El colesterol malo forma parte de la vida de muchas personas, sobre todo de la de los adultos. No obstante, muchas veces no conocemos realmente lo que es, cuándo es beneficioso, qué provoca en nuestro cuerpo, sus riesgos y cómo podemos prevenirlo o reducirlo. El colesterol bueno (lipoproteínas de alta densidad HDL) es beneficioso para nuestra salud, ya que nuestro organismo lo produce de forma natural y se encarga de devolver al hígado el colesterol acumulado en las paredes de nuestras arterias para eliminarlo. Por tanto, niveles superiores en sangre de 60 mg/dl de HDL podrán ejercer esta función satisfactoriamente y combatir los riesgos del colesterol malo a través de una dieta rica en fibra y baja en grasas combinada con ejercicio físico regular. Su nombre procede del hecho de que tanto en hombres como en mujeres, cuanto más alto sea su HDL, menor será su riesgo de padecer arteriopatía coronaria.
Qué es el colesterol malo
A diferencia del colesterol bueno (HDL), se denomina colesterol malo a niveles altos de lipoproteínas de baja densidad (LDL). Estos niveles correlacionan positivamente con riesgo de enfermedad cardiovascular. Niveles altos en la sangre de LDL pueden acumularse en el interior de las paredes de las arterias principales junto con otras sustancias que circulan por la sangre, estrechándolas, reduciendo su flexibilidad ( arterosclerosis ) y aumentando los riesgos de que se formen placas y coágulos, bloqueando el paso de la sangre hacia el corazón y el cerebro. Por tanto, los niveles de HDL y LDL en sangre se miden para conocer el riesgo de una persona de padecer ataque cardiaco.
Qué niveles de LDL son adecuados
- Más de 190 mg/dl (4.9 mmol/l) se considera muy alto.
- 160 - 189 mg/dl (4.1 hasta 4.9 mmol/l) se considera alta.
- 130 a 159 mg/dl (3.4 a 4.1 mmol/l) se consideran en el límite, con tendencia elevada.
- 100 - 129 mg/dl (2.6 a 3.3 mmol/l) se considera cerca del ideal.
- Por debajo de 100 mg/dl (por debajo de 2,6 mmol/l) se considera ideal para las personas en riesgo de enfermedad cardíaca.
- Por debajo de 70 mg/dl (por debajo de 1,8 mmol/l) se considera ideal para las personas con alto riesgo de enfermedades del corazón.
Por tanto, se deben tener niveles inferiores a 100 mg/dl en sangre y nunca superiores a 160 mg/dl. De esta manera reducimos el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o una embolia.
Factores de riesgo del colesterol malo
Padecer colesterol malo está influido por determinados factores. Algunos de estos factores son controlables mientras que otro no dependen de nosotros. Entre los factores controlables encontramos:
- La dieta: alimentos ricos en grasas saturadas como la yema del huevo, algunas carnes, el queso, la bollería industrial, la denominada "comida basura", los alimentos fritos y procesados ricos en grasas trans aumentan la LDL. Por tanto, eliminar de nuestra dieta o reducirla al máximo reduce los niveles de colesterol malo en sangre.
- La actividad física : la falta de actividad física aumenta nuestro peso y el exceso de grasa aumenta los niveles de LDL. La actividad física diaria conlleva grandes beneficios en diferentes aspectos de nuestra salud, este es uno más.
Hay otros factores que no podemos controlar y que se relacionan con niveles altos de LDL:
- La herencia : el colesterol malo puede ser hereditario. En este sentido, la hipercolesterolemia es una enfermedad hereditaria. En estos casos se debe llevar un control estricto de la salud para evitar ataques cerebrovasculares sobre todo a edades muy tempranas.
- La edad y el sexo : con la edad, los niveles de LDL en sangre aumentan. Antes de los 55 años, las mujeres suelen tener niveles de colesterol LDL más bajos que los hombres. Pero, después de 55 años de edad, esta relación se invierte y las mujeres pueden tener niveles más altos de LDL que los hombres.
La prueba del colesterol
A través de distintas pruebas de sangre se pueden establecer los niveles de colesterol. En este tipo de pruebas se suele obtener un perfil de lípidos o de riesgo coronario midiendo:
-Colesterol total
-Lipoproteína de baja densidad (colesterol LDL)
-Lipoproteína de alta densidad (colesterol HDL)
-Triglicéridos (otro tipo de grasa presente en la sangre)
-Lipoproteína de muy baja densidad (colesterol VLDL)
Además, es muy importante realizar estas pruebas a partir de los 35 años en los hombres y de los 45 en las mujeres y a cualquier edad cuando se padezca diabetes, enfermedades cardiacas, apoplejías, alta presión arterial y si hay constancia de antecedentes familiares (por su factor hereditario). Asimismo, es igualmente importante realizar un seguimiento para su control.
Tratamiento farmacológico del colesterol malo
Cuando nuestro médico detecta niveles preocupantes de LDL, la primera recomendación es cambiar nuestro estilo de vida. Ofrece algunas pautas y espera que se produzca ese cambio para comprobar el efecto. Si esto no funciona o los niveles de LDL aumentan en exceso, el siguiente paso sería comenzar con un tratamiento farmacológico. En este sentido, los fármacos compuestos de estatinas, resinas y fibratos, reducen el colesterol malo. Asimismo, existen en el mercado otro tipo de fármacos que se encargan de aumentar los niveles de HDL en sangre.
En todo caso, debe ser el médico quien establezca el tratamiento más adecuado.
Remedios naturales para reducir el colesterol malo
A continuación, te proponemos una serie de recomendaciones que van a permitir prevenir o reducir los niveles altos de colesterol malo:
-Control de la dieta: debemos establecer una alimentación baja en grasas saturadas y grasas trans y rica en grasas poliinsaturadas y Omega 3. Alimentos como el salmón, las sardinas, las nueces y otros frutos secos, la avena, las semillas de lino, la lecitina de soja, la fruta, la verdura, y alimentos ricos en fibra arrastran el colesterol y resultan beneficiosos para nuestro organismo.
- Ejercicio físico regular : debemos realizar ejercicio físico diario o al menos, establecer una rutina regular. De esta manera controlaremos nuestro peso. Así, el ejercicio aeróbico como caminar, bailar o montar en bicicleta es el más efectivo a la hora de reducir el colesterol malo. Si tu tiempo es limitado, trata de aprovechar las pequeñas actividades del día para realizarlo. Por ejemplo, sube a casa por las escaleras, camina en vez de coger el trasporte público si algún día dispones de esa posibilidad, etc.
- Reduce el consumo de alcohol : un consumo elevado se relaciona con presión arterial alta y por tanto, con riesgo de padecer insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular.
-Deja de fumar: fumar es dañino para el corazón. Dejar de fumar mejora los niveles de colesterol bueno y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.