Vivimos en una sociedad donde el tiempo parece pasar muy deprisa y tenemos la sensación de que no tenemos el suficiente como para poder hacer todo lo que queremos. Por eso, es normal que en ocasiones nos sintamos abrumados y que no podemos con el peso de todas las responsabilidades que tenemos encima.
Además, muchas personas pueden tener problemas de trabajo o con los estudios, lo que eso es otro factor extra que se suma a nuestro día a día. Los hijos, los pagos y las responsabilidades que obtenemos en nuestra vida adulta nos crean una serie de preocupaciones que no teníamos antes y que sabemos que son sumamente importantes y que no podemos dejar de lado.
Cada persona gestiona estas responsabilidades de modos distintos, pero existe una gran parte de la población a la que le producen estrés, junto a los improvistos que les pueden llegar a surgir durante su día a día. Por eso, es importante que aprendamos a gestionar estos nervios lo antes posible, ya que si dejamos que formen parte de nuestra rutina pueden llegar a convertirse en un problema para nuestra salud física y mental.
Una de las manifestaciones más comunes de los estragos que puede causar el estrés a nuestra salud física es la gastritis. Los dolores continuados de barriga pueden llegar a sernos una dolorosa molestia que deberemos aprender a gestionar, pero también a evitar si no queremos que los nervios sean los causantes de nuestro mal estado de salud.
Descubre qué es la gastritis por estrés y cómo evitarla.
Qué es la gastritis por estrés
Ante las comentadas situaciones de nervios, ansiedad y estrés cada persona responde de un modo distinto. A muchas de ellas les puede entrar mucha hambre de repente y otras pueden no tener apetito en absoluto. Por eso, hay quien durante estos períodos de estrés gana mucho peso o lo pierde de golpe.
Estos cambios repentinos en tu alimentación pueden ser muy malos para tu salud. No solo por la pérdida o la ganancia de peso, sino porque también tus órganos podrían verse afectados. Mucho estrés puede hacer que tengas una úlcera, como sucede en muchos casos, o que tus intestinos se vean afectados. Hay quienes en épocas de muchos nervios tienen una necesidad repentina de hacer de vientre y notan como tienen que ir más a menudo en comparación a cuantas veces deben ir normalmente.
Este cambio de rutinas en cuanto a comidas y en las veces de ir al baño, que a veces pueden ser reducidas a causa del estreñimiento de no comer o beber tanta agua como la persona debería, pueden causar también dolores de estómago, de espalda o hemorroides. Así pues, controlar los nervios y la dieta serán esenciales para evitar la gastritis por estrés y todos los efectos que esta pueda causar a tu salud.
Cómo evitar la gastritis por estrés
Muchas veces no podemos deshacernos de estas preocupaciones y responsabilidades que forman parte de nuestro día a día. Si creemos que tenemos un gran volumen de trabajo, quizás debamos aprender a gestionar nuestro tiempo con tal de no sentirnos tan abrumados por él y, en el caso de que te sea posible, intenta no querer abarcar demasiado si crees que no tienes el tiempo necesario o que esto te está generando demasiado estrés.
La mayoría de veces deberemos aprender a vivir con todas estas tareas que nos ocupan. Sin embargo, esto no quiere decir que debamos estar siempre en tensión, sino que deberemos aprender a gestionar también nuestros nervios y nuestra ansiedad para evitar que nuestra salud se vea afectada por ellos y pudiéndonos deshacer de la gastritis por estrés.
Los ejercicios de relajación o mindfullness son una excelente manera para evitar la ansiedad y aprender a canalizar nuestros nervios. Estas técnicas se centran en pensar solamente en el presente e intentar sacar de nuestra mente todas aquellas preocupaciones o tareas futuras. Aprendiendo a controlar la respiración podremos evitar mucho del estrés que nos generan algunas tareas y mejorar nuestra salud física, así como la mental.
Una dieta sana y equilibrada será la otra gran clave para evitar la gastritis por estrés. Si los nervios te dan muchas ganas de comer, intenta controlarlas y sigue una dieta sana. Cambia los dulces por té o fruta e intenta no comer fuera de horas. Realizando ejercicio podrás controlar esta hambre repentina y además estarás quemando energía, lo que te hará sentir más tranquilo y relajado. Lo mismo en el caso de que los nervios te quiten el hambre, aunque te parezca difícil no deberás dejar de comer, de lo contrario podrías perder peso y tener dolores y carencias que no deberías padecer y mucho menos por causa de los nervios, los cuales puedes aprender a dominar y controlar para conseguir una vida más sana y feliz.