El tiempo que transcurre desde la expulsión de la placenta hasta que el aparato genital vuelve a su estado normal, el anterior al embarazo, se llama puerperio o postparto. Suele durar entre seis y ocho semanas y es por lo que tradicionalmente se conoce como la cuarentena. Los consejos que deben seguir las pacientes después del parto y especialmente durante este periodo, el postparto, están indicados para evitar padecimientos habituales de este período.
Para empezar debes tener algo claro: no es un buen momento para hacer dietas severas. Es muy importante cuidarse y seguir una dieta sana, especialmente si se está dando el pecho. El niño necesita un aporte calórico correcto y una alimentación que contenga todos los nutrientes necesarios.Durante los cursos de preparación al parto, también se incluyen consejos para esta etapa que resultan de mucha utilidad ya que proporcionan la base para llevar una vida normal, sana y placentera.
Después de un parto vaginal, a las pocas horas cuando ya no hay riesgo de mareos al levantarse, se puede tomar una ducha completa, incluido el cabello si se desea. Si ha habido episiotomía (Incisión que se practica en el periné de la mujer, partiendo de la comisura posterior de la vulva hacia el ano, con el fin de evitar un desgarro de los tejidos durante el parto y facilitar la expulsión de la criatura), se debe lavar sin miedo con agua y jabón y posteriormente secar bien la herida. Si el parto ha sido por cesárea se deberá esperar un poco más para darse una ducha, será el médico el que dicte cuando es recomendable levantarse. Se deben evitar los baños hasta pasadas al menos esas seis semanas, el postparto. Tampoco es conveniente practicar sexo en ese tiempo.
La lactancia
No hay una mejor o peor opción, es la madre la que decidirá la más correcta en cada caso para la alimentación de su bebé. La lactancia materna es una muy buena opción si se decide libremente, con convencimiento e ilusión ya que requerirá mucha dedicación. Por otro lado, la lactancia artificial actualmente no es mala, las leches artificiales están fabricadas en condiciones óptimas de esterilidad y tienen todos los nutrientes que el bebé necesita. Sí es importante comunicar al especialista si se ha optado por esta opción ya que, este deberá recetar la medicación necesaria para suprimir la aparición de la leche.
Si, por el contrario, la decisión es optar por la lactancia materna, lo aconsejable es que el niño se ponga en el pecho lo antes posible ya que esta succión estimula la subida de la leche. Esto no es inmediato, hay que saber que puede tardar hasta tres o cuatro días. Durante estos días el pecho segrega el calostro, muy beneficioso ya que tiene un alto contenido en inmunoglobulinas, es decir, defensas. Con esto se protegerá al bebé de futuras infecciones. Hay que evitar las bebidas alcohólicas, los medicamentos no indicados por el médico y el tabaco ya que pasan a la leche materna. Durante la lactancia materna es probable que no aparezca la regla incluso hasta varios meses después, pero esto no implica que exista riesgo de embarazo. Se debe consultar con el ginecólogo qué método anticonceptivo utilizar en cada caso.
Uno de los inconvenientes de la lactancia es la opción es la posibilidad de que aparezcan grietas en el pezón y para evitarlo se pueden usar cremas específicas para esto. También existen en el mercado aceites naturales de muy fácil aplicación y muy económicos. Otro posible problema es la congestión mamaria y suele ocurrir cuando el pecho no se vacía completamente. Para aliviar los síntomas se puede aplicar calor en la zona y si es necesario y el médico lo prescribe, tomar algún analgésico. Por otro lado, la mastitis o inflamación de la mama debe ser valorada por el ginecólogo, en ocasiones interrumpirá la lactancia. Se detecta cuando la mama está enrojecida, más caliente de lo normal y presenta dolor.
Depresión posparto
Entre un 30-80% de madres pueden presentar depresión postparto. No suele ser grave y entre los síntomas habituales están: llanto, cambios de humor, irritabilidad, entre otros. Hay que tener en cuenta que es un momento de estrés y que hay una caída de niveles de hormonas, pero esto irá mejorando día a día hasta normalizarse. Es fundamental el apoyo de otras personas e intentar realizar otras tareas que aporten satisfacción, cuidarse y salir de casa. En cualquier caso, lo recomendable es consultarlo con el especialista.
Cambios que se producen durante el postparto
Los músculos de la pelvis y el abdomen volverán poco a poco a la normalidad, pero es aconsejable realizar ejercicio, aunque nunca se debe empezar demasiado pronto. Para determinar el momento de inicio y el tipo de ejercicio, lo ideal es que los centros especializados marquen las pautas a seguir. También volverán a la normalidad los intestinos, pero ayudará llevar una dieta rica en fibra y frutas ya que es muy común sufrir estreñimiento tras el parto. En cualquier caso, un ejercicio físico moderado siempre ayuda.
Otra situación habitual es la dificultad para orinar durante los primeros momentos tras el parto. Se recomienda hacerlo, aunque sea algo complicado, hasta vaciar completamente la vejiga. En sentido opuesto, posteriormente, puede ocurrir que aparezca incontinencia de orina y para esto también existen ejercicios específicos que un especialista aconsejará y así evitar que se complique y el problema se alargue en el tiempo.
Algunos consejos
Cada mujer se recupera a su ritmo y no es bueno forzar al organismo. Es necesario el descanso y no es aconsejable cargar mucho peso. No es aconsejable sentarte sobre un flotador, aunque se note alivio, los puntos se tensan y pueden abrirse. Lo ideal es una superficie plana. Es normal estar triste y cansada en un principio, son muchos los cambios, pero si esto no mejora pronto, debemos acudir al médico, puede tratarse de una depresión postparto y debe vigilarse. Mantener una alimentación equilibrada, ni dietas duras ni comer copiosamente. Es necesario tener energía suficiente para la nueva situación, el bebé requerirá mucho esfuerzo. Viene muy bien caminar y ejercitar suavemente los abdominales (si el parto no ha sido por cesárea). Por último la lactancia debe ser un momento agradable, tanto para la madre como para el niño, para ello, hay que buscar una postura cómoda para ambos y un ambiente relajado.