Aunque para la gran mayoría de personas la Moringa es una desconocida, la realidad es que las hojas del árbol "Moringa Oleifera" (como se le conoce científicamente), se han utilizado por la medicina tradicional durante siglos y se le atribuyen numerosos efectos milagrosos (no en vano es conocida como "árbol milagroso" precisamente por todos sus efectos en diferentes campos de la salud). Se trata de una planta que nace en un árbol originario de la India, pero que puedes encontrar en cualquier parte del mundo debido a que crecen y se desarrollan en cualquier tipo de suelo y sobreviven a cualquier clima y entorno natural.
Según María Giménez, especializada en nutrición y farmacia del centro de nutrición MG Nutricosmética de Almería a la que hemos consultado para Bekia Salud la moringa "es considerada un súper alimento por la gran cantidad de nutrientes que contiene: proteínas, vitaminas A, B y C, minerales como el calcio, potasio y hierro... Razón por la cual ha formado parte durante años de la alimentación de algunos países del tercer mundo combatiendo así la desnutrición y de salud".
Actualmente, sigue formando parte del bienestar de muchas personas que lo utilizan a modo complejo vitamínico, como complemento a una alimentación sana y saludable o para combatir alguna dolencia sin la ingesta de medicamentos, sino con productos más naturales que no dañen el estómago. Su utilización no se limita al consumo de Moringa cuando se padece una dolencia especifica sino que se puede utilizar para prevenirlas o incluso para ayudar a nuestras defensas y fortalecer nuestra salud en periodos de nuestra vida donde nos encontramos más flojos por estrés, cansancio o por haber pasado algún episodio que nos haya desestabilizado psicológica y físicamente.
Beneficios de la Moringa
Según nos declara para Bekia Salud la nutricionista Giménez, las hojas de Moringa son ricas especialmente en antioxidantes, entre los cuales encontramos vitamina C, beta-caroteno, quercetina y ácido clorogénico. Estos compuestos antioxidantes nos protegen frente a los radicales libres y el daño oxidativo responsables del envejecimiento y del cáncer así como a tener una piel mucho más joven y por supuesto, nos ayuda a tener una salud más fuerte y una alimentación más completa. El ácido clorogénico además ha demostrado disminuir la glucosa en sangre, por lo que la moringa podría resultar beneficiosa en el control de la diabetes.
También se le atribuyen propiedades: antiinflamatorias, desintoxicantes, y antiinfecciosas. Es rica en fibra por lo que ayuda a regular el colesterol y el tránsito intestinal y mejora la circulación, retención de líquidos y presión arterial.
El consumo de la Moringa
Es importante que se conozca a la perfección para qué sirve y los posibles efectos que puede tener esta planta en nuestro cuerpo y en nuestro comportamiento diario antes de consumirla. Aunque se trate de un producto natural, como cualquier producto que ingerimos aunque a priori sea beneficioso y no tenga por qué causar ningún problema de salud, puede provocar que no nos siente bien o que lo tomemos de una manera equivocada en un momento no idóneo para dicho producto y que sus efectos secundarios dañen el objetivo marcado en su consumo. Aunque sea una planta y parezca inofensiva, hay que consumirla con precaución ya que su uso indiscriminado y abusivo puede dar lugar a efectos indeseados como: insomnio, exceso de glóbulos rojos, diarrea y acidez en caso de que su consumo sea abusivo y mal utilizado.
Por ejemplo, es muy importante que su consumo sea por la mañana, bien sea en el desayuno o en la comida, ya que al ser una gran fuente de energía puede producir dificultad para dormir si se toma en horas cercanas a la noche. Lo más recomendable es ingerirlo en el desayuno, para que sus efectos vitamínicos los desarrollemos a lo largo del día y no ingerirlo a partir de las 18:00 horas de la tarde, cuando nuestra actividad del día comienza a disminuir y lo que nuestro cuerpo debe ir buscando es tranquilidad y relajación para la preparación del sueño de la noche.
Su uso está desaconsejado en embarazadas (por su contenido en vitamina A de efecto teratogéno) en personas con tendencia a la hipoglucemia severa y en insomnio crónico.
Se aconseja que se tome como máximo dos veces al día. La Moringa la podemos encontrar en pastillas, en hierba de té, en infusión en aceite... Puede comprarlo según más le convenga para su utilización. Al disponer de diferentes formatos su precio también varía en función de ellos, pero un bote (en capsulas) de la planta Moringa puede oscilar entre 5 y 20 euros el formato grande que puede durarle hasta un mes de duración en función del consumo diario de la misma. Este producto lo encontrará en herbolarios, parafarmacias o centros de salud, belleza, nutrición y bienestar.
Según afirma la nutricionista María Giménez: "Es muy importante que antes de tomar la Moringa consultemos al especialista, como hemos dicho anteriormente, aunque se trate de una planta natural, nuestro cuerpo puede tener reacciones adversas y no conseguir el efecto que esperábamos e incluso, derivar en otros problemas de salud. Para evitar esto, consultar al nutricionista y según nuestro estado, nos determinará si la Moringa o cualquier otra planta, es la aconsejada para conseguir los resultados que esperamos según nuestras necesidades". El autoconsumo, así como la automedicación, son ambas actitudes muy peligrosas que pueden derivar en problemas de salud muy importantes.