El trabajo es una parte fundamental de la vida de las personas, tanto es así que puede afectar directamente a la salud de cualquiera. Si una persona se siente bien en su trabajo y su jornada laboral va pasando rápido y en armonía entonces su salud no se verá resentida en absoluto. Pero una persona que va al trabajo cada día pensando que será un infierno, que tiene que aguantar a un jefe tóxico o no se siente cómodo dentro de su ámbito laboral... Entonces sí puede verse resentida su salud física y emocional.
Una persona que no está bien en su trabajo puede tener más problemas de salud físicos como dolores de cabeza o de estómago. También es posible que empiecen a aparecer problemas emociones como depresión, ansiedad, tristeza... Por ir a un trabajo donde no te sientes bien.
En ocasiones, el principal problema en un trabajo es hacer frente a un jefe tóxico, por eso, es necesario que sepas cómo afrontar la situación para que no te afecte demasiado, que tu salud no se vea resentida y que puedas hacer bien tu trabajo diariamente.
El jefe tóxico
Los jefes tóxicos son destructivos y no se dan cuenta que con su actitud lo único que consiguen es que la productividad de la empresa se vea resentida. Si un empleado no se siente a gusto y bien en su puesto de trabajo, no podrá desempeñar adecuadamente sus funciones. Un jefe tóxico suele:
- Socavar a sus empleados
- Intimida a otros con su actitud y comportamiento
- Hace que los empleados se vuelvan en contra unos de otros
- Promueve el amiguismo y la incompetencia
Cuando un jefe es agresivo, es probable que la oficina vaya por objetivos, haciendo que los compañeros de trabajo se sientan víctimas e incluso que tengan sentimientos de inferioridad unos de otros. Un ambiente competitivo a causa de los objetivos que promueve el jefe puede ser un problema a la larga tanto para la productividad de la empresa como para la salud de los empleados.
Qué hacer cuando tu jefe es tóxico
Lo primero que tendrás que hacer es llevar contigo un bloc de notas donde puedas escribir y documentar todos los comportamientos tóxicos de tu jefe, sobre todo aquellos comportamientos que puedan acabar siendo acoso o incluso una actitud ilegal.
Con una documentación razonable de comportamientos destructivos recurrentes, los empleados pueden acercarse a los recursos humanos y explicar qué está pasando y por lo que deben aguantar para poder mantener su puesto de trabajo. Pero si la compañía no responde o decide no tomar represalias, los trabajadores acosados o con jefes tóxicos pueden considerar una acción legal. En este caso será necesario el trabajo de un abogado.
En caso de que no quieras llevar acciones legales, entonces no te quedará otra que marcharte de esa empresa y buscar otro trabajo, porque tu salud siempre será lo primero.
Cómo mantenerte bien
Existen muchas personas tóxicas en el mundo, muchos vampiros emocionales que te intentarán robar toda tu energía. Por eso, es necesario que mantengas la calma y que no seas reactivo para evitar que esas acciones se vuelvan contra ti. Debes ser más inteligente que todo eso.
El jefe tóxico puede desgastar tu confianza y que te haga tener comportamientos de ira o cólera. Si críticas, menosprecias o intentas agredir a tu jefe, puede volverse todo eso contra ti. Mientras decides qué hacer deberás mantener límites muy claros y distancia física y /o emocional ante tu jefe.
Si tu jefe es un adicto a la ira deberás aprender a no tomarte sus reacciones de forma personal porque el problema mental lo tiene él y no tú. Si dejas el ambiente tóxico deberás darte tiempo para curarte emocionalmente. Recuerda que si dejas ese trabajo por culpa de tu jefe, hiciste lo mejor ante una mala situación, pensando en tu bienestar y en tu futuro.