Qué es el síndrome premenstrual
El síndrome premenstrual afecta a mujeres de cualquier edad, siendo sus efectos diferentes en cada una. El síndrome premenstrual, también conocido en medicina con las siglas SPM, engloba a una serie de síntomas de carácter tanto físico como emocional que aparecen en la mujer y que tienen una relación directa con la menstruación. Estos síntomas se encuentran asociados al ciclo menstrual y se caracterizan por su carácter repetitivo mes tras mes.
En algunas mujeres, estos síntomas llegan a interferir en aspectos de su vida diaria, repercutiendo directamente en su situación social o laboral. Los signos o la sintomatología comienzan durante la segunda mitad del ciclo menstrual y tienden a desaparecer un par de días después de que la menstruación aparece. Los ginecólogos advierten que es algo común y extendido entre todas las mujeres, pues se puede decir que más de un 85 por ciento de ellas presentan algún síntoma del síndrome premenstrual en su ciclo mensual. Pero cabe destacar que, su repercusión, incidencia y gravedad es diferente en cada una de ellas, siendo ésto lo que determina la relevancia del síndrome. Queremos que conozcas un poco más acerca de los síntomas y manera de afrontarlos, dada su importancia en la salud de la mujer.
¿Qué es el síndrome premenstrual (SPM)?
El síndrome premenstrual engloba una serie de alteraciones asociadas al ciclo menstrual cuya característica principal es su carácter repetitivo. Son síntomas bien definidos, de tipo físico y emocional, y que no tienen por qué repetirse siempre los mismos, ni ser iguales en todas las mujeres. Se estima que más del 85 por ciento de las mujeres presentan uno o varios de estos síntomas antes del ciclo menstrual. Para algunas mujeres las alteraciones que acompañan a este síndrome afectan directamente a su vida diaria. Los síntomas aparecen al menos de cinco a tres días antes de la menstruación.
¿Por qué y cuándo sucede?
Aún no se ha llegado a identificar cuáles son las causas que desencadenan este síndrome. Existen diferentes hipótesis al respecto que lo relacionan con factores biológicos y psicológicos. Los cambios hormonales que tienen lugar durante el ciclo menstrual parecen ser la teoría más extendida. Se trata de un desequilibrio entre los estrógenos y la progesterona, por un aumento de los primeros respecto a los últimos. Como los cambios hormonales no afectan por igual a todas las mujeres, de ahí que cada una presente un conjunto de síntomas diferentes.
Existen médicos que también defienden la relación directa que aparece con cambios químicos en el cerebro. Y está bastante extendida la idea de que tanto el estrés como los problemas emocionales, empeoran y agravan los síntomas. Lo único que está claro es que se trata de una combinación de distintos factores que interactúan en un mismo tiempo.
Sin embargo, sí existe constancia de que este síndrome aparece con mayor frecuencia en mujeres con edades comprendidas entre los 27 a 29 años y los 47 a 49 años. Los síntomas tienen tendencia a agravarse en aquellas mujeres que están próximas al período de transición a la menopausia.
La sintomatología que comprende este síndrome suele comenzar durante la segunda mitad del ciclo menstrual, entre el catorceavo y el vigésimo octavo día. En algunas mujeres puede durar un par de días y desaparecer, en otras, puede afectar más largamente en el tiempo, no llegando a desaparecer hasta el segundo o cuarto día de la menstruación.
Conoce algunos de sus síntomas más representativos
Existen casi 150 síntomas conocidos y asociados al síndrome premenstrual. Los síntomas físicos más comunes incluyen: cambios de humor, distensión abdominal o sensación de gases, dolor o aumento de sensibilidad en los senos, aumento en el apetito y sed, sensación de plenitud, estreñimiento, cefalea, dolores articulares o musculares, dificultad para conciliar el sueño, acné, y fatiga.
De la sintomatología emocional destacan: pereza, sentimientos de tristeza y desesperanza, ansiedad o nerviosismo, altibajos en el estado de ánimo, dificultad de concentración.... Los síntomas varían de una mujer a otra. Si la mujer sufre un cuadro muy severo de estos síntomas, pasa a conocerse como trastorno disfórico premenstrual.
Remedios para aliviar los síntomas
La manera de abordar el tema es diferente y debe ser específico para cada mujer en función de los síntomas de cada una y de la gravedad e intensidad de los mismos. Existen multitud de opciones para aliviarlos desde "remedios" sencillos hasta medicamentos prescritos por el médico.
La buena noticia a todo esto es que para muchas mujeres, uno cambios con respecto al estilo de vida son a menudo una solución eficaz y suficiente para controlar los síntomas. Y es que, un estilo de vida saludable siempre debe ser el primer paso para el manejo del síndrome premenstrual. Algunas recomendaciones dadas por los especialistas en el área de salud de la mujer son:
- Dieta sana y equilibrada, en la que abunden frutas y verduras, baja en sal y azúcar. Beber 2 litros de agua al día y evitar bebidas gaseosas. Todo ello contribuirá a reducir la retención de líquidos uno de los síntomas más frecuentes.
- Evita el consumo de bebidas excitantes como la cafeína para facilitar el descanso por las noches.
- Las comidas integrales junto con la fruta y la verdura, ayudará en caso de padecer estreñimiento.
- La dieta durante eso días debe ser rica en vitaminas y minerales que ayudarán a tu organismo a controlar los cambios hormonales. Especialmente importante la vitamina B6, vitamina E, calcio, ácido fólico, hierro y magnesio.
- Realizar comidas frecuentes y de pequeñas cantidades. No dejar pasar más de 3 - 4 horas entre comidas. No saltarse ninguna comida importante del día, así como evitar comer en exceso. Así disminuiremos los problemas estomacales asociados, tales como la distensión abdominal, dolores de estómago, malas digestiones o pesadez estomacal.
- Realizar ejercicio físico regular ha demostrado ser muy útil tanto para reducir los síntomas físicos, como para ayudar a controlar los cambios en el estado de ánimo, facilitar el descanso, reducir el estrés y proporcionar una sensación de bienestar. El ejercicio debe ser de tipo aeróbico, de intensidad suave o modera y que no suponga un sobre esfuerzo para el cuerpo.
- Las técnicas de relajación, meditación, yoga o ejercicios de respiración pueden ayudarnos igualmente que el ejercicio.
- Otra medias pueden ser: uso de ropa y calzado cómodo. Evitar el estrés en la medida de lo posible. Ducha con agua fría y mantener las piernas elevadas cuando sea posible para favorecer la circulación. Un ambiente cálido, sin mucho ruido o muy luminoso ayuda a prevenir la cefalea.