Hace cuestión de un par de meses, las alarmas sanitarias saltaban al conocerse el caso de una niña catalana de tres años que, tras sufrir una infección causada por un serotipo de virus, se quedaba tetrapléjica para el resto de su vida. Lo destacable de este caso es que este tipo de virus, denominado enterovirus y habituado a causar infecciones de poca gravedad, ha brotado últimamente con fuerza entre la población infantil.
La explicación científica que detalla acerca de qué es este tipo de virus explica que normalmente las consecuencias de padecerlo no son graves. Habitualmente esta enfermedad suele causar infecciones respiratorias o digestivas pero, concretamente en los últimos casos notificados, la cepa del virus que están causando fatales consecuencias es una cepa bastante peligrosa que afecta al sistema nervioso central.
¿Qué es un enterovirus?
Un enterovirus es un tipo de virus capaz de llevar al cerebro aquellos síntomas y afecciones que son las más comunes en las enfermedades que causan esta clase de microorganismos. De la manera menos maligna que este agente infeccioso microscópico puede afectar, las consecuencias de contraer uno acaban quedándose en el aparato digestivo o bien en el sistema respiratorio.
Normalmente, la familia de los enterovirus está formada por varios tipos de virus diferentes que son considerados poco graves. No obstante, el microorganismo que afectó a la pequeña catalana de tres años dejándola tetrapléjica y que está actualmente afectando a muchos otros niños son los llamados D68 y el A71, considerados los más amenazantes ya que afectan directamente al sistema nervioso.
¿Quién tiene más posibilidad de padecerlo?
Los enterovirus son tipos de virus muy comunes entre los niños. Si bien es cierto que un adulto puede llegar a padecer los síntomas de la enfermedad de estos dos serotipos de virus tan peligrosos, lo cierto es que el sistema inmunológico de un niño pequeño es mucho más sensible y vulnerable a este tipo de infecciones víricas.
Las defensas de un joven, sobre todo cuando se encuentra en sus primeros cinco años de vida, no poseen todavía una memoria capacitada suficiente para luchar contra peligrosos agentes externos ya que lo más común es que nunca antes hayan sufrido el ataque de un virus de este calibre.
¿Cuáles son sus síntomas?
Por lo general, una enfermedad por infección y causada por un enterovirus no provoca síntomas graves, no obstante, el D68 o el A71 sí. Por ejemplo, cuando el primero de estos afecta a una persona, este produce una serie de perturbaciones de índole neuronal que se pueden llegar a hacer ver a través de descoordinación corporal y alteraciones sensoriales.
Siendo lo anterior lo más grave que un paciente puede sufrir, a ello se le suma el sufrir unos altos niveles de fiebre unidos a problemas para respirar que, como ya decíamos antes, son dos ámbitos a los que más afecta un enterovirus: a la temperatura corporal, al aparato respiratorio y al digestivo.
Las alteraciones neurológicas que recientemente sufrían varios niños en Cataluña han acabado provocando en ellos una parálisis general y es esto precisamente lo que más está alarmando a la comunidad sanitaria. También, la rombecefalitis es otro aspecto sntomatológico provocado por el enterovirus A71 que, en caso de producirse, provoca un grave descontrol de algunas de las funciones vitales principales.
¿Cómo se contagia?
El brote de enterovirus que actualmente está afectando a más de 60 niños en Cataluña, según han asegurado los centros médicos de la comunidad, no se encuentra controlado. Para intentar tranquilizar a la población, se están llevando a cabo una serie de medidas para que, tanto padres como jóvenes, tengan cuidado en este aspecto y se eviten una enfermedad muy grave.
Los médicos han explicado que la forma que este serotipo de virus tiene para propagarse entre las personas es muy rápida y que, después de que alguien se haya contagiado, sus síntomas empiezan con un inocente cuadro sintomatológico como puede llegar a ser un ligero malestar corporal.
Actualmente existe una alerta de vigilancia y precaución en los colegios de la zona donde se originó el brote para que todos aquellos pequeños que sufran fiebre y malestar para respirar sean llevados de inmediato a los servicios de urgencia para su posterior tratamiento. Un aspecto en el que se está haciendo especial énfasis es en el tema de la higiene ya que estos enterovirus se propagan mediante las malas condiciones higiénicas.
Lavar las manos de los niños con frecuencia e intentar que estos no toquen cualquier tipo de fluidos corporales como mucosas, heces o vómitos son varias de las medidas que, según los especialistas, más funcionan en la prevención de sufrir este brote. Puesto que se transmite por vía oral, lo más recomendable es, en caso de tener tos, colocar un pañuelo delante de la boca o si se utiliza la mano, lavarla inmediatamente después y no tocar antes ninguna superficie que luego pueda ser tocada por más personas.
En este aspecto hay que tener un especial cuidado con los niños ya que estos no son conscientes de lo realmente peligroso que puede llegar a ser no llevar a cabo todas estas medidas preventivas. En estos casos, el rol de los padres es muy importante para la salud de sus vástagos.
En cuanto a los pequeños o adultos que nunca antes hayan sufrido un enterovirus y que padezcan asma, se tendrá que tener un especial cuidado ya que estos tienen más probabilidades de que las consecuencias de sufrir el D68 o el A71 sean fatales.
Prevención y tratamiento
Actualmente, la industria farmacéutica es incapaz de afirmar que haya algún tipo de tratamiento que corte de raíz la propagación del enterovirus D68 y A71, tanto a nivel general como a nivel individual. No existen medicamentos que lo borren por completo ni tampoco vacunas que ayuden a evitar su fácil propagación. No obstante, sí existen productos de farmacia capaces de aliviar los síntomas causados por ellos pero que no los tratan directamente ni los eliminan.
Debido a esto último, es más que importante extremar las medidas de seguridad y prevención. Evitar cualquier contacto directo con una persona enferma o no compartir ni vasos ni cubiertos marcarán la verdadera diferencia entre sufrir este peligroso brote viral o seguir sano. Cualquier método de prevención será de vital importancia.