Un estudio de potenciales evocados es aquel que se encarga de analizar la respuesta del sistema nervioso antes los estímulos sensoriales. A través de los electrodos que se colocan en la cabeza, el médico puede ver cómo responde el cerebro a los estímulos que le mandan los diferentes órganos sensoriales. Los impulsos eléctricos que llegan hasta el cerebro son recogidos por los electrodos y, a través de ellos, el médico puede comprobar si la actividad es la correcta.
No se trata de una prueba aislada, sino que va acompañada de otros exámenes para poder tener un diagnóstico mucho más completo. Éstas deberán llevarse antes de la prueba a nuestro médico para que las tenga en cuenta. Se lleva a cabo en unidades neurofisiológicas específicas y es el neurólogo el encargado de practicarnos el estudio de potenciales evocados.
Pasos previos al estudio de potenciales evocados
La prueba de potenciales evocados, como ya hemos dicho, se lleva a cabo en unidades neurofisiológicas específicas que pueden ubicarse tanto en un hospital como en una clínica privada. Antes de realizarla no es necesario llevar a cabo ningún tipo de preparación médica específica. Bastará con presentarse en el lugar del estudio cuando tengas la cita.
Aun así, sí que es importante que le digas al neurólogo qué tratamientos médicos estás siguiendo ya que pueden influir en el transcurso de la prueba. De todos modos, se trata de algo informativo, ya que, normalmente, no se suspende ningún tratamiento a no ser que sean medicamentos contra la epilepsia, enfermedades psiquiátricas o relajantes musculares. También es importante que no llevemos ningún tipo de producto en la zona en la que se va a realizar el estudio de potenciales evocados. Por lo tanto, evita las cremas y cualquier otro producto que se aplique en el cabello para que no interfiera en la señal que reciben los electrodos colocados en nuestros órganos sensoriales. Por último, es necesario que el paciente se abstenga de tomar bebidas con alcohol o cafeína en las horas previas a la prueba.
El sueño también tiene su importancia cuando se va a realizar esta prueba. Normalmente, el médico te va a pedir que vayas después de haber dormido poco durante la noche anterior, por lo que descansar entre una o dos horas bastará. En caso de que los reflejos que se quieran estudiar sean los de la vista la recomendación será al contrario. Deberemos descansar para que la prueba salga lo mejor posible y no haya ningún problema.
Como cualquier prueba, el estudio de potenciales evocados también se hace en busca de unos resultados. En este caso, se realiza para detectar los problemas que causan pérdida de visión y de audición, la esclerosis múltiple, traumatismos craneales, lesiones de la médula espinal y diferente tipos de neuropatías. Además, sirve de estudio para los pacientes que se encuentran en coma para saber si reaccionan o no y, así, poder identificar cuáles son las partes del cerebro que se encuentran dañadas.
El estudio de potenciales evocados paso a paso
Estamos ante una prueba que nos pide un médico, en este caso el neurólogo, para poder averiguar más antes de darnos un diagnóstico sobre lo que nos pasa o poder aportar más datos. Por lo tanto, deberemos presentarnos en el centro donde va a tener lugar la prueba a la hora acordada tras haber seguido las recomendaciones que te hemos mencionado en el anterior apartado.
Una vez que ya estemos instalados, nos colocarán en una silla o una cama donde estemos cómodos para la realización de la prueba. Entonces, comenzarán a colocarnos los electrodos por la parte del cuerpo que se vaya a analizar. Antes de su colocación, se limpiarán la zona o zonas con líquido antiséptico para que luego estos peguen bien. Se van pegando con gel a la piel, menos en la zona de la cabeza, que para que no haya problemas con el pelo se optará por poner una especie de gorro en el que van colocados los electrodos. Normalmente, se colocan entre dos y veinte, dependiendo de lo que se quiera analizar.
Una vez que ya tenemos todos los electrodos colocados, comienza la prueba. En ésta, el neurólogo va estimulando aquel órgano sensorial que quiera analizar y nos irá dando instrucciones de lo que tenemos que hacer. Nuestro cometido en esta prueba será seguirlas y hacer caso en todo momento al médico. Una vez terminé, se nos retirarán los electrodos y se limpiará el gel restante.
Como verás, se trata de una prueba muy sencilla en la que el paciente no sufre grandes molestias, a lo mucho las pequeñas descargas eléctricas que se dan para medir la sensibilidad de una zona. Es por ello que deberemos ir tranquilos ya que, además, una vez se termine el estudio, podremos irnos a casa tranquilamente sin necesidad de que nadie nos acompañe.