A todos nosotros nos gusta tener un cabello fuerte y brillante. El pelo enriquece en gran medida nuestro look y tenerlo cuidado y limpio aumenta nuestro atractivo. Nos gusta tener un cabello bonito y brillante. Por ejemplo, actualmente el 30% de la población tiene problemas de caída del pelo, es algo muy común pero se vive como algo traumático y hay un sinfín de productos dedicados a este fin y a otros problemas relacionados con el pelo. Lo cierto es que el pelo dice mucho de nuestra salud y debemos de prestarle tanta atención como a otras partes de nuestro cuerpo.
Es normal perder una media de 100 cabellos diarios1) Se nos cae el pelo
Es normal perder una media de 100 cabellos diarios, sin embargo, cuando se sobrepasan esos límites, puede ser motivo de preocupación. Hay diferentes causas, puede ser debido a la genética, el estrés de la vida diaria, el haber empezado a tomar algunos tipos de fármacos, la alimentación que seguimos, etc. Por eso, si queremos parar e incluso prevenir la caída del cabello primero tenemos que identificar que tipo de caída es. Por un lado puede haber daño en el folículo piloso del cuello cabelludo, en esos casos poco podemos hacer por recuperarlo. Sin embargo, si los folículos pilosos están sanos el pelo puede volver a nacer de nuevo una vez que se ha eliminado la causa que fomentó la caída. Si notas que se te ha empezado a caer el pelo en esta última temporada pon atención a las posibles causas:
-Hábitos alimentarios incorrectos: seguramente no te estés alimentando correctamente, aunque comas en cantidades adecuadas apra tu edad y sexo, la falta de vitaminas y nutrientes necesarios es la causa más común, tus comidas deben de contener unos mínimos de vitaminas, sobre todo vitaminas A y C. También la falta de hierro, cinc, yodo y calcio propiciará su caída.
-Ansiedad y estrés: otro factor importante es el estrés que estamos viviendo en ese momento. Debemos replantearnos nuestro modo de vida, tal vez llevemos un ritmo demasiado acelerado y es hora de pararnos y reflexionar sobre como el estrés está afectando a nuestra salud . Los ataques de ansiedad, insomnio, cefaleas, desconcentración, somnolencia excesiva durante el día y fatiga mental son otros síntomas que nos indican que tenemos que parar y tomarnos un descanso por nuestra salud. La hormona cortisol (que se encuentra en concentraciones mayores cuando estamos estresados) es una de las responsables de todos estos síntomas.
-Problemas en la glándula tiroides. Las personas que tienen hiper o hipotiroidismo suelen perder cabello. Es debido a los altos niveles de hidrotestosterona actúan en contra de los folículos pilosos y el crecimiento se detiene.
2) Cabello seco y encrespado
Es común que suceda esto durante el otoño, a finales del verano. Nuestro pelo pierde mucha agua y las cutículas del pelo se abren, dando un aspecto como de sierra, encrespado. Por eso, si nuestro pelo tiene este aspecto lo más seguro es que estemos bebiendo muy pocos líquidos. Necesitaremos hidratarnos más. También puede ser por la falta de vitaminas que hemos comentado anteriormente, sobretodo cuando viene acompañado por la falta de brillo.
Tus hábitos también pueden estar influyendo. ¿Utilizas mucho la plancha? ¿Tomas frecuentemente el sol? Durante el verano el sol que incide continuamente en el pelo y raíz puede producir sequedad, encrespamiento y rotura, por eso es conveniente que aparte de hidratarlo al menos una vez a la semana con una mascarilla debes utilizar un protector solar especial para el cabello. Aparte por supuesto, de hidratarte tú convenientemente.
3) Pelo quebradizo
Si tu pelo es quebradizo no indica que tengas un problema de salud de fondo, a lo sumo, que tu pelo tiende a ser débil y se rompe con facilidad, pero en el fondo un pelo quebradizo suele tenerlo mucha gente sin que haya un problema mayor de fondo. Está más bien producido por un maltrato externo. El uso de los secadres de mano, de las planchas o de los productos químicos sobre el pelo tienden a romperlo.
4) Pelo con canas
Las canas tanto en hombres como en mujeres suelen aparecer a partir de los 30 años, sin embargo hay personas que apenas presentan incluso pasados los 40. La encargada de la pigmentación de nuestro pelo y piel es la melanina. A medida que vamos cumpliendo años vamos perdiendo la pigmentación, pero ¡ojo! también nos pueden salir canas antes de lo normal por los efectos del estrés. Algunos expertos dicen que la aparición es solo cuestión genética pero muchos otros defienden que el cortisol en sangrre impide la buena absorción de la melanina en los folículos pilosos. Por eso, a las personas que viven experiencias traumáticas el pelo se les puede volver gris durante una temporada. Lo bueno es que si es por este motivo, con el tiempo, según se vayan cayendo y saliendo nuevos cabellos el pelo volverá a su color habitual.
Si notas que tu pelo no crece es un síntoma de que no estás comiendo suficientes proteínas5) Pelo con caspa
Si tienes caspa no es debido a que te falte hidratación, todo lo contrario, la caspa aparece porque tu cuello cabelludo es graso y hay un crecimiento de hongos en él. Es recomendable que tomes alimentos ricos en vitamina B6 y que después de un día calurosos en el que hayas sudado mucho retires el exceso de grasa con un champú especial para tal fin.
6) Pelo descamado
No debe confundir con la caspa porque no es lo mismo. Estas escamas aparecen porque la piel de tu cuello cabelludo se está renovando demasiado rápido. Aparte de los molestos picores podría indicar que tienes una enfermedad más grave porque es un síntoma de otras como el lupus, artritis reumatoide o la enfermedad de Crohn. Es aconsejable que vayas al médico a que te haga un chequeo, por prevención.
7) Apenas te crece el pelo
Si notas que tu pelo no crece o crece demasiado despacio es un síntoma de que no estás comiendo suficientes proteínas. Piensa que el pelo está compuesto básicamente por proteínas y si no consumes proteínas es normal que le cueste más trabajo abrirse camino. Varía tu dieta y aporta carnes y verduras ricas en proteínas a tu dieta. Algunos alimentos con los que notarás gran mejoría son: el marisco, carnes (mejor si son blancas), los huevos y todo tipo de pescados.
