Ya es verano y son muchos los que acuden a la piscina para refrescarse y combatir las altas temperaturas. El problema de las mismas es el cloro y causante de múltiples problemas tanto en ojos como en la piel.
Algunos tienen serias dudas, sobretodo los padres de si sus hijos sufren algún tipo de alergia al agua de la piscina. Ante ello es aconsejable el acudir a un dermatólogo y corroborar si los pequeños pueden ser alérgicos a algunos de los productos químicos presentes en el agua de la piscina.
¿Es alergia o una simple reacción natural?
Según los expertos en el tema, es muy rara la persona que puede llegar a sufrir una alergia a causa del cloro presente en la piscina. Lo normal es que dichas irritaciones en los ojos o en la piel se produzcan como consecuencia de la reacción que tiene el cuerpo al entrar en contacto con dichos productos químicos.
Es lo mismo que les ocurre a muchas personas que deciden lavar el baño o la cocina con productos químicos y no se protegen las manos con guantes.
Qué personas son más proclives a sufrir irritaciones
En la piscina se suele usar el cloro para evitar la proliferación de hongos o bacterias en el agua. El problema del cloro es que es un producto químico que puede llegar a provocar diversas irritaciones. Ello va a depender de una serie de factores:
- La cantidad de cloro que haya en el agua.
- El tiempo que entre el cuerpo con el citado cloro.
- La sensibilidad de la piel de la persona.
Al estar mucho más tiempo en el agua, los niños son los que suelen sufrir dichas irritaciones tanto en la piel como en los ojos. Los niños tienen una piel mucho más delicada que la de los adultos por lo que es normal que sufran con más asiduidad las irritaciones.
La piel es la zona del cuerpo que más sufre tales reacciones por lo que hay que tener mucho cuidado con los niños cuando se meten en la piscina. Los dermatólogos aconsejan el aplicar una crema hidratante en la piel antes de meterse en la piscina. De esta forma la piel queda totalmente protegida frente a la acción del cloro.
Síntomas de la reacción al cloro
El principal síntoma de que el cloro ha perjudicado la piel es por la aparición de diversos eccemas. Hay una fuerte irritación que provoca que la piel se enrojezca y provoque fuertes picores.
Dichos eccemas suelen aparecer en zonas del cuerpo como detrás de las rodillas, en la ingle o en las axilas. Los ojos también pueden verse perjudicados, sobretodo si se abren debajo del agua.
Cómo tratar tales reacciones al cloro
Como ya hemos comentado más arriba, lo mejor para proteger la piel del cloro es aplicar un poco de crema hidratante, sobre todo si se pasa mucho tiempo en la piscina. En el caso de la aparición de los eccemas, lo mejor es tratarlos con cremas que contengan corticoides. Ello ayudará a bajar la inflamación y a mejorar la irritación en la piel. De todas maneras, si la piel se irrita demasiado lo mejor es acudir al dermatólogo.
Hay también una serie de remedios caseros como es el caso del aloe vera que también va perfecto a la hora de tratar los eccemas.
En definitiva, es muy raro que una persona sufra una alergia al agua de la piscina. En la mayoría de los casos las irritaciones se producen a causa de la reacción que sufre el cuerpo por culpa de los productos químicos que lleva el agua de la piscina. En muchos casos la piel es demasiado delicada y sensible por lo que hay que evitar el pasar demasiado tiempo metido en el agua.