué? Muy fácil, porque estimulan el apetito, por lo que son ideales para consumir antes de las comidas como un pequeño aperitivo o mezclados con una ensalada que preparará al estómago para la digestión que viene después. También ayudan a regenerar la flora intestinal, por ser un probiótico que alivia las molestias que se puedan producir en la digestión y así, alivia el estreñimiento, la diarrea, la dispepsias y las flatulencias o hinchazón que pueden producirse en personas que son propensas a este tipo de indigestiones. Otra ventaja es que neutralizan el deseo de comer azúcar o alimentos demasiado dulces a todas horas, por lo que son perfectos para la realización de aquellas dietas bajas en azúcar; ya sea por estilismo o por necesidad adquirida por una enfermedad o intolerancia.
También existe este probiótico en alimentos menos conocidos que suelen ser más comunes en la cocina asiática y que, en su mayoría, provienen de la soja. Éstos se pueden encontrar en tiendas especializadas o herbolarios y son:
- Tempeh: un producto fermentado d ella soja que es perfecto para sustituir aquellos otros que son de origen animal.
- Miso: De consistencia pastosa y que está elaborado con soja y sal marina. Se utiliza como potenciador del sabor.
- Tamari: Salsa de soja realizada con agua y sal.
- Umebochi: Ciruelas fermentadas con sal marina durante más de dos años con propiedades de alcalinizar la sangre, efecto antibiótico y antiséptico.