Hacer ejercicio o practicar un deporte regularmente es beneficioso para nosotros de muchas maneras. Por ello, si tras subir unos escalones o caminar unos metros nos sentimos agotados significa que no hacemos suficiente ejercicio y debemos de dedicarle más tiempo al deporte. Es normal que nos resulte un esfuerzo, pero el ejercicio no solo nos ayudará a mantenernos en la línea, es fundamental para tener un cuerpo saludable tanto por dentro como por fuera.
El deporte ayuda al sistema inmunitario a afrontar enfermedades cardiovasculares, respiratorias, circulatorias y de otros tipos. Y si esto no te convence del todo para empezar a hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio diario, a continuación te contamos qué le pasa a tu cuerpo si no se mantiene en movimiento a diario.
Problemas musculares
Los músculos se debilitan más rápidamente si no se ejercitan. Un estilo de vida sedentario con una gran falta de ejercicio es muy probable que conlleve a la atrofia muscular, en la que los músculos van perdiendo masa y se vuelven débiles, se deteriora su flexibilidad y son más propensos a lesionarse.
Problemas de flexibilidad
Cuando hacemos deporte estiramos los músculos repetidamente para tonificarlos, reforzarlos y darles forma. Si realizamos los estiramientos correctamente antes, durante y después del entrenamiento los músculos y los tendones mejoran enormemente su flexibilidad. Esto permite que actividades de nuestra vida diaria como acacharnos, estirarnos, doblarnos o girarnos no desencadenen en ningún dolor o lesión en la zona. Además si lo hacemos desde jóvenes disfrutaremos de mayor flexibilidad a medida que nos hagamos mayores.
Problemas de corazón
El sedentarismo y el estilo de vida poco saludable junto a los problemas de sueño o de estrés es una combinación muy peligrosa para el sistema cardiovascular. El corazón, como el resto de los músculos, necesita ejercitarse a diario para así prevenir riesgos de infarto, hipertensión o derrames. Simplemente paseando o corriendo un poco todos los días ya ayudaremos a que nuestro corazón esté sano y además rebajar el colesterol.
Problemas de huesos
Uno de los desencadenantes de la osteoporosis y la osteoartritis es la falta de ejercicio. Cuando se practica deporte se ralentiza la pérdida de la masa y la densidad ósea. Esto quiere decir que nuestros huesos serán menos frágiles y menos propensos a lesiones en una edad elevada. Si además el deporte que realizamos consiste en cargar peso y lo acompañamos con una dieta rica en calcio y potasio el efecto que conseguiremos será mucho mayor.
Problemas de peso
Todos sabemos que si no se practica ningún tipo de ejercicio es mucho más habitual que se aumente de peso. Si se sigue un entrenamiento regular este ayudará al cuerpo a perder calorías, acelerará el metabolismo y mejorará la circulación lo que ayudará a que la digestión sea óptima. Juntando todo esto tendremos el peso bajo control.
Problemas de estrés
El estrés está presente en nuestro día a día, ya sea por razones personales o profesionales. Una de las mejores maneras de combatirlo es practicando deporte. Cuando nos sentimos estresados nuestro organismo puede acelerar el sistema cardiovascular y frenar el sistema digestivo, lo que genera la liberación de cortisol, la hormona del estrés. Por ello para contrarrestar este efecto se aconseja realizar ejercicio, ya que al hacerlo se liberan endorfinas (hormonas de la felicidad) que reducen la producción de cortisol y al mismo tiempo protegen al cuerpo de la presión arterial alta o de los problemas de metabolismo.
Problemas de sexo
El ejercicio es un gran aliado del sexo; no solo ayuda a desestresarse como ya hemos dicho (el estrés disminuye la libido), sino que además mejora el aguante y la fuerza. Además está probado que la práctica de deporte diario previene la aparición de la disfunción eréctil.
Problemas de ánimo
La tristeza o el malhumor pueden tener que ver con la falta de ejercicio. Las endorfinas que se liberan al entrenar harán que estemos de mejor ánimo y provocan, tras una hora de ejercicio, que la mente entre durante un tiempo en un estado de claridad, calma y felicidad. La energía también sube y se incrementa la productividad.
Como ya has visto practicar ejercicio es fundamental para llevar una vida sana tanto física como psicológicamente. ¿A qué estás esperando?