Si quieres mejorar en salud deberás tener unos principios de alimentación saludables. Deja a un lado los alimentos procesados o poco saludables para ti y céntrate sobre todo en aquellos alimentos que te pueden aportar más energía y saciedad mientras tienen menos calorías. Lo ideal es que tu dieta se base sobre todo en verduras, hortalizas, cereales, semillas, legumbres y poca cantidad de carne.
Pero además de tener en cuenta los alimentos que debes consumir también es muy importante saber que las porciones que toman tienen mucho que ver con el peso que ganas o el que pierdes. Si bien es cierto que cuando comes verduras puedes comerlas sin cantidad y así saciar tu apetito sin necesidad de ingerir más calorías de la cuenta, también es verdad que saber algunos secretos sobre las porciones puede cambiar tu vida.
Ten en cuenta las porciones que comes
Incluso cuando intentes comer alimentos cargados de nutrientes es muy importante que prestes atención a la cantidad total que consumes. Puedes comer más y estar lleno, para perder peso no debes pasar hambre... No es saludable. La mayoría de ocasiones las personas si quieren comer saludable o perder peso se quedan con hambre, y esto, no es necesario.
Incluso puede que no te quedes con hambre pero que tampoco te quedes lleno, pero si te ponen algo delante de ti para comer es más probable que lo tomes que en el caso de sentirte totalmente saciado/a.
Es necesario que te acostumbres a comer menos y para ello, por ejemplo, cuando tomes un postre saludable puedes decirte a ti mismo: 'No tengo mucha hambre, pero comeré esto de todos modos y no comeré más hasta la hora de la merienda'. Esto podría ser suficiente para disuadirte de comer otra cosa entre horas y por tanto, ingerir más calorías de las necesarias.
Si vas a un restaurante puede ser todo un desafío ya que para contentar a los clientes suelen poner grandes porciones o no cuentan con la cantidad de grasas o sodio que llevan sus platos. Y que si sus clientes consumen a menudo, pueden poner en riesgo su salud. También es mala idea intentar imitar estos platos de restaurantes en casa, porque entonces caerás en los mismos errores: no tendrás en cuenta lo que estás poniendo en el plato.
Comer fuera se ha convertido en gran parte de la dieta de muchas personas, pero pueden ser una ingesta masiva e innecesaria de calorías extra. Si sales a comer fuera de casa, tendrás que aplicar las mismas estrategias de consumo que haces en tu casa. Esto por ejemplo puedes saltártelo días puntuales como en tu cumpleaños, siendo flexible y evitando la ansiedad que te puede generar el tener control en un evento social. Aunque si un día te pasas de calorías y tomas raciones más grandes, al día siguiente tendrás que contrarrestar esas calorías consumidas de más.
Una idea cuando salgas a comer fuera y que puedas medir las porciones que comes, es que en lugar de comerte un plato principal tú solo, lo puedes compartir con otra persona. Así además de ahorrar en calorías o grasas, también estarás ahorrando dinero. ¡Y comiendo una porción más saludable fuera de casa!
Las calorías no las bebas
Lo que muchas personas no recuerdan cuando piensan en su alimentación saludable o controlan las porciones, es que las bebidas también pueden aportar demasiadas calorías extras e innecesarias. Las calorías hay que comerlas, ¡no hay que beberlas! Las bebidas no sacian de la misma forma que los alimentos y lo peor es que una bebida puede proporcionarte perfectamente 150 calorías que podríais haberte ahorrado si hubieras bebido agua.
Además, está más que comprobado que lo único que quita la sed realmente es el agua. Solo necesitas agua para hidratarte y mantener una dieta saludable y mantener las calorías a raya.
Recuerda además que es muy importante que leas las etiquetas de los alimentos que compras y consumes, así podrás saber exactamente los ingredientes que lleva, si lleva azúcar escondido con otros nombres y sobre todo, controlar las calorías que te aportan por cada 100 gramos que consumas. Si evitas los alimentos procesados y envasados, ¡mucho mejor!