Cuando tenemos un retraso en nuestro ciclo menstrual y tenemos alguna posibilidad de estar embarazadas los nervios se apoderan de nosotros. Esto, en la mayoría de los casos es un factor determinante para que nuestra menstruación siga sin aparecer y esto hace que nuestros nervios sean cada vez mayor, por lo que entramos en un bucle bastante difícil de solventar. La mejor solución para ello es siempre realizarnos las pruebas de embarazo, pero ir al médico o comprar un test en una farmacia en algunas ocasiones nos da un poco de palo, ya que en la mayoría de los casos se trata de un retraso debido al estado de nervios en el que nos encontramos. Para ello es bastante recomendable recurrir a las pruebas de embarazo caseras, esas que se hacían nuestras abuelas y que tan de fiar eran.
Aunque no son tan efectivas como las pruebas de embarazo que existen hoy en día, si que suelen acertar cuando el resultado es positivo, por lo que nos serviría de gran ayuda para dar el primer paso.
Pruebas de embarazo caseras
Existen numerosas pruebas de embarazo caseras que nuestras abuelas se realizaban en sus tiempos para saber si estaban embarazadas o no y, aunque su fiabilidad está bastante cuestionada hoy en día, vamos a mencionar algunas de las más curiosas.
- El vaso de cristal: Es una de las pruebas más conocidas y esta consiste en orinar dentro de un vaso de cristal que esté muy limpio y desinfectado, para lo cual utilizaremos incluso unos guantes de latex, para no intoxicarlo. Una vez hemos orinado dentro del vaso lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente durante una hora, o si tenemos mucha prisa lo meteremos en el frigorífico durante unos 15 minutos, en los cuales la orina debe estar en reposo absoluto. Una vez ha pasado el tiempo estimado, aparecerán unas partículas que si flotan en la orina significarán un resultado positivo y si estas se van al fondo será negativo.
- El aceite: Esta prueba consiste en orinar en un recipiente al que añadiremos unas gotitas de aceite por encima. En el caso de que el resultado sea positivo y la mujer esté embarazada las gotas de aceite se fundirán en una sola mancha grande, por el contrario, si el resultado es negativo las gotas de aceite permanecerán separadas.
- El vinagre: Esta es una prueba parecida a la anterior en la que cambiaremos el aceite por el vinagre. Para ello orinaremos en un recipiente al que le añadiremos una cucharadita de vinagre y la dejaremos reposar aproximadamente durante unos 20 minutos. Una vez ha pasado el tiempo estimado observaremos cómo ha reaccionado la mezcla de ambos líquidos. En el caso de que el color se haya oscurecido y le haya salido una especie de espuma por los bordes, podríamos estar embarazadas, por el contrario, si no se ha producido ninguna reacción y el color sigue igual, el resultado es negativo.
¿Son fiables las pruebas de embarazo caseras?
Fiarnos al cien por cien de estas pruebas que hemos mencionado con anterioridad se trata de un error ya que estas no son cien por cien fiables. Lo mejor para saber si estas embarazada o no es realizarte otro tipo de prueba de embarazo como un análisis de sangre en el que nos dirá con total seguridad si esperamos un bebé. En el caso de que no quieras acudir al médico, una vía más rápida para saber si estás embarazada es recurrir a un test de embarazo de los que venden en la farmacia.
Las pruebas de embarazo que hoy en día venden en la farmacia son bastante fiables ya que estas actúan captando una hormona que aparece en la orina de aquellas mujeres que se encuentran en estado de buena esperanza. Esta hormona es la gonadotropina coriónica humana, y lo mejor para captarla es realizarse la prueba con la primera orina del día ya que es la que más concentrada está y será mucho más fiable.
Recurrir a las pruebas de embarazo caseras es bueno para quitarnos un poco el estado de nervios que nos provoca en muchas ocasiones el pensar que podemos estar embarazas o, incluso, para pasar un buen rato con nuestras amigas.