Cuando pensamos en la fisioterapia, de momento se nos viene a la cabeza un traumatismo o alguna dolencia severa que necesite de un tratamiento específico de musculatura, rehabilitación y fortalecimiento. Pero debemos saber que la fisioterapia incluye muchas ramas más centradas en otras posibilidades, como puede ser la fisioterapia obstétrica, aquella que llevan a cabo las mujeres embarazadas.
La fisioterapia obstétrica no se limita a problemas o dolencias que puedan sufrir las mujeres durante o tras el embarazo, si no que se dedica desde la prevención en los primeros meses de gestación, como en la preparación de algunos músculos para el momento de dar a luz, la respiración para el momento de contracciones e incluso los pujos, y por supuesto en la recuperación una vez se ha producido el alumbramiento. Evidentemente, a la misma hora que prepara el cuerpo de la mujer para el momento del parto, también ayuda -como fisioterapia que es- a aliviar aquellos dolores que la propia gestación pueda llegar a provocar, como la lumbalgia, uno de las consecuancias colaterales más comunes.
Esta disciplina de la salud no es obligatoria para todas las mujeres embarazas. De hecho son muchos de los países en los que es una gran desconocida y no cuentan en todos los centros médicos con un especialista en el área. Por supuesto es muy recomendada para todas las mujeres, ya que solo va a suponer un bien en su salud para el momento del parto y la recuperación, pero sobre todo es altamente recomendada para aquellas personas que sufren realmente dolores en las lumbares o los dorsales, o problemas en el suelo pélvico, uno de los grandes sufridores a la hora de dar a luz. En muchos casos, acudir a sesiones continuas de fisioterapia obstétrica pueden llegar a prevenir esas dolencias que sí pueden aparecer si no se llevan a cabo los ejercicios necesarios para fortalecer la zona lumbar-pélvica. Por todo ello es más recomendable acudir a un fisioterapia cuando se empieza a notar el peso del bebé y no desde el primer mes de embarazo, aunque siempre es bueno mantenerse informada sobre el tema.
Aunque la función principal de la fisioterapia obstétrica sea la preparación de la embarazada para sobrellevar lo mejor posible los dolores y preparase para el momento del parto, no se debe abandonar una vez se ha dado a luz. Tras este momento, las zonas afectadas tienen que volver a su posición y funcionamiento habitual, para lo que el papel del fisioterapia es de gran ayuda, haciendo especial hincapié en la zona abdominal.
Aplicaciones y técnicas de la fisioterapia obstétrica
Lo principal cuando una embarazada acude a una clínica de esta disciplina es hacer una valoración del tipo de embarazo, de su cuerpo y de las posibles patologías que puedan aparecer durante y después.
Tras esto se realizará una preparación de los diferentes músculos y articulaciones que van a formar parte de todo el proceso tanto en el embarazo aguantando el peso del bebé como en el momento de dar a luz, donde muchos sufren estiramientos extremos. Para ello además se enseñarán diversos ejercicios que la mujer realizará durante las sesiones e incluso en casa. El suelo pélvico, como hemos comentado antes, es uno de los grandes sufridores en un embarazo, por lo que uno de los ejercicios más recomendado son los de Kegel.
De la misma manera si se han encontrado patologías de dolores, los ejercicios no solo irán destinados a prevenir sino a aliviar esas molestias y evitar que sigan surgiendo en la medida de lo posible.
Se llevarán a cabo también sesiones de control de la respiración y preparación para los pujos necesarios en el momento del parto para ayudar al bebé a salir. De esta forma la mujer llegará más preparada y será más rápido y menos esfuerzo para el pequeño.
En el posparto, se harán sesiones de recuperación de la zona abdominal, la perianal, el suelo pélvico tras estudiar como ha podido sufrir el cuerpo durante el parto como pueden ser posibles cicatrices. Además de las técnicas destinadas a los cambios físicos del cuerpo de la mujer en el embarazo y tras dar a la luz, la fisioterapia obstétrica también se involucra en el cambio emocional que esto supone y en el cambio de vida, por lo que se enseña a llevar una vida saludable con una alimentación óptima y donde prime el nuevo vínculo afectivo de la madre y el bebé en esta nueva etapa.
En resumen, la fisioterapia obstétrica no es solo lo que siempre se ha conocido como gimnasia prenatal, sino que va más allá haciendo un especial esfuerzo porque la mujer vaya preparada a un momento tan importante donde su cuerpo tiene que realizar grandes estiramientos y que ello no suponga un sobreesfuerzo doloroso y problemático para un futuro.