La Navidad es tiempo de compartir, de felicidad, de pasar tiempo con familiares y amigos y de estar con una sonrisa permanente las 24 horas del día. Pero no siempre es así. Puede haber gente que no se sienta invadido por el espíritu de estas fiestas y que lejos de sentir y derrochar esa felicidad plena lo que le embarga es una amarga tristeza.
Los motivos para estar triste en Navidad puede ser variados, pero no es algo tan extraño como nos pueda parecer. A pesar de que parece que todo el mundo está obligado a ser más feliz que si viviera en un cuento de hadas a partir del 22 de diciembre -pongamos que las fiestas arrancan con la celebración del sorteo de la Lotería de Navidad- son muchísimas las personas que sienten tristeza y desasosiego según se acercan estas fechas, sentimientos que no se van hasta que ha pasado el 7 de enero.
Si eres de los que está triste no pienses que eres un caso aislado o extraño. Todo lo contrario. La tristeza cada vez es más habitual, al igual que la ausencia de motivos por los que celebrar nada. De hecho te sorprendería saber la cantidad de personas que no celebran estas fiestas o que lo hacen de una forma mucho más recogida de los estándares habituales.
Personas ausentes
¿Por qué te invade la tristeza? Comentábamos anteriormente que los motivos pueden ser diversos pero el mayoritario es la ausencia de determinadas personas, generalmente aquellas con las que antes compartías estos días. Puede ser una pareja que haya fallecido, padres o madres que ya no estén, incluso abuelos.
Cuanto más próxima sea la persona que te falta más fácil es que la tristeza te invada. La Navidad, junto a determinadas fechas señaladas y personales, es la época del año en que más echamos de menos a los que se han ido y es porque hasta entonces probablemente era el momento en que pasábamos mucho tiempo juntos.
Si la pérdida es reciente, como por ejemplo el primer año, es muy normal estar decaído. Pero también es cierto que esa sensación no se va con el tiempo, puede incluso que años más tarde se acreciente.
También puede darse la circunstancia de que en Navidad no estés con tus seres queridos no porque hayan muerto, sino porque estéis lejos físicamente o porque por algún otro motivo ya no os reunáis. En este caso el modo para acabar con la tristeza es bastante más sencillo.
Problemas personales
La tristeza en Navidad no siempre va asociado a personas ausentes, puede que tengas a toda tu familia y amigos cerca y aún así no te sientas feliz. Es una circunstancia personal y suele ser fácil que cada uno detecte porqué está así. Puede que no estés pasando por un buen momento. Por ejemplo que estés en una situación laboral incómoda, que tengas algún problema personal que te resulte difícil de superar o que estés pasando por un momento de ánimo bajo.
En cualquiera de estos casos puedes pensar que obligarte a estar feliz y mostrar una cara ante los demás que no se asemeja con lo que sientes en tu interior es lo que debes hacer. Depende de cada caso, pero fingir de esa manera puede llegar a ser contraindicado porque puede tener el efecto contrario, puede hacer que sientas una mayor tristeza.
Tampoco es recomendable encerrarse en uno mismo y aislarse en estos días. Es prácticamente imposible huir de todas las celebraciones de Navidad, mas cuando vivimos en un país en que duran dos semanas. Por eso, cuando estés triste, es mejor comentarlo con quienes te rodean y tratar de llevarlo de la mejor manera posible.
No te gusta la Navidad
Al igual que hay personas que les gusta muchísimo la Navidad hay otras a las que no les gusta nada. No es tampoco nada extraño. Cada vez más se convierte en unos festejos comerciales en que hay quienes se preocupan más por demostrar lo que los disfrutan que de hacerlo de verdad y eso es algo que no encaja con todo el mundo. Si no te gusta la Navidad es probable que estés triste viendo lo que te rodea.
Situación temporal
Has de tener en cuenta que el hecho de que la tristeza te invada en esta Navidad no quiere decir que va a ser algo que ocurra siempre. Puede que sea un estado temporal, que por determinadas circunstancias te haya afectado este año, pero no el próximo o al siguiente. No has de tirar la toalla, pero sí es recomendable que programes cómo pasar estos días para evitar pasarlo mal o hacérselo pasar mal a quienes te rodean. Al fin y al cabo igual que a ti no se te puede contagiar la felicidad de otros tú no deberías traspasar tu tristeza a quienes no se sienten así y quieren disfrutar de estos días.