El Ébola o Enfermedad por Virus del Ébola (EVE) es una enfermedad infecciosa aguda producida por un virus. Afecta a humanos y primates (mono, gorilas y chimpancés), que lo contraen de manera primaria mediante el contacto con animales salvajes, y después entre ellos mediante el contacto directo con fluidos corporales (sangre, saliva, órganos, mucosas, semen, etc). El portador natural del virus del Ébola se cree que es el murciélago frugívoro de la familia Pteropodidae, que al contagiar a otras especies las hace transmitirlo a otros sujetos que entren en contacto con los mismos. Esta familia de los murciélagos vive en zonas tropicales y subtropicales de África, Asia y Oceanía, aunque es el continente africano el lugar donde se han ido originando a lo largo de los últimos 40 años diversos brotes que han ido afectando a diferentes comunidades.
El primer brote de la enfermedad tuvo lugar en 1976 en dos lugar de manera simultánea: en Sudán y en la República Democrática del Congo. La comunidad donde surgió este segundo brote se encontraba cercana al río Ébola, razón por la que se le dio ese nombre a la enfermedad.
El virus del Ébola ha causados miles de muertes en ÁfricaEl virus del Ébola pertenece a la familia de los filovirus, que se caracterizan por tener una forma larga y cilíndrica. Afectan a primates y ocasionan fiebres hemorrágicas, donde se presentan anormalidades en el sangrado y la coagulación sanguínea. Esta familia está formada por tres géneros de virus, entre los que se encuentra el Ebolavirus. Este, a su vez, se divide en 5 especies: Ebolavirus Bundibugyo (BDBV), Ebolavirus Zaire (EBOV), Ebolavirus Sudan (SUDV), Ebolavirus Taï Forest (TAFV), y Ebolavirus Reston (RESTV).
Los tres primeros se asocian con grandes brotes que ha habido del virus en diferentes regiones de África, mientras que el último, el RESTV, todavía no ha ocasionado muertes en los humanos. Dependiendo de la especie de virus que se contagie, la tasa de mortalidad va desde el 50% al 90%. El EBOV es el que se ha estado extendiendo en el último y actual brote que afecta a África Occidental (Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria).
Síntomas y diagnóstico del Ébola
Los síntomas de la Enfermedad por Virus del Ébola suelen aparecer entre los 2 y 21 días después de haber sido infectado. Éstos se caracterizan por la subida repentina de fiebre, gran debilidad y dolores musculares, de cabeza y de garganta, parecido a otras enfermedades comunes como la gripe. A medida que avanza, provoca vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en ocasiones, hemorragias internas y/o externas (Fuente: Organización Mundial de la Salud). Durante los días de incubación de la enfermedad ésta no es contagiosa, sin embargo, sí que lo es cuando comienzan a aparecer los síntomas, y sólo en caso de contacto directo con fluidos de la persona infectada.
Para determinar si una persona está infectada se realizan pruebas de laboratorioPara realizar el diagnóstico, además de atender los síntomas, se deben realizar pruebas de laboratorio. Es muy importante conocer si el paciente que presenta los síntomas ha estado en contacto con personas enfermas de Ébola, para así orientar el posterior diagnóstico. Se toman diversas muestras del paciente (sangre, saliva u orina) y se realizan pruebas de detección de antígenos y/o del ARN genómico del virus. A la hora de realizar las pruebas de laboratorio se deben de extremar las precauciones, y no mantener contacto directo con las muestras a analizar.
Tratamiento del Ébola
Actualmente no existe una cura para el virus o vacunas para su prevención. Existen personas que superan la enfermedad porque su sistema inmunológico genera los anticuerpos necesarios para combatir la infección. Sin embargo, no ocurre en todas las personas, y no hay manera confirmada de eliminar la infección de las personas que no son capaces de combatirlas mediante su sistema inmunológico.
El tratamiento de la Enfermedad por Virus del Ébola es sintomático. El paciente requiere reposo absolutico, y se administran medicamentos para la fiebre, además abundantes líquidos y soluciones con electrolitos por vía oral o intravenosa para combatir la deshidratación. También se controlarán las posibles hemorragias que puedan aparecer, y durante todo el proceso se mantiene un constante seguimiento de los signos vitales para identificar la aparición de estados de shock.
Actualmente existen algunos tratamientos experimentales, como la administración de plasma sanguíneo de personas que han superado la enfermedad para intentar que sus anticuerpos ayuden al paciente a eliminar el virus. También se está probando un suero exprimental llamado Zmapp, elaborado con anticuerpos que pueden unirse al virus y bloquearlo.
