El melanoma en las uñas es un melanoma poco frecuente, pues representa el 1% de los melanomas en personas de piel blanca, aunque en los individuos de piel pigmentada el porcentaje aumenta considerablemente. Éste es diagnosticado en personas desde los 40 a los 70 años, y es el único melanoma que no es causado por los rayos solares. El melanoma ungueal suele afectar a las uñas de las manos y los pies, siendo un tipo de melanoma poco frecuente que debe resolverse con la extirpación de la uña. El IMWG (Grupo Internacional del Melanoma) afirma que pueden darse tres tipos distintos: el subungueal, cuando el melanoma procede de la matriz de la uña, ungueal, si el melanoma tiene su origen debajo de la superficie de la uña y el periungueal, cuando se origina en la piel junto a la uña.
Su causa es desconocida, aunque los factores de riesgo incluyen traumatismo en las uñas, representando una mayor incidencia en el dedo gordo del pie y en el pulgar. Este melanoma es difícil distinguirlo en consulta, por lo que se requiere una biopsia para confirmar la patología exacta. También se ha asociado a las lámparas de secado de uñas habituales en centros de estética. Según un estudio publicado en Jama Dermatology en 2014, el riesgo no era tan importante, aunque éste aumentaba con el uso continuado. Por este motivo, se aconseja el uso de protector solar 50 o guantes protectores cuando se empleen estas lámparas.
¿Cómo diagnosticar el melanoma en las uñas?
Los síntomas principales del melanoma en las uñas son las manchas que aparecen debajo de las uñas. Todo comienza con un punto negro que va creciendo longitudinalmente, pudiéndose identificar como benigna o maligna. Cualquier cambio en ella debe tenerse en cuenta, acudiendo al dermatólogo lo antes posible. La barra de pigmento originada crece y la pigmentación se vuelve cada vez más irregular, con un color marrón claro y marrón oscuro. Puede desarrollar un nódulo, ulcerarse o sangrar y causar adelgazamiento, grietas o deformación de la lámina ungueal.
Trata de observar tanto la coloración como la longitud de la misma, pues si supera los 3 milímetros puede ser altamente sospechoso. En cuanto a la coloración, ésta es clave para diferenciar el melanoma de otras patologías, como, por ejemplo, los hongos en las uñas. Por este motivo debes evitar el retraso en el diagnóstico y consultar lo antes posible al dermatólogo si se observan manchas debajo de las uñas. Los tumores bajo las uñas presentan un color azul o negro azulado o varias tonalidades de marrón y negro con bordes irregulares. La conocida regla ABCD aplicada para reconocer un melanoma en la piel también es aplicado en las uñas. La A se corresponde con la edad y el color de piel, la B con la coloración de la uña, la C hace referencia al cambio que experimenta la longitud de la línea a lo largo de la uña y, por último, la D se corresponde al dedo en el que aparece. En las manos, los dedos más afectados suelen ser el pulgar, el índice y el corazón.
La biopsia es definitiva para el diagnóstico. Es conveniente que si has sido descartado de un melanoma mediante biopsia sigas en vigilancia y conozcas los cambios que pudieran indicar un melanoma subungueal. Este melanoma presenta un rango de mortalidad considerablemente alto, pues presenta una supervivencia del 16% al 87% en cinco años. El 75% de los tumores tienen más de 1,5mm de profundidad al momento de su diagnóstico y un 25% de los melanomas subungueales son amelanóticos, es decir, no presentan pigmento, por lo que es más difícil de reconocer y, por lo tanto, más tardío en diagnosticar.
Tratamiento del melanoma en la uña
El melanoma en la uña debe extirparse quirúrgicamente, por lo que requiere la eliminación de toda la uña (ésta ya no vuelve a crecer). En ocasiones, debe amputarse un extremo del dedo. Para fortalecer la uña una vez superada la enfermedad, los expertos recomiendan usar endurecedores y evitar golpes, así como el uso de analgésicos. Para los pacientes con melanoma en las uñas, se requiere una biopsia de ganglio linfático para determinar el grado de diseminación del melanoma, es decir, para determinar si el melanoma se extendió a los ganglios linfáticos locales.
Si se encuentra metástasis en los ganglios linfáticos, el tratamiento quirúrgico se complementa con una linfadenectomía regional (extirpación de los ganglios linfáticos). El coste al tratamiento del melanoma es accesible en instituciones públicas y el tiempo de duración del tratamiento dependerá del estadio de la enfermedad en el momento del diagnóstico.