El año está llegando a su fin y con él llega el momento de hacer un repaso a todo el año pensado en los retos planteados a principios de este 2019. Y es que con el cambio de año -y en este caso de década- llega el inevitable momento de plantearse nuevos propósitos para lograr los objetivos y metas que se quieren conseguir. Si todavía no tienes los tuyos demasiado claros, aquí tienes 12 retos saludables de año nuevo que serán impredecibles para el año 2020.
1. Introducir el ejercicio como una constante en tu rutina
"Mi propósito para año nuevo es apuntarme al gimnasio". Esta es, sin duda, una de las frases más repetidas cuando se acerca el último día del año. Y lo cierto es que hay mucha gente que cumple y las máquinas del gimnasio doblan las colas; sin embargo, un par de meses después mucha de esta gente desaparece. Plantearse el deporte como una constante en la rutina no tiene que pasar por apuntarse al gimnasio, sino que cada persona debe encontrar la disciplina que más le guste, ya sea correr, montar en bicicleta o ir los fines de semana a escalar a la montaña.
El deporte debe gustar y hacer pasar un buen rato, ya que si es una obligación se convertirá en una carga que a la larga se dejará por el camino. Este año plantéate encontrar esa disciplina deportiva que te mantendrá en activo durante la semana y que te aportará grandes beneficios durante todo el año. Por un lado, conseguirás eliminar los excesos acumulados durante las Navidades, pero también conseguirás eliminar estrés, estar más optimista y sentirte mejor.
2. Dejar de fumar
Este es otro de los clásicos propósitos para año nuevo: olvidarse de la nicotina. Ni que decir tiene que el dejar de fumar sólo tiene efectos positivos en el organismo -menos riegos de padecer enfermedades, mayor capacidad física o disfrutar de espacios libres de humo-, pero también para tu bolsillo al ahorrar mucho dinero antes invertido en la compra de cajetillas. Sin embargo, dejar de fumar es sólo uno de los cambios que hay que hacer en este 2019 en relación a los malos hábitos y a él también debe unirse, por ejemplo, el uso excesivo del móvil.
También en la alimentación hay que hacer un cambio de mentalidad y olvidarse del consumo desmedido de comida rápida, así como de alcohol o de refrescos que sólo aportan azúcares y calorías vacías. Es cierto que cambiar estos hábitos puede ser difícil y necesitar de mucha fuerza de voluntad, pero todo se puede conseguir. Y siempre que se necesite se puede acudir a un profesional para establecer un plan y unas pautas para lograrlo.
3. Hacer de la comida sana una constante en la dieta
El seguir una dieta sana y equilibrada está muy ligado al hecho de eliminar esos hábitos nocivos entre los que se encuentran la comida rápida y las bebidas azucaradas. Se trata de incorporar en tu plan de comidas diarias ingredientes variados y de calidad que aporten el organismo todos los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento.
Por su puesto, eso pasa por consumir más verduras, frutas y legumbres y menos hidratos de carbono y azúcar. También hay que reducir el exceso de consumo de carne roja por carnes magras o pescados. De esta forma no sólo se logrará bajar de peso (para quien así lo quiera), sino que el organismo se sentirá mucho más ligero, con menos toxinas y se reducirá la posibilidad de desarrollar posibles enfermedades. Y es que no se trata de comer menos, sino de comer mejor.
4. Usar menos el ascensor
Este propósito está muy ligado al primero y es que en el día a día hay muchas acciones que evitamos hacer y que podrían ser buenas para la salud. Por ejemplo, usar el ascensor o las escaleras mecánicas en vez de las escaleras tradicionales. Este pequeño cambio no sólo puede suponer un gran impacto en tu salud a nivel físico -ya que incorporas un poco más de movimiento a tu cuerpo-, sino que muchas veces permite ahorrarse la desesperación de tener que esperar al ascensor que nunca llega o tragarse las colas de gente que empujan por hacerse un hueco en la fila de subida de las escaleras mecánicas.
5. Controlar el estrés
Vivimos en una sociedad completamente dominada por la velocidad y por las prisas, tanto en lo que se refiere al aspecto laboral como en la vida familiar. Un proyecto que tiene que ser entregado a tiempo, recoger a los niños del colegio, preparar una reunión, ir al supermercado... son muchas las tareas que se realizan durante el día y que pueden promover el desarrollo del estrés.
Un estado constante de tensión y nerviosismo no tarda en manifestarse a través de síntomas como dolor de cabeza, hipertensión o en el aspecto físico en forma de caída del pelo o imperfecciones en la piel. Es por eso por lo que el estrés hay que intentar mantenerlo bajo control y son muchas las fórmulas que hay para conseguirlo. La organización es una de ellas -llevar una agenda diaria para planificar todas las tareas que hay que hacer- o hacer ejercicio físico de forma rutinario son algunas pautas que recomiendan los expertos.
6. Usar menos el coche
Coger el coche para ir de un sitio a otro es muy cómodo, pero no contribuye de forma positiva a tu salud. Cuando se trata de desplazamientos cortos o que puedes realizar fácilmente en transporte público lo mejor es dejar de lado el coche. Esto obligará a caminar y, por lo tanto, a mejorar la capacidad física. Sin embargo, este pequeño gesto también tiene muchas más ventajas como es ahorrar dinero de la gasolina, evitar el estrés de los atascos o contribuir a cuidar el medioambiente.
7. Dedicarse tiempo a uno mismo
Normalmente se presta más atención a todo lo que nos rodea que a uno mismo. Sin embargo, es muy importante dedicar tiempo a las tareas que nos aportan felicidad para prevenir el estrés, aumentar la autoestima y desarrollar un mayor optimismo. Hacerse un masaje, ver una película, hacer ejercicio o un tratamiento de belleza pueden parecer simples gestos sin importancia que, sin embargo, tienen un efecto muy positivo a nivel personal y ayudará a mantener la motivación día tras día.
En este sentido también es muy importante asegurarse de que se descansan las horas suficientes, y es que dormir bien es imprescindible para una vida de calidad. Quizá esto pase por acostarte antes o cambiar el colchón por uno en el que descanses mejor, pero hay que tomar las medidas adecuadas para asegurase un buen sueño.
8. Acudir a las revisiones médicas
El ajetreo del día a día muchas veces propicia el olvidarse de que hay que cuidar la salud. Comer sano, hacer ejercicio y dormir bien es imprescindible para ello, pero también lo es asegurase de que el cuerpo está perfectamente tras una revisión médica. Y es que hay ocasiones en las que el cuerpo avisa de que algo no está funcionando correctamente, pero se achaca a una consecuencia del estrés o del ajetreo del día a día. Por ello hay que tomarse el tiempo necesario para acudir a profesionales de la salud para que verifiquen que todo está correctamente.
9. Pequeñas acciones por la protección del planeta
El cambio climático ha sido una de las grandes constantes de este 2019 con la celebración de manifestaciones y de reuniones para pedir la protección del planeta. Cualquier gesto, por mínimo que sea, tiene un gran impacto positivo en el cuidado del medioambiente y pasa por pequeñas acciones como cambiar el coche por el transporte público, intentar usar menos plásticos, consumir de forma responsable o comenzar a usar productos naturales en el día a día como puede ser en los productos cosméticos o de higiene. Un buen reto para año nuevo es intentar estar un poco más comprometido con el planeta, cada persona en la medida en que pueda y con las acciones que considere necesarias.
10. Ser menos dependiente de los dispositivos electrónicos
Muchos expertos ya han afirmado que el móvil puede llegar a desarrollar una dependencia tal que puede considerarse una enfermedad. Es cierto que el móvil es una gran herramienta para estar en contacto con familiares y amigos, así como conocer cuáles han sido las últimas noticias en todo el mundo.
Sin embargo, hay que poner un límite a su uso y saber cuál es el momento para dejarlo de lado, por ejemplo cuando se está pasando tiempo con la familia o en el momento de irse a la cama. Y aunque el móvil es el mayor exponente de este abuso de la tecnología, también hay que controlar el tiempo que se pasa delante de la televisión, del ordenador o de la consola.
11. Disfrutar de lo que te rodea
Precisamente el uso excesivo de la tecnología puede hacer que se olvide que vivimos en una sociedad con más personas y que hay otra forma de relacionarse que pasa por hablar directamente con ellas. Disfrutar de la familia y de los amigos haciendo planes y actividades todos juntos y sin dispositivos electrónicos de por medio puede ser uno de los retos más importantes para el año 2020, pero sin duda uno de los que más aspectos positivos puede tener.
¿Y qué tal hacer un viaje para disfrutar de la naturaleza? Esto no quiere decir que haya que hacer las maletas y tomar el avión hacia el destino más alejado, sino que hacer una excursión para pasar el día en el campo puede hacer olvidar el estrés diario y volver a la rutina con un ánimo renovado
12. Hacer aquello que te hace feliz
El objetivo de todos los propósitos planteados para el año 2020 deben ser, en definitiva, lograr la felicidad. Y es que muchas veces ésta se encuentra más cerca de lo que esperamos y no pasa por hacer grandes cambios la vida, sino pequeños gestos en el día a día. Tómate un momento para intentar descubrir qué es aquello que te hace feliz y qué puedes hacer para conseguirlo. ¡Seguro que el año 2020 te sorprende!