El cerebro humano es un órgano muy interesante por la cantidad de información que suministra y la importancia que posee en las funciones vitales del cuerpo humano. Él es quien dirige las cosas que elegimos hacer, ya sea entablar una conversación o caminar, y todas aquellas tareas que nuestro cuerpo hace sin que se sea consciente de ellas como la de respirar. Por otro lado, el cerebro también se encarga de los cinco sentidos, la memoria y el carácter de una persona.
Lo que hace posible que la sincronización entre cuerpo y cerebro se produzca de forma satisfactoria es la existencia de la red nerviosa que existe en el cuerpo humano. Algunos de los nervios que la forman conectan directamente el cerebro con ciertas zonas del cuerpo mientras que otros tienen acceso a otras partes corporales a través de la médula espinal. Tanto dentro del cerebro como de la médula, existen células que rodean las células nerviosas y las mantienen en su sitio.
En una persona sana, sus células normales envejecen y mueren al mismo tiempo que unas nuevas reemplazan a estas primeras. Lo normal es que se produzca este proceso, no obstante, puede ser que este ocurra mal y que nuevas células se generen cuando el cuerpo no lo necesita o que simplemente las viejas no mueran de la forma correcta. La acumulación de células forma normalmente una masa que acaba denominándose neoplasia o tumor. Para entender más lo que es un tumor cerebral, sus síntomas y los tipos que hay, Bekia te explica a continuación todo lo que deberías de saber.
Qué es un tumor cerebral y tipos
Un tumor cerebral es el crecimiento y desarrollo anómalo del número de células dentro del cerebro humano que supone el aumento de volumen de los tejidos que lo forman. Las células cancerosas, teniendo esta característica como principal diferencia de las sanas, se multiplican a pesar de que este desarrollo no sea necesario y por causas que todavía, a día de hoy, resultan desconocidas.
Existen dos tipos de tumores y esos son los benignos y los malignos. Un tumor benigno no resulta peligroso puesto que las células cancerosas no se originan a otras partes del cuerpo y generalmente su curación consiste es una extirpación del mismo. Por otro lado, existen los tumores malignos. A diferencia de los tumores benignos, las células de este tipo de tumor se propagan a otras zonas del organismo con muchísima facilidad.
Dentro de los tipos de tumor cerebral, se encuentran los primarios y los secundarios. Si la masa de tejido se origina dentro del cerebro, entonces estamos ante un caso de tumor primario. No obstante, si el crecimiento anómalo de células se da en otra parte del cuerpo y este se propaga mediante la metástasis y llega hasta el cerebro, entonces hablaremos de un tumor secundario.
Síntomas
Puesto que la masa cerebral no puede aumentar considerablemente ya que el cerebro se encuentra prácticamente encajado dentro del cráneo, un ligero crecimiento de su tamaño hará que los síntomas de sufrir un tumor cerebral se hagan ver de forma repentina. Tal y como se explicaba anteriormente, el cerebro es el órgano que más funciones cumple dentro del cuerpo humano. Puesto que está divido según las tareas a las que atiende, también el lugar donde haya crecido el tumor hará que el paciente presente unos u otros síntomas.
Las manifestaciones de un tumor cerebral dependen del tamaño del mismo, del tipo y también de la ubicación. Los síntomas pueden estar causados cuando la masa extra cerebral presiona un nervio de la red nerviosa o una parte del mismo cerebro. También, estos pueden ser causados cuando la masa cancerosa bloquea el fluído que fluye alrededor del cerebro y a través de él o cuando este se hincha por la acumulación de dicho líquido.
Los episodios más normales a la hora de diagnosticar un tumor cerebral son aquellos que provocan un cambio extraño en el comportamiento de la persona. La epilepsia o la lentitud a la hora de hablar y de reaccionar también son posibles manifestaciones ante las que el entorno de un posible paciente de cáncer cerebral debe de estar muy alerta. Existen también otros síntomas menos directos como consecuencia de sufrir un aumento de la presión cerebral y esos pueden ser un dolor de cabeza muy intenso.
De todas formas, los dolores de cabeza, las náuseas y vómitos, sufrir cambios en la percepción de los sentidos, los problemas de equilibrio, los espasmos musculares o los cambios en el estado de ánimo no son síntomas que se relacionen directamente con padecer un tumor cerebral. Puesto que cualquiera de estas señales puede significar cualquier otra dolencia, lo recomendable es acudir al médico especialista y realizar las pruebas pertinentes.
Factores de riesgo
Muchos son los años en los que se lleva investigando qué factores determinan la aparición de un tumor cerebral. Aunque no se conocen a ciencia cierta las causas de la proliferación de las células cancerosas, sí se sabe que existen ciertos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de contraer un tumor cerebral.
La exposición a la radiación es uno de esos factores puesto que los rayos X y otras fuentes de radiación ionizante pueden llegar a causar un grave daño celular. Las personas expuestas a este tipo de radiaciones poseen una mayor probabilidad de sufrir tumores como el glioma o el meningioma. Los antecedentes familiares es otro de esos factores de riesgo.
Tratamiento
Todas aquellas personas que sufren de un tipo de tumor cerebral tienen varias opciones de tratamiento y entre ellas se encuentra la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, incluyendo una combinación de dos o más de ellas. De lo que depende la elección de uno u otro tratamiento es del tipo y grado de tumor, de la ubicación donde se ha generado, de su tamaño, de la edad del paciente y su salud y también de ser consciente de si existen células cancerosas en el líquido cefalorraquídeo.
La cirugía es el primer tratamiento al que se recurre en caso de sufrir un tumor cerebral. Cuando se realiza, el paciente suele estar despierto y es el mismo cirujano el que le pide a este que haga diversas tareas como contar, decir el alfabeto o mover alguna parte del cuerpo para ver qué partes puede tocar o no del cerebro. Durante esta operación, llamada craneotomía, el médico especialista extirpa la mayor cantidad posible de tumor. Es un proceso que quizá resulte desagradable pero que, aún así, presenta un gran porcentaje de éxito y cura.